Nathaniel Rateliff necesitaba cambios, en lo personal y también en lo profesional. Tras diversas crisis y dudas, el músico de Denver ha rehecho su vida. Y eso se plasma en la música: más detalles, más calma, muchas historias que contar en cada canción. Vivencias relacionadas con la ansiedad, la inseguridad o el dolor. Todas ellas musicadas junto a sus inseparables The Night Sweats, a base de sonidos de raíz americana.
Las canciones de “South Of Here” se pudieron escuchar en Mad Cool, y en los días siguientes se estableció en Barcelona con la idea de hacer promoción y disfrutar de unos días de vacaciones. Nathaniel nos atiende en la habitación de uno de los hoteles más lujosos de la ciudad. Es amable, pero hay algo de contención en sus actos, en sus palabras. Me recuerda al personaje de Tony Soprano. Por actitud e incluso por su vestimenta. En una de las repisas tiene un pequeño altar con velas, figuras y varias fotos, una de ellas de su desaparecido amigo Richard Swift. “Siempre me acompaña. Está junto a mí allá dónde vaya. La noticia de su muerte fue dura, no lo esperábamos. En lo musical tenía un gran talento y no sabemos dónde iba a estar su techo”. Pero volvamos a “South Of Here”. En discos anteriores, Rateliff se había decantado más hacia el soul y, aunque en este trabajo todavía hay canciones que van en esa línea, aquí el camino es más de cantautor con una filosofía más pop en el contexto general del álbum. El disco se grabó en una primera tanda de diez días para preparar demos y algunas voces y, más tarde, se juntaron todos en el estudio para grabar a la vieja usanza. “Para este disco me apetecía estar todos en la misma sala, tocar mucho las canciones, que tuvieran un rodaje y pudieran coger su forma. Quería sentir la sensación de equipo, de unión. Para mí, esta vez era muy importante. También estaba la figura de Brad Cook, el productor, que tenía que estar de acuerdo con el plan. Y lo estuvo”.
"No me marco metas más allá de las que tengo al alcance de la mano"
“South Of Here” nació tras superar el bache vital de Rateliff, un bache en el que confluyeron tanto la pérdida como la sensación de vacío y desesperanza. Por eso ha decidido escribir sobre esos sentimientos. “No es fácil escribir sobre esos asuntos tan dolorosos que aparecen en tu vida, pero hay que afrontarlos y, una vez lo consigues, tienes una sensación de alivio que te permite seguir adelante. Y ahora más que nunca necesitaba exponer todo esto. Así que ahí están las canciones como representación de un proceso vital”.
El disco aparece una vez más en el sello Stax, uno de los emblemas de la música americana, del cual se estrenó recientemente un documental sobre el que Rateliff me comparte su opinión. “Me gustó tanto lo que vi como el tratamiento, pero eché de menos que apareciesen más The Staple Singers. Hace poco coincidí con Mavis Staples, con quien somos buenos amigos, y me sorprendió nuevamente ver cómo canta a sus ochenta y cuatro años. Es increíble. ¡Un prodigio! Además es una gran persona. Todo en ella es bondad y un ejemplo solidario”.
Sobre Nathaniel Rateliff, el mismísimo Robert Plant dijo que era uno de los músicos que debía mantener la antorcha, destacando su capacidad compositiva. Otros le han comparado con Bruce Springsteen, así que no cabe duda de que está en buena posición para tomar el relevo. Es más, en el programa de Howard Stern nos sorprendió con una fantástica versión de “Dancing in The Dark”. “Me siento halagado, aunque esas son palabras mayores. Yo debo seguir mi camino y lo que llegue bienvenido será. No me marco metas más allá de las que tengo al alcance de la mano. Lógicamente hay que ser ambicioso y por eso celebro cada logro como una victoria, pero mi mayor triunfo es poder subirme a un escenario”.
Aprovechando la coyuntura, me intereso por la opinión del artista por otros temas al margen de su carrera musical. Por un lado, este otoño tendrán lugar las elecciones en Estados Unidos, un momento crucial para sus ciudadanos que marcará el futuro de un país que ahora mismo se mueve en arenas movedizas. Allí es habitual que músicos y actores se pronúncien sobre su ideología y sobre quién quieren que gane esos comicios. “El país está en un momento en que hay que establecer unas líneas que aseguren el futuro. La clase media está desapareciendo, hay demasiadas diferencias entre ricos y pobres. Yo me decanto por la vía demócrata, pero al final me fijo sobre todo en las personas y son estas las que me tienen que convencer con un programa sólido”. También tenemos unos minutos para hablar de baloncesto. Él es asiduo a los partidos de la NBA y gran seguidor de los Denver Nuggets. “Me divierto mucho viendo deporte en directo, sobre todo baloncesto. Y sí, me gusta mucho Nikola Jokic. Entiende muy bien el juego. Tiene ese IQ europeo. En cambio, apenas veo fútbol [en este caso, soccer] porque me resulta más aburrido. Y los campos son muy grandes [risas]. Prefiero la cercanía de un pabellón”.
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