"No quiero vivir sólo del pasado"

Tres años de gira y una ascensión meteórica desde los inicios de su carrera. Imelda May cuenta ya con una pequeña legión de seguidores en nuestro país, que se ampliará cuando “Tribal” (Decca/Universal, 14) esté en los reproductores.

Imelda May estuvo casi tres años girando sin parar tras la edición de “Mayhem” (10), a la que siguió el lanzamiento de su versión extendida “More Mayhem” (11) y la reedición de “No Turning Back”, su lejano disco bajo el nombre de Imelda Clabby. Por el camino ha sido madre por primera vez, lo que la ha llevado a tomarse un ligero respiro antes de dar forma a su nueva obra, “Tribal”. Así ha sido la vida de la atractiva y simpática cantante irlandesa durante estos últimos cuatro años. “Obviamente mi vida ha cambiado desde el nacimiento de mi hijo, pero no creo que haya cambiado en lo estrictamente musical. Precisamente este es mi disco más alocado y más salvaje. El hecho de convertirme en madre no ha significado que me haya calmado, más bien ha sido al contrario”. De hecho, las canciones de este disco son incluso más rápidas de lo acostumbrado. No hay tanto espacio para las baladas, con lo que podríamos argumentar que la energía del directo se ha trasladado al estudio. “Ese era mi deseo, capturar ese sentimiento, y la verdad, espero haberlo conseguido. Además, el disco lo he co-producido, tenía ganas de experimentar, quería ser más aventurera. En temas como ‘Wicked Way’ buscaba eso, explorar aún más. En esa pieza hablo de puro deseo, me imagino a una mujer hermosa con serpientes alrededor de su cuello”.

Con el título del disco juega al despiste, aunque haya connotaciones muy claras. “Lo elegí en primera instancia porque era una de las piezas del álbum, pero en cierto modo sí que hay un mensaje. Quería demostrar que podía hacer cosas distintas, que puedo jugar con el eclecticismo, que me gusta todo lo que hay alrededor de la escena rockabilly, la estética, la ideología, pero que no es lo único, también me fascinan el punk, el gospel, el country, el jazz... No quiero vivir sólo del pasado, de sonidos pretéritos. Me quiero ir renovando”.
A propósito, en el video-clip de “It’s Good To Be Alive” aparece la figura de uno de sus ídolos. “Era una oportunidad de oro para mí. Esta canción me daba la posibilidad de ser la novia de Frankenstein, así que fue muy divertido rodarlo”.

Imelda May formará parte del cartel de la próxima edición del festival Cruïlla, que se celebrará en Barcelona los días 11, 12 y 13 de julio.