En octubre de 2014 presentasteis el EP Cero, ahora en marzo un nuevo LP, DAY II. Parece que habéis vuelto al ejercicio con fuerza...
Somos hiperactivos, la fuerza no se agota por aquí. Además mientras haya buen feedback seguiremos respondiendo como se merece a la gente que nos apoya.
Sin embargo para este nuevo disco presentáis dos novedades importantes, como son las ausencias de Tosko y Bman Zerowan y las incorporaciones a las voces de Lasai y Nora Dorman. ¿A qué se deben estos cambios en el grupo, cómo y por qué se han producido?
En Dremen tenemos un planteamiento de formación/colectivo que va más allá de las individualidades. Dos de nuestros componentes tenían que afrontar un momento especial en sus carreras y nosotros como colectivo también. Pasamos una barrera crítica en la que no sabíamos si sumar o no nuevas incorporaciones.
Al final elegimos afrontar este nuevo ciclo con una inyección de aire y voces nuevas, porque buscamos constantemente reinventarnos, no somos un grupo al uso y tenemos muy acostumbrado a nuestro público a que, cada tanto, ocurra algo especial.
La incorporación de estas dos nuevas voces es especial, el talento de Nora y Lasai para nosotros ha sido más que un acierto. Y además no sabemos qué pasará en el futuro… porque tanto Tosko como Bman siguen formando parte de la familia. Y nos ilusiona tenerles cerca al igual que ver que su carrera individual crece por el enorme talento que tienen ambos.
Al disco lo habéis llamado Day II, suponemos que haciendo alusión a aquel EP llamado Dremen Day que fue vuestro debut en la escena. ¿A qué se debe este título, debemos considerarlo una continuación de aquel o, al contrario, una nueva etapa en la vida de Dremen?
Para estas cosas somos muy prácticos! Venimos de un Ep que se llama Cero. Donde ya anticipábamos que nos reiniciábamos como grupo. Y ese “volver a empezar” está muy unido al Dremen Day del origen…
Pero al final pensamos: esto es como en las pelis apocalípticas cuando ocurre algo determinante en la humanidad, y “el día después de” no es el día 1… es el día 2, cuando todo ya está asumido y empieza una nueva etapa. Day II es oficialmente nuestra nueva etapa, asumida, interiorizada con determinación y con ganas. “El día después de” sonaba muy feo.
Hay quien, por el estilo de bases, os considera música electrónica y quien, por las voces, os cataloga como rap. ¿Cómo os consideráis vosotros? Si vais a una tienda de música, ¿En qué estante os gustaría encontrar vuestro disco?
No sé si somos un grupo de electrónica, lo que sí sé es que no somos un grupo de rap, eso está claro. El rap ha sido una gran influencia para muchos de nosotros pero a la hora de componer, pillamos un poco de aquí y un poco de allá para hacer nuestro propio rollo.
En las tiendas nos gustaría estar en cualquier estante, la verdad que es difícil catalogarlo pero ya nos damos con un canto en los dientes si vas a la tienda y encuentras el cd… aunque sea en el estante de “miscelánea”.
En este sentido, resulta cuanto menos curioso que junto con el disco regaléis un palillo para limpiarse los oídos. ¿Creéis que el público sigue teniendo prejuicios a la hora de escuchar música, sobre todo música de fusión?
No sé si hay más apertura mental ahora mismo, pero debería ser así ya que vivimos una época en la que con un click tienes un catálogo infinito de música a tu alcance. Si de todas formas tienes prejuicios a la hora de escuchar algo nuevo o diferente, entonces puede ser por pura pose o por no haber trabajado tus gustos musicales y así tener un criterio algo más objetivo. Es probablemente un error del que te arrepentirás tarde o temprano. Está muy bien ser fiel a tus gustos. Puedes amar un estilo sobre todas las cosas. Incluso ser un “purista”. Pero todo lo que escuchamos viene de algún tipo de fusión, por lo tanto no darle una oportunidad a la mezcla es ir en contra de la evolución natural de la música, es estancarla.
Sin embargo vuestro anterior EP, Cero, llegó a situarse como número 1 de ventas en iTunes de música electrónica, y habéis conseguido el respaldo de un sello para la publicación de este largo. ¿Ha llegado el momento de salir del underground y presentarse al gran público?
No sabemos si alguna vez fuimos underground, tampoco sabemos si alguna vez seremos de gran público. Eso va más allá de una declaración de intenciones, más aún en el enfoque cultural y de mercado que tiene la industria musical (imagino que entendéis a qué nos referimos…).
Nosotros hacemos música para el público que sea, no ponemos ni fronteras ni márgenes a nuestro sonido. Eso es algo que nos identifica. Otra cosa son las barreras y los prejuicios que el público, los medios y el negocio tengan para con nosotros. Eso ya es un problema de otra índole que no podemos manejar.
En este disco encontramos dubstep, glitch, rap, ragga,... Parece que no os ponéis límites a la hora de experimentar y jugar con sonidos. ¿O hay algún género al que os negaríais rotundamente a incluir en vuestras canciones?
Aquí seguramente habría tantas respuestas como componentes de Dremen, por lo general no rechazamos ningún estilo ya que pensamos que a todo se le puede dar una vuelta o vuelta y media para reconvertirlo a algo que nos mole de alguna manera. Hasta el momento hemos manejado varios estilos y nunca se sabe dónde puede acabar esto. Lo que sí va a ocurrir es que sea cual sea el estilo tendríamos que reconvertirlo para que sonase como algo propio.
En España encontramos pocos grupos que usen la música de fusión como vosotros. ¿Existe algún grupo que os haya influenciado a la hora de crear? ¿O, contrariamente, se trata de eso, de crear una música libre de influencias y precedentes?
Se puede decir que nuestra principal influencia a la hora de crear las bases está fuera de España, en grupos como Glitch Mob, Noisia, Pendulum, dj Fresh, Rudimental .. etc.
También es cierto que cuando nos sentamos y creamos, siempre le damos un toque propio a la producción pero eso es una cosa que sale prácticamente sin querer… Lleva pasando eso desde el primer disco. A veces intentamos encaminar el sonido hacia “tal grupo” pero cuando avanzamos en ese camino nos empezamos a desviar y siempre acaba sonando a Dremen.
Al tratarse de música electrónica habrá quien piense que el mensaje de Dremen se orientará hacia la plena diversión, pero nada más lejos de la realidad, ya que encontramos letras con una alta carga social, con líricas conscientes y reivindicativas. ¿Os resulta imprescindible dar una utilidad a la música que vaya más allá del entretenimiento y el ocio?
Creo que por los componentes que lo forman, sí. Porque todos y cada uno de los que estamos en Dremen entendemos la música como un canal de comunicación. Y la comunicación no se puede desaprovechar en los tiempos que corren. Tampoco vamos a engañarnos: de las pocas etiquetas que nos han podido poner es la de “grupo de música electrónica con mensaje”. Y esa nos gusta, nos gusta mucho.
Aunque más que reivindicaciones de contenido político y económico, la mayoría de las criticas van dirigidas a actitudes y conductas sociales, especialmente a la falta de hambre por cambiar las cosas. ¿Creéis que nos hemos desacostumbrado a luchar por lo que nos importa?
Creemos que la comodidad, el miedo y la inseguridad son criaderos de parásitos y de pusilánimes. También creemos que vivimos en una sociedad que nos aprieta, nos ahoga, nos golpea, nos sacude, nos maltrata, nos miente, nos engaña… y un sinfín de cosas para conseguir agotarnos. Y nos agotan.
Y rendirse es el camino más corto; y en algunos casos, por desgracia, el inevitable. Nosotros mismos hacemos Dremen para recordarnos constantemente eso, porque estamos todos bajo la misma piel.
Tras publicar un disco llega la hora de presentarlo. Y una de las vías que tenéis para ello es el circuito Girando Por Salas, ya que habéis sido uno de los grupos seleccionados para este proyecto . ¿Cómo os planteáis la gira de presentación de este Day II?
Como si no hubiera un mañana. Vamos a muerte a cada bolo. Tenemos las ganas y estamos preparados desde hace tiempo. Ya hemos comprobado que los temas nuevos funcionan muy bien en directo, que se lían buenas fiestas donde vamos y que al final, da igual las condiciones que te encuentres en cada bolo, buenas o malas, con mucha peña o con cuatro gatos, haciendo kilómetros extra o tocando al lado de casa… Se trata siempre de lo mismo, de pasarlo de puta madre con la gente que está dispuesta a darlo todo con nosotros y ofrecerles lo mejor que tenemos.
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