¿Qué importancia ha tenido Glasgow en Belle & Sebastian?
No creo que fuéramos la misma banda si nos hubiéramos juntado en cualquier otro lugar. Crecí con bandas como Teenage Fanclub, The Pastels o los Vaselines. Eran una inspiración y lo que ellos hacían me llevó a querer montar mi propio grupo. Era excitante ver a Norman Blake en la calle, o ir a comprar a la tienda de discos de Stephen Pastel y llevarte algo que te hubiera recomendado él mismo. También había cosas muy importantes como las noches en los clubs Divine y Goodfoot. A finales de los 90, la misma gente iba a una sesión de techno y al día siguiente a una de soul, funk y psicodelia de los 60. Fue genial ser parte de ello. No quiero decir que ahora sea menos interesante, pero soy un poco más mayor y ya no salgo demasiado.
¿Cuándo os disteis cuenta de que, como grupo, habías superado el periodo de crecimiento?
El gran punto de inflexión fue probablemente en 2001. Stuart David había dejado el grupo y entró Bob, que nos ha dado un perspectiva diferente. También fue el año en el que empezamos a girar como una banda de verdad.
¿Cómo vivisteis desde dentro las marchas de Isobel Campbell y Stuart David?
Me entristeció verles irse. Creo que de alguna manera me gustaba la idea de que Belle & Sebastián fuera un verdadero colectivo de músicos capaces de acompasar cualquier cosa que hiciera alguno de sus miembros, pero Isobel y Stuart prefirieron tomar un camino diferente. Lo cierto es que Belle & Sebastian trabaja más suavemente con Stuart Murdoch al frente. Yo era muy amigo de los dos en los primeros tiempos del grupo y hubo un punto en el que pensé que nunca podríamos seguir sin ellos, pero para el momento en el que cada uno de ellos se marchó era diferente. Me sigo llevando bien con ellos e incluso a veces quedamos para tocar.
¿Qué es lo mejor y lo peor de estar en un grupo?
Ganarme la vida tocando música con mis amigos, viajar a nuevos lugares, tener un público que realmente aprecia lo que haces… Todo, la verdad. Lo peor probablemente para mí es la tendencia a beber demasiado cuando estoy de gira, porque el alcohol es algo que siempre está disponible. También, no hacer un uso tan productivo como debiera del tiempo que pasa entre que sacamos un disco y el anterior.
¿Sentís la necesidad de adaptar vuestro sonido para un concierto en un local pequeño o en un festival?
Creo que la música cambia un poco dependiendo de si tocas en una sala normal o en algo enorme como un festival, y la forma en la que preparamos los conciertos cambia ligeramente. En nuestros primeros conciertos Stuart cantaba muy alejado del micrófono y los cambios entre canciones era en ocasiones caóticos. Es algo que solucionas con el tiempo, pero siempre es más complicado en una sala pequeña en la que todo el mundo ha venido a verte exclusivamente a ti.
¿Incluso los discos con más orquestación son un fiel reflejo de lo que Belle & Sebastian han sido en cada momento?
Sí, hay muchas canciones en las que los arreglos de orquesta son tan importantes como la sección rítmica. Mucha música que nos gusta como Left Banke, el Forever Changes de Love, las bandas sonoras de Bollywood, Morricone o John Barry. Casi todos los arreglos que hemos hecho se han creado dentro del grupo. Stuart (Murdoch) hizo muchos al principio, Mick (Cookie) los ha escrito en los últimos dos discos y Sarah (Martín) y yo hemos contribuido a bastantes, así que creo que son una representación real de lo que ha sido la banda en el momento en el que los hemos hecho.
¿Volveréis alguna vez al sonido lo-fi que caracterizaba vuestros primeros discos?
No era algo intencional. Siempre intentamos conseguir el mejor sonido que podemos, y establecer la configuración adecuada para cada canción. En general, la composición determina cómo nos aproximamos a la producción, así que sin saber cómo serán las próximas canciones es difícil adivinar cómo sonarán. En todo caso, preferimos mirar siempre hacia delante más que hacia atrás.
También han tocado el sábado 27 de julio en festival Low Cost, gran concierto, no se por qué obvias esa información. Además de no hacer ninguna referencia al mismo. El lector quiere estar informado.
eso digo yo, que sentido tiene no dar cobertura al low cost. Suena a algún lio con la organización, pero eso es ajeno o debería serlo para el lector. He tenido que ir a otras publicaciones como Crazyminds o prensa nacional para enterarme de como fue el festival low cost