No perder el equilibrio

El origen de Skunk D.F. se remonta hasta 1995,cuando la banda madrileña estaba todavía perfilando su sonido y delimitando las directrices principales de algo que podríamos denominar crossover agresivo. Actúan en Europa con buena acogida, graban una maqueta en el 96, están presenten en Festimad 97 y 98, para, después de pasar una temporada en Zero Records, fichar por Goldtrack Records. Así es como en marzo del año en curso los madrileños crean un disco demoledor, «Equilibrio», con el que demuestran de lo que son capaces al mezclar bajos escalofriantes, guitarras poderosas y scratches ultramodernos. La excesiva facilidad con que, tanto músicos como críticos, manejamos los paralelismos entre el sonido de unos grupos con otros puede llevarnos a un callejón sin salida. El propio fundador de Skunk D.F., Pepe Arriols (bajo y voces) tiene las ideas muy claras al respecto. «De treinta temas que grabamos para el disco, finalmente nos quedamos con diez. Todo lo que podía sonar a otras bandas automáticamente lo desechábamos. Es inevitable parecerse a otros grupos, pero quisimos cuidar mucho la grabación y ahora nadie puede decir que sonamos a tal o cual banda. Hardcore, rap, rock duro, techno… todo es crossover». Korn, Fear Factory, Machine Head o sus propios colegas Hamlet son las similitudes más evidentes que alguien podría encontrar, pero constato que esas comparaciones caen por su propio peso al escuchar detenidamente «Equilibrio» (sin olvidar los sonidos de Crystal Method o Junkie XL), un trabajo perfectamente producido por la propia banda y el ex batería Roberto Galán. Así como muchas bandas nacionales o foráneas opinan que la reivindicación de ideales debe venir acompañada de frases claras con calificativos malsonantes y punzantes, Skunk D.F. toman otro camino. «Eso es demasiado previsible. Se pueden decir muchas cosas sin soltar tacos para meter el dedo en la llaga. Eso es muy fácil y nosotros sabemos hacerlo a nuestra manera. Procuramos cuidar las letras y salirnos de la queja previsible». Unos textos respaldadas por una voz tan ecléctica como la de Germán González. ¡Finalmente un vocalista potente que vocaliza de verdad! «Sí, nos costó bastante dar con el cantante ideal para el grupo. Después de muchas pruebas le encontramos a él y ha demostrado con creces que es un maestro de las cuerdas vocales, sabe rapear, añadir melodías inexplicables y sonar muy duro cuando conviene. En cualquier registro se captan las letras, es asombroso». Después de haber obtenido críticas favorables incluso en el Kerrang británico y de haber vuelto a actuar en la edición del Festimad del 99 (y van ya tres), girarán de nuevo para promocionar «Equilibrio» y conseguir aumentar la cantidad de fans de su rock agresivo e inteligente.