Tras su particular travesía por el desierto, Carlitos parece más centrado que nunca. Una persona bastante distinta de la que conocí en Móstoles hace ocho años, cuando hablamos de su anterior disco (“Resurgir”, 15) en las puertas de su local de ensayo. Esta vez hemos quedado poco antes de comer por el centro de Madrid. Lleva ropa de sport, bebe de su botella de agua mineral, ha quedado después para ir a hacer skate y está de buen humor. Durante la comida me habla de su paternidad, de su vida privada, de los secretos del gran evento del día 13 de octubre. Y es que, en nuestro país, ofrecerán un único concierto de presentación nada menos que en el madrileño WiZink Center –todo un reto para el grupo esto de aventurarse a llenar por primera vez un recinto tan amplio–, al que se sumará una gira de siete fechas por Latinoamérica. Pero antes repasaremos juntos las claves de “Resurgir” en una larga charla.
Han pasado ocho años desde vuestro último disco, “Resurgir”. En el comunicado que acompañaba al primer single afirmabais que habéis pasado por bastantes problemas personales. ¿Llegó a estar en peligro la existencia de Non Servium?
Estábamos en un momento de la banda en el que la olla estaba a punto de explotar por todo. Muchos años a una velocidad vertiginosa, el ritmo de vida de todo lo que conlleva Non Servium es una bomba de relojería. Tanto como banda como a nivel personal, yo estaba en un momento que no podía seguir. Necesitábamos parar la maquinaria y así lo hicimos. Tuvimos ese parón de la banda, estuvimos como tres años sin tocar. Luego pilló de por medio todo lo del Covid y demás. Y después decidimos volver celebrando la gira del veinticinco aniversario, que justo coincidía. Eso se planifica, se organizan una serie de conciertos en cinco ciudades, y se comienza esa gira, bastante bestia. Yo la comienzo sabiendo que no estaba listo para ello, porque no me encontraba nada bien, ni mentalmente ni de ninguna de las maneras. El primer concierto muy bien, el segundo también… Pero el concierto en Bilbao fue cuando toda la catástrofe. Yo peto a nivel personal, mi cabeza peta y todo se va a la mierda. Toca cancelar esa gira de una manera muy drástica, cancelar el concierto en Vitoria unas semanas antes, yo me despierto en un hospital al día siguiente sin saber qué coño ha pasado… Todo un desastre. Ahí se va todo a la mierda, y parece que va a ser el final de la banda. Pero el tiempo, el poner herramientas, el poner empeño ha hecho que todo resurja y estar aquí hoy hablando contigo de un nuevo disco y una nueva gira.
“El ritmo de vida de todo lo que conlleva Non Servium es una bomba de relojería”
Las canciones las escribes tú y luego las arregláis entre todo el grupo.
Ha funcionado siempre así. Yo compongo lo que es toda la estructura del disco, la música y la letra. Una vez que están terminados los esqueletos de los temas se llevan al local y se termina de dar una vuelta de tuerca a todo. Más que en el local, en el estudio. A la hora de grabar es cuando se meten arreglos, Ivi le mete su toque personal a los punteos y termina de dar la pincelada final a todo.
Os habéis liado la manta a la cabeza y os habéis ido hasta Los Ángeles para trabajar con el productor Raúl Cuellar (Riff Audio). Comentáis en la nota que “ha sido difícil acostumbrarnos a una manera de trabajar diferente. Pero una vez que todos nos entendimos, creemos que no ha podido ser más satisfactoria”.
Este disco lo hemos grabado de una forma distinta a todos los demás. Estamos acostumbrados a llevar unos patrones: grabar baterías, bajos y guitarras, y una vez que esté toda la música, incluidos punteos y arreglos, empezar con las voces. Aquí Raúl nos propuso hacerlo de otra forma: cuando ya estaban las baterías, el bajo y las guitarras rítmicas, me propuso ir metiendo voces, antes de que estuviesen terminados los temas. A mí esto al principio me chocó bastante, de hecho dije que no. Luego me convencieron para hacerlo así, porque a la voz le daba tiempo a recuperarse de unos temas a otros. Le hice caso, me fui acostumbrando a ello. Fui metiendo voces con los temas inacabados, y estamos muy contentos con el resultado.
Aprovechasteis que estabais allí para la colaboración de David, de The Casualties, en el tema “Hordes Of Punks”, el primer single. ¿Le conocíais de antes?
Sí, tocaba en una banda que se llamaba Krum Bums, nos conocimos en un festival en Iruña hace unos años, y desde entonces. Era la canción más distinta, la que se escapa un poco más a nuestro estilo. Se adapta más al rollo que hace The Casualties.
Los discos soléis abrirlos con un sampleado de alguna película. En este, si no me equivoco, lo habéis sacado de “El jovencito Frankenstein”, que me imagino que venía muy bien para el título del trabajo.
Exacto. La verdad es que el fraseo parece que está hecho aposta para este tema.
Esa introducción da paso al primer tema, “Criatura”, que es el que da título al disco y que ha salido también como single. En la letra recapitulas todo lo que ha pasado en este tiempo. ¿Es el más representativo del disco?
Yo creo que la más representativa del disco sería “Entre los muertos”, a nivel personal. A nivel del grupo sí que puede ser “Criatura”.
El mundo del cine también está en “Freedom”, extraída de la banda sonora de “Django Desencadenado”.
Soy muy fan del cine en general, y de Tarantino. Me encanta su cine, y el gusto musical que tiene para todas sus películas. De hecho no es la primera vez que tiro de bandas sonoras de Tarantino. Por ejemplo el tema “Torpedos” es una adaptación de un tema de “Pulp Fiction”. Hay otras por ahí como “Mi barrio or die”, que está sacada de “Réquiem por un sueño”. En este caso, la banda sonora de “Django” me parece brutal. Ese tema en particular es uno de esos que se te clavan y te tiras unos meses dándole vueltas. Me parece un temazo increíble, de estos que te pones a imaginártelo adaptándolo a tu forma de tocar y dices: “Joder, puede ser la hostia”. Me puse a darle vueltas en casa un día, a probarlo cómo quedaría con la guitarra, a adaptar la letra al castellano, que lleva su curro… Probamos en el local y fue un temazo.
“En mi corazón” habla de la falta de alguien que se ha ido para siempre. Imagino que de alguien real…
Sí, de mi amigo Félix, que en paz descanse. Es un tema que personalmente le hice a él, pero que ahí queda para todos y todas los que tengan a alguien de quien acordarse con esta canción. Que seguro que son muchos, por desgracia.
En general las canciones están llenas de historias de gente de la calle: “Héroes”, “Entre los muertos”, “Killer”… ¿Son personas anónimas, o tienen nombre y apellidos?
“Héroes” es un guiño y una dedicatoria a todos los grandes expropiadores de estos mafiosos que se hacen llamar banqueros. Este tema en cuestión está dedicado a dos de ellos, Jaime Giménez “El Solitario” y “El Flaco”, que me acaba de traer ahora en su coche a hacer esta entrevista [risas]. Así que no son personajes anónimos, Flaco es una persona con la que tengo mucha amistad. Personas que le han dado caña al sistema capitalista de una forma bestial y que creíamos que merecían estar en este disco. “Entre los muertos” enfoca un poco de lo que he vivido personalmente. “Killer” es un tema que se puede llevar a lo personal de todas las personas que hemos vivido adolescencias bastante traumáticas. No hace falta que vengas de una familia con problemas. Muchas veces no vienes de una familia desestructurada y tú mismo la desestructuras con tus actitudes y tus rollos. Viene a hablar del típico adolescente que crece en un barrio en el que la violencia y el odio se pueden respirar en cada rincón, y no te queda otra que hacerte una coraza. En ese momento de tu vida te piensas que el demostrar quién eres y lo que eres y hacerte respetar tiene más valor que los valores que realmente importan y que están por delante, como la familia, el amor o la lealtad. Te centras en el odio, y el odio es algo que al final te acaba devorando, es algo con lo que no se puede convivir.
“Lo que se va a ver en el Wizink no se ha visto hasta ahora en un concierto de Non Servium”
Decías que estáis contentos con el resultado del disco. Y vuestro público, ¿cómo está reaccionando?
Muy bien, muy bien. Estamos flipando con eso. Siempre que sacas un disco hay gente que te dice: “Qué guapo”, pero empiezan a aparecer los haters hasta debajo del agua. Y esta vez parece que no aparecen tanto esos haters, está teniendo muy buenas críticas. Veremos a ver luego a la hora de subirnos al escenario.
O sea, que Non Servium también tenéis haters…
¡Sí, claro! Non Servium tenemos muchos haters [risas].
Vais a hacer un único concierto de presentación en España en el Wizink Center de Madrid el 13 de octubre. La vuelta por todo lo alto. Habéis anunciado colaboraciones especiales.
Va a haber muchas colaboraciones especiales, y muchas sorpresas, pero vamos a dejarlas para el día del concierto. Vamos a irnos un poco más allá de lo que son los cánones típicos establecidos, que vas a un concierto de punk y solo vas a ver punk. Hemos invitado a muchos amigos del rap, a un montón de peña de otros rollos, y vamos a hacer una adaptación para que puedan participar.
¿Y en cuanto a escenografía?
Vamos a estrenar un nuevo escenario completamente distinto. Todo lo será, desde las luces y la iluminación hasta el fondo del escenario. Habrá cañones de humo... Lo que se va a ver en el Wizink no se ha visto hasta ahora en un concierto de Non Servium.
“Te mentiría si no te dijera que llevamos unos meses con un estado de nervios bastante chungo”
¿Y el repertorio?
Es un recorrido a todos los discos. Y prácticamente casi todo el disco nuevo también va a caer.
¿Os ha dado vértigo tomar la decisión de tocar en el WiZink?
Sí, si te soy sincero sí. Te mentiría si no te dijera que llevamos unos meses con un estado de nervios bastante chungo, la verdad [risas]. Pero bueno, ya se está acercando el día, ya vemos que las cosas están saliendo bien. Los temas en el local suenan muy bien, la gente está respondiendo de puta madre, las entradas están volando. Estamos ya muy cerquita de petarlo, y eso te tranquiliza bastante. Te entran otros nervios, de “esto va a estar hasta la bandera, tengo que dar la talla”.
Después os embarcáis en una gira por Sudamérica. Siete lugares entre octubre y noviembre.
Si no recuerdo mal tenemos Santiago de Chile, Ecuador, Costa Rica, Bogotá, Medellín, México y El Salvador. ¡El Salvador!
¿Y qué vendrá el próximo año?
No nos hemos parado a pensar en eso todavía. Estamos centrados en esto, que no es poco, y cuando acabe todo nos daremos un descanso para tomar aire, coger fuerzas, recapitular lo que ha ocurrido y centrarnos en el 2024. Ya hay algo cerrado para el año que viene, pero no nos hemos sentado a programar esto todavía. Partido a partido.
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