Es tu primera vez en España…
Estuve alguna vez de paso en Amsterdam durante una escala, hace como dos o tres años, así que sí, esta es la primera vez que vengo y conozco Madrid. Estoy impactada de tener agotados los conciertos, sin tener todavía un disco en el mercado. Es muy loco lo que está pasando, he sacado un par de sencillos, y quise hacer estos shows, como manera de probar lo que estaba pasando, y cuando anunciaron la venta de entradas, se agotaron en un día. Después sacamos un Café Berlín en Madrid y también se agotó en un día, y mucha gente me escribió a decirme que se había quedado sin boleto. Es muy loco todo, estoy muy contenta y muy agradecida de que me hayan recibido así, con este ánimo de escuchar mi música.
¿Cuál crees que haya sido el factor determinante para que hayas tenido ese recibimiento?
Creo que las redes y los medios han funcionado increíble. Youtube sigue siendo maravilloso, la gente está conociendo mi música allí, y también a través de Spotify, Apple Music, etc. Ahora, el streaming siendo independiente te permite llegar muy lejos. Ni en mi país puedo estar en la radio porque para eso una disquera se tiene que poner la camiseta, hablando de las épocas en que la radio era la opción. El streaming en cambio te lleva a lugares en los que si conectas, conectas, y la gente va a ir a oír, porque conectó, y nada más. Yo creo que por eso han resultado tan bien las cosas aquí en España.
¿Te consideras afortunada por ser ahora mismo un fenómeno digital?
Estoy muy contenta y muy agradecida, he sido una artista independiente, sin tener un equipo detrás. Y todo esto se ha logrado en parte por esta era en la que vivimos en la que cualquiera puede subir una canción, lo cual es maravilloso. Hay gente que sube un montón de cosas que no conectan, muchas que no nos llegan. Pero la maravilla es que ahora la gente elige con qué si conecta. Yo no le he pagado a nadie, ni tengo una super producción, ni me pasan en televisión para promocionarme. La gente que me oye lo hace porque le gusta, y es un querer muy honesto. Esa es la maravilla de esta época, que puedes dar delete o play, no te lo meten a las orejas como un poco antes. En ese sentido me siento afortunada que alguien me quiera oír y agotar los boletos por gente que simplemente me quiere oír.
¿Cómo empezaste en el camino de la música en México?
Mis padres hacen instrumentos, son luthiers, pero a la vez son músicos. Mi padre es contrabajista, y mi madre clarinetista, y siempre en las fiestas sacaban la guitarra, el cuatro venezolano, el charango. En casa la música siempre fue de pasársela bien. Yo crecí con eso, fue muy natural, crecí en una ciudad muy musical que es Veracruz, la parte de música, es muy fuerte, y tiene mucha presencia en la ciudad. Entonces fue todo muy natural cuando tomé la decisión de dedicarme a hacer mis canciones y cantarlas. Y antes de eso pasé por muchas cosas. Desde muy niña canté, toqué el piano, estudié trompeta, violín, como que mis padres estaban muy pendientes de que siempre estuviera tocando un instrumento. Cuando ya era hora de ir a la universidad. Entré a estudiar canto jazz, y después de eso me salí, no terminé por irme a Nueva York, a grabar un disco, y a trabajar con Charlie Hunter, y con mis amigos allí. Y sí, yo siento que todo fue muy rápido, que he vivido cosas importantes que me han enseñado muchísimo para sobrevivir, a una edad relativamente temprana.
"María Grever, Chabuca Granda y Violeta Parra me conmovieron y me enseñaron con sus discos lo que es una buena canción"
Te comparan con Chavela Vargas, a la vez que estás en una escena en México en que sobresalen varia cantautoras como Natalia Lafourcade, Carla Morrison o Mon Laferte. ¿Cómo harás para definir tu propio camino y encontrar tu propio sonido?
Al final nada que no sea hacer mi música. Las comparaciones las hace la gente o la prensa, porque hay una necesidad muy humana de ponerle etiqueta a las cosas, como cuando salió una cantante de jazz que se llama Cécile McLorin, y dijeron es “wow, es tan buena como Ella Fitzgerald”. e ella dijo que no, que la gente comparaba porque lo necesitan, pero que realmente ella hace lo suyo, que no hay que probar nada en ese sentido, y yo creo que tiene mucha razón. En México pasa mucho eso, estamos todas las cantantes independientes, las cantautora que compartimos como cierto corte estético, siempre hay una comparación inmediata de lo que ya se conoce, y está bien, a mí me da mucho honor si me dicen que me parezco a Chavela Vargas, pero lo cierto es que estoy cantando con mi voz y con lo que siento, y son temas de los que yo hablo porque vienen de mi interior. Yo no me preocuparía mucho por parecerme o no a algo, lo que hago es tan honesto y viene de un lugar tan inamovible en algún sentido que no siento que deba hacer algo para diferenciarme que no sea ser honesta y hacer las cosas con amor.
¿Por qué elegiste hacer una versión de la canción de Juan Gabriel Amor eterno?
Spotify hizo un especial de Día de Muertos, y ellos me pidieron que hiciera una versión de esa canción, y yo al principio estaba muy nerviosa porque es una canción bellísima. Esa canción fue un detonante en México, es la canción más triste del universo, si pones esa canción en un bar todo el mundo llora, y Juan Gabriel allá es un Dios, es Michael Jackson. Estaba muy nerviosa por hacer ese cover que habla de la muerte de una madre. Yo no tenía ninguna referencia para abarcar esa interpretación porque mi madre está viva y muy sana. Entonces lo que hice fue ir a Nueva York y grabarla en los estudios de Spotify, y después me volví a México, a terminarla y a producirla con Daniel Cepeda e Iván De La Rioja. Produjimos esa canción, un poco la idea y el concepto era conseguir un sonido de ensueño, hacerla muy inocente, siendo tan triste y tan fuerte, que fuera a la vez la canción de una niña. Ese fue el concepto. A partir de ahí fue un detonante, todos los mexicanos en Estados Unidos lo promovieron, allí tuvo mucha receptividad. Juan Gabriel es maravilloso, le debo mucho, más allá del legado hermoso que dejó y de la identidad que le dio a México, yo particularmente le debo mucho.
¿Antes de eso te gustaba la música de Juan Gabriel?
Hay un porcentaje muy grande de personas que se saben las canciones de Juan Gabriel, que lo conocen porque es lo que han escuchado en su casa toda la vida, es algo que hace parte de la cultura popular, la verdad yo no tuve eso, en mi casa no se oía Juan Gabriel, realmente yo lo empecé a querer e implementar en mi vida musical tarde, ya adolescente y adulta. Y al principio siempre pasa que uno puede ser un poco reservado con la música popular masiva, a mí me pasa, pero luego la veo con calma y digo “aquí tiene que haber algo muy bueno si lo escucha mucha gente”, lo quiero entender desde un lugar muy crítico. Y la verdad es que él me ganó, me fue ganando, y después salió esto de Amor eterno, y dije “wow”. Ahora lo admiro muchísimo.
¿Qué otros intérpretes de la música tradicional mexicana te inspiran?
José Alfredo Jiménez me inspira muchísimo, me conmueve mucho. Álvaro Carrillo, Oaxaqueño, también me encanta, Agustín Lara tiene unas canciones bellísimas y particularmente conecto mucho con su música porque a él lo cantó una mujer llamada Toña La Negra que es del Puerto de Veracruz, entonces hay una relación de amor ahí, Natalia Lafourcade además le hizo un disco homenaje. También hay mujeres que escribieron e interpretaron música maravillosa por el lado Latinoamericano, María Grever, Chabuca Granda, Violeta Parra, me conmovieron y me enseñaron mucho a través de sus discos, lo que es una buena canción.
También hiciste una colaboración con el grupo de neo bolero Daniel, Me Estás Matando, con quienes hace una aproximación a este género. ¿Qué tal la experiencia?
Grabar esa canción (Tenías que ser tú) con Dani fue muy lindo, él tiene una manera de escribir muy funcional, él sabe cómo conmover, con ciertas cosas y ciertas palabras. Grabar una canción con su grupo fue muy divertido, son muy graciosos y me la pasé increíble. Como están en mi círculo musical más cercano, me cuesta hablar profesionalmente de ellos porque son mis amigos.
Cómo haces para encontrar ese sentimiento genuino que caracteriza la interpretación de la música popular latinoamericana…
Es un misterio para mí. Obviamente hay ejercicios y maneras de lograrlo. Hay una cosa muy teatral, y hay algo de sensibilidad, de ponerte en un lugar emocionalmente, aunque no sea verdad, pero que te permita entrar en la canción. Hay gente a la que le facilita más que a otra. A mí me sale muy natural ese componente de drama. Un poco el trabajo que hay debajo de esa interpretación es leer el texto, la canción al final es un texto, y buscar qué elementos vocales apoyan el sentimiento del texto, qué herramientas de mi voz van a generar un estado emocional en la gente que escuche el texto de la canción que es una cosa muy complementaria en ese sentido. Entender una canción desde un punto de vista emocional y tratar de transmitir ese sentimiento cantando, ese sería el trabajo detrás de la interpretación
¿Crees que es necesario pasar por cierto tipo de experiencias para llegar a ese punto de interpretación? o crees que también es un poco mito.
No creo que haya que pasar por cosas dolorosas para llegar a una buena interpretación, pero inevitablemente las situaciones duras y las situaciones fuertes te pueden ayudar. No es lo mismo hablar de un desamor, sin haber pasado por un desamor y sin haber tenido el corazón roto. Un poco sí es cierto que las experiencias te dan un callo para abarcar el sentimiento de las canciones. Pero no creo que para ser tan conmovedora como Billie Holiday haya que tener una vida como la de ella. Yo no la quiero tener, ni la de José Alfredo, son vidas muy duras. Yo espero poder llegar así de conmovedora y fuerte sin tener que tener esas vidas durísimas. Lo que sí te digo es que a medida que uno va creciendo y tiene más experiencias tiene también más herramientas para interpretar a conciencia lo que está diciendo.
"Las comparaciones las hace la gente o la prensa, porque hay una necesidad muy humana de ponerle etiqueta a las cosas"
¿Cómo ves la escena de tu país actualmente con el ecosistema de artistas de tu generación?
Increíble, yo creo que México está en uno de sus mejores momentos. Hay mucha música en Ciudad de México, y te digo esta ciudad porque es donde estoy radicada actualmente. Hay un renacer muy lindo del folclor, todo el mundo está ahí con la espinita de rascar las raíces, y eso me gusta, y por el otro, hay gente haciendo cosas de mucha calidad. Y es muy rico México ahora porque no solo hacen boleros, sino por ejemplo está Augusto Bracho que es venezolano, rescatando canciones hermosas, él componiendo las suyas, haciendo un disco con una producción en vivo maravillosa. Está por otro lado Alex Ferreira, haciendo canciones con mucho oficio, luego tenemos a Elsa y El Mar colombiana que vive allí. México está en un gran momento de la música popular y creo que va a ir a mejor.
¿Cuál es el grupo de músicos con el que trabajas actualmente?
Trabajo con Gustavo Guerrero (Augusto Bracho), con Alex Ferreira siempre hay un rebote de ideas, con David Aguilar, con Natalia Lafourcade hay una revisión de canciones, así como que a ella le puedo enseñar a una canción. Mi movida es de cantautores, que no lo somos tanto porque hay otra escena de cantautores así de interpretar canción con forma verso verso, precoro, coro. Mucha de la música que hago es por fuera de eso, hago un poco lo que quiero, mi entorno se acerca al final más a lo folclórico.
¿Estás planeando sacar un disco? ¿O quieres mantenerte un rato más en la onda de los sencillos?
Quiero sacar mi disco ya. Puedo adelantar que esto será el próximo año, que se llama Marchita, que es un disco oscuro de amor y desamor, y que lo produce Gustavo Guerrero (Augusto Bracho). Me siento muy orgullosa de cómo ha quedado, y me encanta sentarme a oírlo. Los artistas odiamos escucharnos, pero ese disco lo puedo oír, porque ha quedado como he querido. Me emociona hacer música con tonos atemporales, con una guitarra, voz, piano, contrabajo. Como se hicieron los discos siempre. No sonar standard es precisamente lo que quiero.
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