El grupo tejano llega al Primavera Sound con material más o menos reciente, el que forma parte de su último disco hasta la fecha, “Antiphon” (ATO/Pias, 13). Se trata de un momento clave en su trayectoria, tras superar la marcha de su líder y con un compromiso renovado con la fuerza de lo colectivo.
La crisis que pudo acabar con ellos, en cambio les salvó. Tim Smith, hasta entonces líder de Midlake, decidió abandonar el grupo mientras preparaban su nuevo disco, llevándose las canciones y dejando a sus compañeros sólo incertidumbre. ¿Podían sobrevivir a esa baja? La respuesta es “Antiphon”, un disco en el que el colectivo vence al tirano desde el mismo título.
“Descubrir que podíamos emprender un camino sin seguir a un líder ha sido una revelación”, reflexiona desde su casa de Denton, Texas, McKenzie Smith, el batería del grupo. “Esta libertad repentina nos produjo una ansiedad enorme al principio, pero cuando nos juntamos a tocar descubrimos que la fuerza del trabajo en equipo la hacía desaparecer”. Teniendo todos voz y voto, en esos meses de reorganización y composición se sintieron con coraje –ya no era el de “otros”, como su disco de 2010, sino el suyo propio– para filtrar otros géneros más allá de su habitual folk atmosférico de harmonías vocales. “Nunca pensé que llegaríamos a tener tanto groove”, reconoce Smith. “Tampoco que sonaríamos tan progresivos o que la batería estaría tan presente, pero es que ahora creo que somos capaces de cualquier cosa”.
A pesar de los cambios –Eric Pulido es ahora el cantante, han vuelto los teclados y desapareció ese elemento pastoral de “The Trials Of Van Occupanther”–, “Antiphon” suena coherente dentro de la trayectoria del grupo. Sus seguidores así lo avalan. “Que las primeras reseñas del disco fueran positivas estuvo bien, pero sabíamos que el veredicto real vendría de ellos, los fans. Comprobar su reacción en los conciertos es lo que realmente nos tranquilizó”.
El nuevo repertorio ha recibido el visto bueno, pero quedaba otro reto para el grupo: interpretar sus viejas canciones, las que firmó en solitario Tim Smith, cantadas por otro. “Eric llevaba años haciendo segundas voces en prácticamente todas, tampoco fue algo totalmente nuevo para él. Está claro que todos nos sentimos más cómodos con las que hemos compuesto juntos, pero la gente quiere oírlas cuando va a un concierto de Midlake. En algún momento hablamos de cambiar el nombre del grupo, pero enseguida lo descartamos. No somos la misma banda, pero todos los que empezamos Midlake seguimos aquí”.
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