Nuestro pequeño mundo
EntrevistasGorky's Zygotic Mynci

Nuestro pequeño mundo

David Saavedra — 15-12-2003
Fotografía — Archivo

Los niños terribles de la psicodelia folk galesa parecen sentar la cabeza definitivamente… aunque ellos no se sientan tan seguros. El risueño y enigmático Euros Childs expresa su opinión sobre el estado actual de la banda y sobre su nuevo disco, "Sleep/Holiday".

Además de prolíficos, Gorky´s Zygotic Mynci son ya unos veteranos en la escena independiente. "Sleep/ Holiday", su octavo álbum en diez años, muestra además el último paso en una evolución (o involución) desde aquellos primeros tiempos -especialmente los del sello Ankst, con el que grabaron los álbumes "Patio" (93) y "Tatay" (94)- en los que, entre la locura de juventud y los intelectualismos desafiantes, inventaron lo que podríamos definir como el nuevo folk lisérgico galés. Los tiempos han cambiado, y el ahora cuarteto formado por Euros y Megan Childs junto a Richard James y Euros Rowlands se calma en una obra más básica y cercana al folk-rock clásico. El hermano varón de los Childs, jovial y con una voz acelerada y nerviosa, opina que eso: "es algo que fue surgiendo más espontáneamente en el estudio y es más parte de la producción que de unas intenciones previas". Aunque éstas sí se pueden aplicar a la elaboración de las letras, más simplificadas que en álbumes anteriores. "Es cierto. Hemos acotado nuestra imaginería y era algo buscado", reconoce.

"Empezamos muy jóvenes y otros siguen por ahí, pero la música para nosotros sigue siendo una pasión, y eso es lo que nos diferencia"

Todo el álbum está presidido por un sentimiento de melancolía con invocaciones frecuentes a lo onírico o lo escapista. Se preservan los leves misterios que siempre han venido asociados a la banda, aunque tampoco parece haber una intencionalidad clara en cuanto al concepto del disco. El título, por ejemplo, afirma habérselo puesto a posteriori "y bastante tarde, ya que teníamos un título de trabajo diferente", y el hecho de que parezca haber cierta unidad de contenido en las canciones lo aduce a que "muchas no pudieron entrar en el álbum y quizás con las que nos quedamos al final eran las que pegaban más entre sí". Aficionados en sus primeros tiempos a componer en galés, los Gorkys han ido cediendo gradualmente hasta el punto de que ya no lo utilizan. En su momento, las malas lenguas apuntaron a que el uso del inglés iba emparejado a su intención de hacer una música más accesible. Este nuevo disco, sin embargo, se hace especialmente difícil de escuchar por su peculiar sentido de la introspección. "Nunca nos hemos planteado la idea de hacer álbumes con singles potenciales -afirma el líder del grupo-, nunca hemos tenido pretensiones comerciales, sino que buscábamos otras sensaciones". Quizás por eso, su relación con la industria discográfica ha sido bastante traumática y les ha llevado a rular de una compañía a otra sin mucha continuidad. "Nunca ha sido realmente una situación ideal. Supongo que nunca cumplimos las expectativas, pero ya me conozco bien la historia. Los grandes negocios, ya sabes. Creo que es algo interesante, nunca nos han comprendido como banda". Tras su paso por la multinacional Mercury y por la independiente Mantra, el grupo ha grabado este disco con Sanctuary. "Veníamos de una situación difícil. Mantra ya no nos quería porque no nos planteábamos hacer un disco tan centrado en el formato canción, pero con Sanctuary encontramos un buen contrato y la cosa ha ido bien". De hecho, los que en su momento fueron punta de lanza de un movimiento de nuevas bandas galesas vieron como otros compañeros de quinta (hablamos de Super Furry Animals) les adelantaban por la derecha y obtenían un mayor éxito popular. En esta historia, los Gorkys parecen haberse sentido siempre más o menos cómodos en su condición de antiestrellas. "Nosotros conocíamos a todas las bandas", comenta Childs. "Empezamos muy jóvenes y otros siguen por ahí, pero la música para nosotros sigue siendo una pasión, y eso es lo que nos diferencia". Ni siquiera se sienten ya hartos de que todo el mundo les pregunte por la escena de su país, una moda frecuente hace un lustro pero que ahora parece haberse diluido. Según el músico,"ya no es algo tan malo. Llevamos mucho tiempo en esto y ya no vemos tanto interés o curiosidad por lo que pasa en Gales. Mejor". De hecho, Childs es de esos individuos que pretenden abrazar la ética del outsider, sentirse un poco fuera de todo. "¡Nooo... nooooo... ja, ja, ja! Bueno, sí, di lo que quieras, no hay nada realmente con lo que nos identifiquemos". Finalmente, le incito a que valore lo que ha sucedido en todos estos años y, sobre todo, si cree que ha cambiado la percepción de los fans con respecto a su música. "Cada vez que hacemos un disco es una prueba", afirma."Nuestra evolución ha sido muy gradual, pero siempre pensamos que nuestro siguiente trabajo va a ser mejor. En cuanto a la audiencia... no entendemos de psicología, así que…".

Lo siento, debes estar para publicar un comentario.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.