"Queríamos hallar el equilibrio entre la tradición y la electrónica experimental"
EntrevistasOdetta Hartman

"Queríamos hallar el equilibrio entre la tradición y la electrónica experimental"

Don Disturbios — 25-09-2018
Fotografía — Archivo

Con su segundo largo titulado “Old Rockhounds Never Die” la neoyorquina Odetta Hartman ha despertado el interés de la crítica al hacer una arriesgada, a la par que acertada, fusión entre folk y electrónica. Pero lo mejor de todo es que nada se sustentaría sino tuviera buenas canciones. Las tiene. La propia Odetta Hartman nos cuenta en esta entrevista como ha sido el proceso que ha dado lugar a su peculiar propuesta.

¿Quién es Odetta Hartman?
Odetta Hartman es... músico, cantante, hermana, maestra, exploradora, escritora, una persona que piensa demasiado, una aspirante a sanadora, neoyorquina y una aficionada a la comida picante...

"Me encanta esa tonalidad rasposa del blues capaz de transportarte incluso y lograr que una canción se convierta en algo extraño repleto de fantasía, incluso en algo esotérico".

¿Cómo definirías tu estilo? ¿Qué crees que lo hace diferente y único?
Mi formación musical empezó a los cinco años estudiando violín clásico y tocando en orquestas de música clásica. Cinco años después amplié mis estudios musicales y empecé a tocar la guitarra, lo cual me proporcionó una vía de entrada excelente para explorar otros géneros como el blues, bossa nova y el rock & roll. Al mismo tiempo, cantaba en la coral de la iglesia y en un grupo a capella del instituto y, eventualmente, empecé a escribir mis propias canciones. En el Bard College estudié jazz vocal, etnomusicología, literatura y música experimental y en mi segundo año me uní a una banda de folk y bluegrass llamada The Sparrows. Todas estas influencias han generado el bagaje suficiente para hacer lo que he denominado como ”cowboy soul”, una fusión entre la instrumentación americana y las vocalizaciones propias del r&b.
Después con los toques digitales que empezó a aportar Jack Inslee a partir de mi primer disco “222”, perfeccionamos un estilo que algunas personas han etiquetado ahora como "folk psicodélico” o "futurismo antiguo".
Nuestra idea fue siempre crear un sonido que mantuviera un buen equilibrio entre la tradición y la electrónica experimental y esa ha sido la clave para lograr una tonalidad en las canciones que sea al mismo tiempo familiar pero arriesgado.

¿Qué aporta Jack Inslee a tu música? ¿Participa en el proceso de composición o solo se encarga de los arreglos electrónicos de las canciones?
Además de ser mi fuente de inspiración, Jack también ha producido y mezclado mi disco. Además, como vivimos juntos, hemos podido grabar juntos en casa y eso le implicó prácticamente en todo el proceso del disco.
Jack tiene mucha experiencia en todo lo relativo a producción digital y llleva desde que era adolescente trabajando en radio y produciendo. Me parece una persona muy brillante y muy intuitiva, siempre sabe exactamente lo que cada canción requiere. Eso hizo que el proceso fuera muy fluído y, aunque los discos están lanzados bajo mi nombre, la magia que hemos logrado capturar en estas canciones es resultado directo de nuestro trabajo juntos y del amor que nos profesamos.

Mucho de lo que muestras en Old Rockhounds Never Die ya se podía adivinar en tu primer álbum “222”, pero creo que has ganado en profundidad y en lograr que el disco suene más unitario. A veces parece que se trate de la banda sonora de una película. También es un disco mucho más ‘roots’ que “222” ¿estás de acuerdo?
Sí, en el nuevo disco hemos querido ir más allá en nuestro sonido de lo que logramos en “222” y me hace muy feliz de que te haya parecido mucho más unitario. Nuestro objetivo fue precisamente ese, lograr un sonido mucho más coherente a pesar de que estábamos mezclando influencias y estilos tan dispares entre sí. Y en cuanto a que resulte un disco más profundo, tampoco fue algo intencionado, pero quizás como el banjo ha sido mi instrumento principal a la hora de componer y es un instrumento que por momentos se puede aproximar al sonido de un sitar, creo que eso le ha dado al álbum un tono más meditativo y cíclico. Y en cuanto al tema cinematográfico desde luego que hay algunas canciones del disco como "Widows Peak” o “Misery" que se podrían prestar muy bien a ser la banda sonora del trailer de una película.

Una de las cosas que más me gusta de Old Rockhounds Never Die es que al margen del uso de instrumentos poco habituales como el banjo o el violín más los efectos electrónicos lo cierto es que sus canciones podrían funcionar igual de bien con otros instrumentos como guitarra-bajo y batería. Lo que quiero decir es que me parecen más importantes las canciones que la forma de mostrarlas.
¡Muchas gracias!. Particularmente estoy muy enamorada de la producción y el sonido que Jack y yo hemos creado en este disco, pero es cierto que algunas de estas canciones podrían presentarse perfectamente con otros arreglos muy distintos. He tenido el placer de tocar diferentes versiones de mis composiciones respaldadas por una orquesta de cabaret, un banjo acústico con percusión o con tan solo un piano de cola y lo cierto es que, en cada una de ellas, las canciones han tomado nuevas vidas. Siempre es emocionante tocar tus temas con diferentes colaboraciones y texturas y ver como cambian y funcionan.

Me gusta mucho la pasión que pones a la hora de cantar ¿en quién te has fijado para hacerlo? Háblame de tus referentes.
Mis más profundas influencias vocales incluyen a Karen Dalton, Billie Holiday, Bessie Smith, Joanna Newsom y Amy Winehouse. Ya que tengo una voz bastante atípica, siempre me han atraído modelos con estilos vocales únicos. Me encanta esa tonalidad rasposa del blues capaz de transportarte incluso y lograr que una canción se convierta en algo extraño repleto de fantasía, incluso en algo esotérico.

¿Qué canción crees que te representa más? Si el público que no te conoce solo pudiera escuchar un tema tuyo ¿por cuál deberían empezar?
“Batonebo” de mi primer disco es una canción muy especial para mí. Primero porque siempre me resulta muy divertido interpretarla, pero también por ese sentimiento místico que rezuma derivado de las intenciones curativas del folk más tradicional. Por otro lado también está “Tap Tap”, que fue el primer tema que grabé con Jack y se convirtió en algo así como la tesis de nuestra colaboración que inspiró todo el trabajo que vino después.

Old Rockhounds Never Die está recibiendo muy buenas críticas ¿qué te gustaría que pasara con tu vida en los próximos dos años? ¿Vives de la música en la actualidad o la debes compaginar con otros trabajos?
Es muy difícil imaginar dónde voy a estar dentro de 2 años, pero sí tengo claro que el primer paso que voy a dar es una gira por Estados Unidos que luego va a continuar por Europa. Tras la gira vendrá un nuevo disco y espero que sigamos profundizando en la línea musical que hemos adquirido. Jack en estos momentos encabeza un proyecto increíble llamado “Full Service Radio” que consiste en una red de podcasting y a mi me gustaría un día volver a graduarme e la escuela para estudiar terapia a través del sonido y como sanar a través de la música. Hasta entonces, ¡estoy tan emocionada de viajar y compartir estas canciones con el mundo! ¡Ojala visite España muy pronto!

AGENDA
Fecha Ciudad Recinto Hora Precio
viernes 08/02/19 Madrid Sala 0 21:30 13€
sábado 09/02/19 Barcelona Barts 21:30 13€

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