La odisea rock de Get In: Entrevista a Iñigo Argomaniz
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La odisea rock de Get In: Entrevista a Iñigo Argomaniz

Jon Pagola — 03-03-2022
Fotografía — Jokin Fernández

La exposición sobre el 30 aniversario de la promotora de conciertos de Donostia se clausura este fin de semana con sabor a cambio de ciclo. “Seguiré formando parte del proyecto de manera distinta”, asegura su fundador y director Iñigo Argomaniz.

Iñigo Argomaniz lleva corriendo de un lado para otro toda su vida. Primero como melómano adolescente, cuando escuchaba a los grupos ingleses más vibrantes de finales de los 70 y primeros 80 (Elvis Costello, The Jam, Joe Jackson), y ya luego metido de lleno en un negocio musical que, pasado el mal trago de la pandemia, parece que al fin vuelve por sus fueros. Estos días, si no es un concierto de Mikel Erentxun en el Kursaal, le toca ir a ver a C Tangana al Wizink Center de Madrid… y de nuevo vuelta a San Sebastián.

Argomaniz está cansado y hasta “agobiado”, dice, pero al otro lado del teléfono su voz no parece la de un hombre venido a menos por una meteórica trayectoria que se recoge en la exposición “Backstage: Get In 1991–2021” de Tabakalera y que afronta ya su último fin de semana con un rotundo éxito de público. “Yo te hablo con la pasión que siento por la música. Veo ciento y pico conciertos al año”, reconoce el director y fundador de la promotora donostiarra. “Los veo todos y los que me conocen saben que lo hago solo. Me gusta hacerlo así. Llevo haciéndolo tres, cuatro y cinco días por semana desde que a los 12 años empecé a ir a conciertos. Esa parte me sigue entusiasmando”, asegura.

Aquel chico fan de Paul Weller lloró cuando The Jam se disolvió antes de la reencarnación pop-soul de The Style Council. En los 80 se arrimó a Santi Ugarte -“mi mentor”-, hombre de negocios y visionario, impulsor del primigenio Donosti Sound y socio de la promotora Tiburón Concerts. De él aprendió las claves del sector sobre la marcha, casi a trompicones, antes de que sus caminos se separasen. “Todo lo que hacíamos era nuevo. No existía un histórico”, relata, y pone como ejemplo de aquellos años de caos e inconsciencia juvenil el sistema de venta física de entradas. “Hoy no pasaría de 10 entradas en taquilla, todo se compra por Internet, pero entonces podías despachar hasta 2.000 entradas el mismo día del concierto”.

Aventura accidental

Tiburón fue el embrión de lo que luego, más profesionalizado y estructurado, pasó a convertirse en Get In. La aventura empresarial le llegó por accidente. “Fue por pura necesidad, no porque yo quisiera. En 1990 Santi no estaba muy bien y decide que no siga formando parte de Tiburón, del que yo también era socio, aunque el alma máter fuera él”, señala. Durante un breve periodo de tiempo que duró aproximadamente año y medio, Tiburon y Get In conviven en la misma ciudad con una oferta musical que se acabó solapando y terminó por minar las relaciones entre los antiguos compañeros. “Fue muy duro. Habíamos estado 10 años juntos”, asegura Argomaniz quien, no obstante, guarda un sentido recuerdo por su antiguo compañero, ya fallecido. “Siempre me quedo con la parte positiva. Algún día habría que hacerle un reconocimiento público a Santi Ugarte por todo lo que ha hecho por esta ciudad”.

Get In se lanzó en los años 90. Y de qué manera. Ha organizado la friolera de más de 12.000 conciertos, muchos de ellos en Donostia, donde se configuró una suerte de triángulo rock que se completaba con Madrid y Barcelona. Algunos de los grupos que ha traído Get In son primeras espadas del rock: U2, Bob Dylan, Coldplay, Black Sabbath, Pink Floyd, REM, Oasis, Paul Weller, Metallica, Bon Jovi, Joe Cocker, Deep Purple, Pearl Jam, Elton John, Supertramp, Guns N' Roses

El equipo capitaneado por el comisario Cheli Lanzagorta, diseñador y también músico en Amateur, no contaba con el tiempo ni el espacio suficiente para ordenar y abarcar el ingente material y mostrárselo al público. Dieron con un original concepto que ha arrasado entre el público durante el mes que ha permanecido abierta la muestra: un itinerario expositivo que incluye un escenario, decenas de carteles físicos de conciertos, un backstage a la vuelta del recorrido, cientos de entradas y varias pantallas explicativas, entre ellas una principal donde se proyectan en bucle algunas de las actuaciones más memorables.

El hito de Get In

Por la cantidad de estímulos audiovisuales, la exposición puede recordar a la gira Zoo TV Tour de U2 que pasó en 1992 por el velódromo de Anoeta. ¿Aquel fue el primer hito de Get In? “No hay un nombre ni una fecha concreta”, dice Argomaniz. “Cuando empecé tenía 28 años y que se hubiera puesto la confianza en alguien que no era promotor ni empresario era una tarea muy arriesgada. Mi socio Doctor Music y otros muchos estaban apostando por un chaval que montaba conciertos muy bestias. Ese es el hito. Aquello fue muy arriesgado”, subraya.

Aderezado de una inevitable carga nostálgica, coincidiendo además con la fase terminal de una pandemia que ha extinguido los conciertos de masas durante dos largos años, la exposición ha triunfado por todo lo alto conectando con el público guipuzcoano desde el primer día. Raro es el visitante que no guarde su particular recuerdo de haber asistido a un concierto de Get In. ¿Había llegado el momento de mirarse en el ombligo? Tras dudar por primera vez, responde: “Obviamente, cuando esto se me ocurre hace año y medio, el plan era mucho más modesto. Pero creo que ha conectado con la gente, ha supuesto mucho más de lo que nos imaginábamos. Perseguíamos un reconocimiento, pero sobre todo era un guiño a Donostia. Esto no podía haberse hecho en otro sitio”.

Get In también se ha encargado del managment de 92 artistas, muchos de ellos escorados al pop mainstream: La Oreja de Van Gogh, Álex Ubago, Bebe, Pablo Alborán, Duncan Dhu, El Sueño de Morfeo… Se trata de otra de las patas fundamentales de la firma donostiarra. Iñigo Argomaniz reconoce haberse abierto mucho estilísticamente, aunque le sigue apasionando la nueva ola inglesa tanto como el primer día. 30 años después, la cabeza visible de Get In ya está lista para dar un paso a un lado. “Seguiré formando parte del proyecto, pero de forma distinta. Eso es algo que ha hecho siempre nuestro artista favorito y le ha salido muy bien”, dice en referencia a los cambios de ciclo de Paul Weller en The Jam, Style Council y ya después en su carrera en solitario. “Backstage: Get In 1991–2021” se clausura el domingo y cuenta estos días con actuaciones y encuentros de Mikel Erentxun, Lemmy River y el eibartarra Julen.

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