"Lo que intento con mis canciones es encontrar un equilibrio"

Una de las voces más atractivas del momento, protegida de Matthew E. White y telonera de Ryan Adams, Natalie Prass ha entrado con fuerza en el mundo del pop con “Natalie Prass” (Spacebomb/Music As Usual, 15), un disco al que seguir el rastro de muy cerca.

Hasta el momento, Natalie Prass es la debutante que ha hecho más ruido en lo que llevamos de este 2015. Ninguna otra chica ha coleccionado más elogios y diría que, en este caso, con razón. Sus canciones suenan clásicas, pero con un matiz de modernidad, una paleta de estilos que va del soul-pop al R&B, pasando por el jazz. “Cuando escribo tengo claro que tengo muchas opciones, pero no es algo matemático ni estudiado, siempre me interesaron muchos estilos de música. Cuando llegué a Nashville desde Virginia también vi que había más visiones. Lo que intento con mis canciones es que sean profundas, pero tampoco demasiado, que algunas sean más ligeras pero tampoco mucho. Encontrar un equilibrio, pero tomado como algo natural”. Matthew E. White ha sido el productor del disco. Se conocen desde que eran adolescentes, si bien no fue hasta que un amigo en común les unió profesionalmente cuando empezaron a colaborar. Ha sido un camino más bien largo (un año para tener terminado el disco), pero finalmente está en la calle de la mano de Spacebomb, el sello del propio White. Un excelente trabajo con temas como el single “Bird Of Prey” o “It Is You”, una pieza con una historia ligada al cine. “Esta canción la inspiró la película ‘Punch-Drunk Love’ de Paul Thomas Anderson, y en particular esa escena en la que suena ‘He Needs Me’ de Harry Nilsson. Es muy bonita, romántica, con esos colores. Como compositora me planteé crear una canción alrededor de esa historia y, además, me excitaba la idea de usarla para cerrar el disco”.

Prass estuvo en la banda de Jenny Lewis como teclista, y la figura de esa chica tocando la guitarra eléctrica le impactó. “Estaba acostumbrada, sobre todo cuando en Virginia, a que las chicas tocasen el piano o la acústica, pero nunca una guitarra eléctrica. Además, cuando iba al instituto, era la única chica que tocaba en una banda, que se mezclaba con los chicos. Ellos me protegían, siempre me hicieron sentir bien”. Ahora ha tenido la posibilidad de compartir gira con Ryan Adams. En Copenhague no pudo actuar y Adams apareció en el escenario transformado y vestido como una chica para interpretar alguna de sus canciones. “Tuve problemas con mi billete de avión, fue muy frustrante. Después tuve noticias de lo que hizo Ryan, fue divertido oírlo. Es una anécdota de la que me podré reír dentro de unos años”.