Mario Cobo, guitarrista y cantante de The Nu Niles, debió de quedarse de piedra cuando un exaltado del público le hacía una comprometida petición durante un bolo en San Sebastián: “¡¡¡Cocaína!!! ¡Aquí mismo, tú y yo, demuestra lo que vales!” . “Yo le miraba y pensaba que era un loco que quería esnifar encima del escenario, en medio del show. Al acabar se aclaró la cosa, lo que quería era que tocasemos ‘Cocaine’ de Eric Clapton. El resumen es que todavía no sé cuál de las dos cosas hubiera sido peor”, explica divertido uno de los tres pilares de este trío de rockabilly, para nada fundamentalista, que se ha recorrido el Viejo Continente en diez ocasiones, amén de descargar al otro lado del charco en los festivales Viva Las Vegas o Greenbay. En este último hicieron a pachas varios temas con Eddy Nichols, vocalista de Royal Crown Revue. El nombre de una pomada para el pelo es el culpable de su paso por la pila bautismal ante un inminente primer concierto sin denominación alguna. “Sin rendición” es su sexto largo, un trabajo maduro, rico en ingredients y que apuesta por el castellano. “El destino me llevó a Iván el día que quería montar junto a Blas (batería) una banda de rhythm’n’blues (The Lazy Jumpers). Me pasé por la escuela de música donde había estudiado y allí me dijeron que acababa de llegar un tipo de Serbia que era contrabajista. Empezamos a hablar e Iván me contó que había tenido su propia banda de rockabilly en Belgrado durante diez años. Fue todo un hallazgo. Blas y yo nos conocimos compartiendo escenario con algunas bandas hasta que llegamos a The Bop Pills”. La necesidad de ampliar horizontes y buscar algo más propio y mezclado con más estilos les ha llevado a su estado actual, donde lo mismo tiran de western que de swing, y homenajean a sus compadres Los Brioles con “Be Bop Ska”.
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