“Curves” supone vuestro primer disco después de haber lanzado dos epés. Pero antes de comentarlo más a fondo, me gustaría saber si hay algún significado detrás de este título. ¿Por qué “Curves”?
Esperamos prácticamente hasta el último momento para escoger el título del disco; dimos con él el día que finalizamos la grabación. Me preparaba para un examen final, con interrupciones telefónicas constantes por parte de Marc, cuando me di cuenta de que la respuesta estaba delante de mis narices: geometría de curvas y superficies, materia que debía entender a la perfección para lograr el aprobado al día siguiente. Nada define mejor nuestra música que eso, las curvas, la continuidad entre canciones, y es que a pesar de que no tienen nada que ver unas con otras, todas están interrelacionadas por un je ne sais quoi que imagino como una especie de filamento curvilíneo, algo así como un rollo muy esotérico que creo que ha funcionado bastante, pues a todos les ha parecido de maravilla.
"Esperamos que a todo el mundo le guste, transmita lo que hemos intentado plasmar y que, poco a poco, más gente se vaya uniendo a esta maravillosa familia que se llama Barbott".
Después de varios meses cociendo este álbum, supongo que ya habréis tenido tiempo para reflexionar sobre todo el proceso. Para empezar, ¿cómo fue grabar en ArcticWave Studios?
Fue una experiencia muy enriquecedora que aprovechamos sobre todo para explorar sonidos. Martí a la guitarra, Iribarne al teclado, y Mulet a la batería, concretaron las melodías de un “Curves” aún en gestación, mientras Marc, bajo en mano, administraba redes sociales, y yo vigilaba y daba instrucciones. Esta última no fue tarea fácil, pues a la que me despistaba Martí aprovechaba para dar rienda suelta a sus dotes circenses tocando la flauta con la nariz y Marc se dejaba ir interpretando “El taxi” con la guitarra de doce cuerdas. Fueron días bonitos e intensos, tanto por el buen ambiente que crearon Ignasi Miranda y Carlos Dueñas como por el simple hecho de estar todos juntos dándonos amor.
Otras de las decisiones importantes que habéis tomado hace bien poco fue formar parte de La Cúpula Music. ¿Qué ha supuesto para vosotros esta decisión y qué creéis que va a suponer en un futuro?
Estamos encantados con el trabajo que está haciendo el equipo de La Cúpula Music, que nos ha allanado el terreno para obtener un hueco en el panorama musical nacional. El menda, José Zagazeta, y Raquel Calvo nos han recibido con muchísimo cariño y nos han cuidado desde el primer momento. Todos presentimos que hemos acertado con la decisión, y que trabajar con ellos solamente puede traernos cosas buenas – y ojalá alguna que otra gira.
La inicial carta de presentación de “Curves” fue “My Morning Every Window”, el primer single, pero habéis querido pegar más fuerte con “Cream”. ¿Cómo está funcionando este nuevo single? ¿Estáis contentos con el resultado del videoclip?
El nuevo single está funcionando, ya ha superado las 145.000 reproducciones en Spotify y parece que a la gente le entran ganas de mover el esqueleto cuando la escucha, por lo que estamos contentos. El otro día, mi madre bailaba una suerte de danza tribal en el comedor a ritmo de “Cream”, nuestros compañeros de universidad comentan que la canción está chévere y Martí no pasa un día sin escucharla al despertarse, así que, al menos, a nivel doméstico, la cosa va bien. Además, Spotify ha dicho cosas bonitas sobre el tema, varias revistas online se han hecho eco, e incluso El Periódico ha hecho una buena reseña, así que no podemos quejarnos.
Algunos medios definen vuestro sonido con palabras como “indie pop que te envuelve y te transporta”, “rock furiosamente enérgico”. ¿Cómo ha evolucionado el sonido de Barbott de “Margarita” (13) a “Curves” (16)? ¿Creéis haber encontrado un sonido genuino, vuestro sonido, o aún estáis en su búsqueda?
Ha llovido desde entonces. Ni el sonido que buscamos ni el método de composición son los mismos. En “Margarita” cada uno aportaba su granito de arena, por así decirlo, a la base compuesta por Guillem, para que finalmente Toni Toledo y Jaime G. Soriano acabaran de perfilar las piezas. En “Games For Two”, el proceso fue en la misma línea, esta vez culminado con la producción de José Caballero y una vez más Jaime G. Soriano, dándole este primero un toque más cañero, en comparación con “Margarita”. En “Curves”, por otro lado, no hemos contado con productor, sí con ciertas directrices generales y consejos de Ignasi Miranda, que ha sido como nuestra navaja suiza durante la grabación del álbum. En cuanto a la concepción, cabe decir que el verano pasado, al sentir que nos estábamos estancando, me encerré unos días en casa a componer. Tenía ganas de volver a crear cosas interesantes, darle un toque fresco y electrónico al grupo, y así hice. Cuando ya llevaba la mitad de lo que acabaría siendo “Curves” escrito, Sergi Puig abandonó el grupo y fue substituido por Albert Iribarne, amigo fiel y, más importante, de talento y buen gusto musical. Casi inmediatamente topamos con ArcticWave Studios, el empujón que necesitaba para terminar de esbozar el disco, y conseguir un sonido retro para los teclados, sonidos limpios y llenos para las guitarras, y bajos potentes para remarcar ritmos. El grupo ha confiado y creído en esta composición, y cada uno ha aportado su toque personal a cada canción, acabando de redondear el sonido que buscábamos.
Tanto “Curves” como vuestros anteriores epés, ¿de qué artistas e influencias beben? ¿Cuáles han sido y son vuestros referentes?
La verdad es que no hay un estilo fijo que nos inspire. A mí me gusta ir desde el sonido retro de Connan Mockasin y Mac DeMarco hasta el sonido psicodélico de Tame Impala, The Growlers, Dungen e incluso Radiohead en su último disco. Por otro lado también nos gusta mucho, en especial a Iribarne y a mí, FKA Twigs, Jamie XX y James Blake. Iribarne es, de hecho, un fan devoto de este último. Martí y Marc, por otro lado, valoran un sonido más cañero similar al de Courtney Barnett, Parquet Courts e incluso algo más “fisno” como Andy Shauf. A Adrià le va mucho el rollo folk y gente tocando la gaita.
Centrándonos en las letras de las canciones, ¿es el inglés el idioma con el que os sentís más cómodos a la hora de expresaros musicalmente?
Nuestras influencias son, en su gran mayoría, anglosajonas, así que es casi natural que las letras que escribo sean en inglés. Al fin y al cabo no escucho casi nada en español a menos que sea Mecano.
Dejando ahora de un lado el largo, vosotros, como grupo emergente que lucha por un sitio dentro de la industria, ¿cuál creéis que es la actitud que debe tener cualquier artista o banda para lograr un cierto reconocimiento?
Nos consideramos bastante camaleónicos y pretendemos que la conexión entre cada uno de nuestros proyectos sea tenue y prácticamente imperceptible, pero que exista un vínculo en cierto modo. En un mercado como el actual, es importante ir cambiando, es algo que tenemos muy claro todos. Además, tampoco queremos parecernos al típico grupo whatever super trashy que se lleva ahora, en plan escuela de la calle y esos rollos flauteros. Cada uno de nosotros tiene objetivos paralelos a la música: Martí, Iribarne y yo seguiremos por el camino de las matemáticas y la física, Mulet seguirá su carrera como director de cine y Marc será encantador de perros (ya es veterinario) y cazatalentos musical (se quiere dedicar a la industria musical).
Hace poco la plataforma Spotify os ha considerado uno de los artistas más prometedores del 2016. ¿Cómo habéis recibido tal noticia?
La hemos recibido con mucha ilusión y aún estamos sorprendidos con su opinión sobre nosotros. Que contacte contigo Spotify y te diga que lo que haces mola es el tipo de recuerdos que uno entierra en su mente hasta su último aliento. Ha sido muy bonito, de verdad.
Y para acabar, ¿qué reacción esperáis con “Curves”? ¿Cuáles son vuestras metas a corto plazo?
Esperamos que a todo el mundo le guste, transmita lo que hemos intentado plasmar y que, poco a poco, más gente se vaya uniendo a esta maravillosa familia que se llama Barbott. Nuestra principal meta a corto plazo es darlo todo en cada uno de los conciertos que demos, ya que, ¿hay algo más importante que un buen directo?
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