Con sus primeras canciones, Pantones no se planteaban nada serio. Pero cayeron en manos de Subterfuge y la historia cambió. “Ni siquiera ‘Ruido Rosa’ era un disco como tal. Nuestra intención era tener las canciones grabadas. Llegaron a manos de Subterfuge y acabaron como EP”. Paty y el Hormiga, nucleo duro de la formación, rememoran sus orígenes ante los oídos de Any, la nueva baquetera. Hoy, bajo el paraguas de un señor sello, sí reconocen cierta responsabilidad. “Va a haber mucha más gente evaluándote. A la hora de salir al escenario y dar un concierto, sabes que es mejor que no la cagues. Pero no sólo en el escenario, si no haciendo también canciones. Es la responsabilidad de crear música”.
Para crear en condiciones, nada como sonar mucho mejor que en su anterior disco. “Fuimos a Westline Studios, de Juan Blas. Le conocíamos por nuestro management, Ayuken MP, de su época de Nothink. Por eso decidimos probar en su estudio, bajo los mandos, otra vez, de Joaquín Niki y Pelayo DDT, porque estábamos muy contentos con el sonido del epé y las ideas que tienen”. Allí han conseguido registrar doce canciones que saciarán a los amantes del género. “Sí, punk pop. Letras y melodías muy pop. Pero nos encanta acelerarlo todo. No se llega antes pero es más divertido”, sentencia el Hormiga.
Para la aventura, la indispensable ayuda de otro músico madrileño, amigo de infancia del Hormiga. Guille, de Wild Honey, con teclados, arreglos de guitarra y demás cacharrería sonora. “Le hemos dado manga ancha. Es muy fácil trabajar con él. Le decíamos que una canción tenía que sonar de determinada manera. O también qué podía aportar en ciertos temas. Estaba encantando. Es un arreglista de la hostia”.
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