The Fratellis regresan a escena con un disco convincente que alberga mayor electricidad, nervio y presencia de las guitarras que entregas previas. “Sólo queríamos hacer un álbum con el que pudiésemos salir a tocar en directo… y nos salió bastante movido”. Lo cierto es que este nuevo trabajo también puede presumir de una incuestionable efectividad que lo convierte en claro destacado dentro de la discografía de los escoceses. Pero la banda tiene claro el orden de prioridades, incluso cuando hablamos de ese aspecto hedonista y festivo que desde fuera parece una prioridad. “Primero pensamos en nosotros mismos, y sólo después esperamos eso satisfaga a los demás. Si la cosa funciona entonces eres una banda afortunada”. El elepé también contiene canciones que remiten a Arctic Monkeys, una comparativa con la que no parecen demasiado emocionados. “Sólo he escuchado una de sus canciones…”.
Han pasado más de cinco años desde la anterior obra de los escoceses, “Here We Stand” (Island, 08), aunque hay un motivo clave que explica la ausencia. “Nos separamos y luego volvimos a reunirnos. Las bandas corren constantemente ese riesgo... al menos siempre y cuando sus miembros sean humanos”. Bandas que, como ellos, forman parte de una escena británica que ahora debe encajar el regreso del trío. “No presto ninguna atención a la escena musical”. Curiosa afirmación para un grupo que, en su momento, fue proclamado por el semanario New Musical Express como ‘la mejor nueva banda en Gran Bretaña’. “El NME nos odiaba cuatro semanas después de afirmar eso, lo que dice mucho acerca de ellos”. Fue la época en la que firmaron "Clesea Dagger", su canción bandera y quizás a la postre una losa para sí mismos. “Ha desviado la atención de un montón de gente, pero no la nuestra. Sólo es otra canción”.
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