La trayectoria de Dream Theater es de sobras conocida por los seguidores del metal progresivo. Son un referente reverenciado por los aficionados y por otros músicos y cada noticia que se genera alrededor suyo causa gran atención. Con “Dream Theater” abren un nuevo capítulo de una serie que no tiene fijado un final. “Estamos extremadamente orgullosos de lo que hemos hecho hasta ahora, pero esto es un nuevo inicio para nosotros. Estamos en una buena situación que nos permite hacer cambios y trabajar con libertad. El primer tema del disco ‘False Awakening Suite’ es muy cinematográfico, espontáneo. Nos dejamos llevar por nuestros sentimientos, nos encerramos todos en una misma habitación y disfrutamos de ese espíritu integral”.
Que James Labrie –quien nos habla con gran amabilidad- y su compañeros sigan en la brecha tras tantos años de esfuerzo sólo tiene un secreto, conservar la ilusión. “Nuestra filosofía es mantener el mismo talante mientras seguimos creciendo como personas y, por supuesto, como grupo. Seguir creando y mantener las inquietudes y la excitación que teníamos al principio de nuestras carreras. Mantener la concentración durante más de veinte años sin cometer demasiados errores ha sido lo principal en nuestra aventura musical”.
Una recompensa inesperada fue la nominación a un Grammy, algo que la banda no esperaba, sobre todo porque no suele ser habitual entre formaciones de hard rock progresivo. “Apreciamos el gesto y nos sentimos halagados, aunque obtener premios no sea nuestro objetivo. Nuestro espíritu está más cerca de la creatividad de un combo de jazz, por el eclecticismo, la diversidad. Y creo que esa es la mejor descripción que cualquiera podría hacer de nuestro nuevo disco. Deber abrir la mente y ser receptivo para ser capaz a tu vez de llegar a otra gente”.
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