“Siento que tengo una necesidad constante de hacer música, es lo que más me gusta y ahora también lo que quiero hacer”, explica Lacunza al hablar sobre cómo surgió “Duro”. Y es que, durante su gira ha sacado tiempo para componer y producir música, viajando a Miami y París para hacerlo. Aunque ha dejado bastantes canciones fuera del EP, se ha permitido experimentar y hablar de cosas de las que todavía no se sentía preparada de plasmar en su música. La pamplonesa dice haber encontrado la fuerza y confianza en sí misma para adentrarse en esos mundos. “Siento que estaba atascada en la nostalgia y la tristeza. Esto sigue teniendo intensidad porque al final trabajo con cosas muy emocionales. Pero creo que el lenguaje en el que se transmiten las emociones es un poco diferente, tanto a nivel narrativo como musical”.
Este nuevo EP viene con sonidos que se alejan bastante de su disco “Tiene que ser para mí”, pero que están muy influenciados por la música que ha estado escuchando la artista. “Creo que la música, como las personas, es una cosa que evoluciona. Tus necesidades de expresión también varían conforme pasa el tiempo”. La cantante nunca se ha quedado “atascada” en ningún género musical, su música ha ido variando desde su primer EP “Otras Alas” a sus últimos trabajos musicales. “Creo que la base del proyecto es precisamente el cambio y la evolución. Empecé con 19 años y ahora tengo 24, es lógico. Creo que entendemos la música en nuestra generación así, para acompañar a tu proceso personal”.
"Muchas veces parece que ser chica en la industria conlleva pelearte con el resto, porque al final somos menos"
“Duro” estará disponible en físico únicamente en formato de vinilo, para ella es “un caramelito visual”. En la portada se pueden observar cinco figuras que representan los alter egos de cada canción. “Quería darles vida a los conceptos de las canciones, trasladarlos a una cosa visual que no fuera yo misma, pero que me representará”. Aunque en un principio eran gatos, la gente cree que son osos: “son unas cosas monísimas, muy pequeñas y coloridas. Así me siento yo”, comenta. Por ello, nos ha explicado qué representan cada uno de ellos: “Duro (Intro)” es el rojo, color con el que Natalia se ha sentido muy identificada al ser símbolo de lucha y sangre. La canción habla de eso mismo, de la soledad y de ser una persona que aguanta el tipo. “Dije, vamos a hacer un muñeco monísimo pero que tenga algo que represente esa lucha interna: la cola con espinas”; “P.D.P”, siglas de pena del pasado, trata de “cosas que sigues manteniendo a día de hoy, pero desde otro punto. Me recordaba a un alter ego de mí misma, a la mala de King Possible, por eso ese verde. El muñequito está llorando unas lágrimas que cuando se van, ya no vuelven”.
“Creo que en la vida sentimos que el amor no está hecho para nosotras, que no encajamos en las relaciones y que nunca serán sanas. “La próxima” es un tema que habla de cuando esa sensación se rompe y sientes que es posible, que hay un atisbo de luz”. Se representa con el color amarillo al verlo como “el amanecer y la esperanza”; “Nunca llega 05” es una canción que habla del “momento previo a dejar ir las cosas. Un tema de tirar el corazón a la ventana de alguien, que se estampe y se derrita porque no hay ningún receptor, por eso tiene esa estrellita. Me parecía que a nivel musical era rosa chicle”; “Verdadero” habla del autorreconocimiento, de “sentirse orgullosa de ti misma y que dé un poco lo que pase fuera. Para mí era azul porque era como el cielo del estado emocional, me daba sensación de paz y de tranquilidad interior”.
"He aprendido muchísimo y tengo muchas ganas de seguir haciéndolo"
El show más grande que ha hecho en solitario será en La Riviera. Tras recorrerse prácticamente toda España con su gira, ahora le toca descansar. “Creo que los proyectos tienen que tener sus momentos de respirar y de volver otra vez con el hype”, confiesa. Pese a tener miedo de que la gente no fuese a ir por haberla visto más veces, está yendo bien y está muy contenta. “Estamos preparando un show muy chulo con un montón de colaboraciones. Lo vamos a dividir en dos partes, una de despedida a “Tiene que ser para mí” y otra para presentar oficialmente “Duro”.
“Es de las últimas cosas que voy a hacer antes de cerrar el chiringuito”, comenta Natalia sobre su próxima actuación en el Tecate Coordenada (Guadalajara, México). “Tengo muchas ganas de ir allí en formato festival. Cuando fui hace dos años a Ciudad de México, fue lo más, me quedé flipando con la gente, todo el mundo estaba gritando las canciones”. Antes de esa última parada y La Riviera, participará en el Spotify EQUAL FEST. “Estoy surfeando encima de la idea de que voy a tocar en el Wizink, es muy fuerte. Creo que hasta el mismo día no me voy a dar cuenta de que eso va a pasar. Realmente es un honor”. Una iniciativa que surge para darle valor al trabajo de la mujer en la industria, y visibilizarlo. “Siempre me posiciono mucho porque creo que es necesario y porque me toca de primeras. Me parece muy guay, porque así nosotras trabajamos en conjunto y hay más unión. Muchas veces parece que ser chica en la industria conlleva pelearte con el resto, porque al final somos menos. Nos han educado en la competitividad y en pisarnos”, cosa que ella no comparte. Su banda está formada solo de mujeres, decisión que tomó hace tres años como un acto “egoísta y político” al mismo tiempo.
Este año ha colaborado en el disco de Ana Mena, en “Me he pillado x ti”. Tema que surge porque ella empezó a postear cosas del disco de Lacunza. “Yo estaba obsesionada con “Música ligera”, nos hacíamos la pelota por Instagram”, comenta entre risas. Un día la malagueña le propuso participar en su álbum. “Me puso la canción y me pareció un hit. Es una tía súper trabajadora, todo lo bueno lo tiene ella”. El año pasado estuvo en el disco de Leiva, con “Premio de consolación”. “Fue increíble colaborar con él y cantar luego con él. Casi lloro y todo, o sea, con el amor que me transmitieron en el escenario lo in que estaba la gente, lo in que estaba él. Me pareció precioso realmente. Para mí ha sido una figura muy importante. Yo escuchaba mazo Leiva. A día de hoy me sigue gustando, pero yo tuve una etapa muy Leiva. Me sorprendí muchísimo, para bien, es una persona adorable y súper respetuosa con el trabajo de todo el mundo”
“Es surrealista. Entiendo que han pasado cinco años, para mí por dentro incluso han podido pasar diez. No lo tengo muy asimilado. Es bastante guay mirar alrededor y ver lo que hemos evolucionado. He aprendido muchísimo y tengo muchas ganas de seguir haciéndolo, el hecho de ver toda la evolución es muy satisfactorio. He hecho lo que me ha dado la gana, he trabajado y me he esforzado muchísimo. Siento que he conseguido muchas cosas a nivel personal y de puertas para afuera también”, concluye Natalia al preguntarse sobre el quinto aniversario de la edición de OT18.
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