“Cinco años dan para mucho y para poco. El tiempo pasa rápido”. Tras el aclamado “Habiak”, publicado por el sello Esan Ozenki en el año 2000, y los conciertos posteriores, que le llevaron más de dos años, hemos podido escuchar a Anari en contadas ocasiones. Por ejemplo, poniendo voz a Gailu –el proyecto de Mikel Abrego (batería de Bap!!, Inoren Ero Ni y de la propia Anari)– y en la Pil-Pil Session grabada junto al navarro Petti, que nos dejaba cuatro temas a cual mejor. A pesar de estos dos trabajos, este lustro ha servido para la preparación de “Zebra”, el tercer largo que publica la que, en varias ocasiones, ha sido definida como la PJ Harvey euskaldun. Tras cinco años de silencio discográfico, lo primero que escucharás de Anari en este nuevo trabajo será su voz: “Erori banaiz ere, gorantz erori naiz / nola urazalatzen diren arrainak hiltzean” (A pesar de haberme caído, me he caído hacia arriba / al igual que los peces emergen al morir”). Así es como comienza el tema que abre el disco. “Con esta frase me ocurrió una cosa muy curiosa. Una vez tenía escrita la frase, la escuche o la leí un par de veces. De todas maneras, antes de comenzar la grabación del disco, tenía claro que el disco comenzaría con esa frase. Es una frase que ha tenido mucho peso en mi vida”.
"Lo más bonito del disco es el silencio. Cómo el aire entra y sale entre los acordes y las palabras" |
En el disco encontramos un buen abanico de colaboradores. Todos ellos vascos: Gaizka Insunza y Hannot Mintegia (Audience), Rober! (vocalista de Atom Rhumba) y Jabi Manterota (Amodio y ex guitarrista de Lisabö), entre muchos otros. Todos ellos se han sumado al habitual equipo de Anari, formado por Drake, Borja y Mikel Abrego. Además, el disco ha sido grabado por Karlos Osinaga, componente de Lisabö. “Es la selección vasca. Me siento muy cercana a bandas como Audience, Amodio, Lisabö o Atom Rhumba. Quizás desde la distancia no se perciba tan bien como nosotros desde dentro, pero si tienes diez canciones, según qué grupo de músicos elijas, los temas irán por un camino o por otro. Esta elección es fundamental y estoy muy contenta con el resultado”. Desde la distancia, simplemente, esperábamos un nuevo disco de Anari, un regreso ansiado por muchos. Y poco a poco –como nos aconseja la propia artista–, despacito y con buena letra, nos acercamos a “Zebra” para encontrarnos con una expresión musical cruda y preciosa, que provoca sentimientos agridulces. En total, se trata de diez temas redondos de rock crudo y de medios tiempos, combinados con una amalgama de estilos, que van desde camufladas melodías pop hasta el sonido americana. El cambio es notable en referencia a sus anteriores dos trabajos. “Para mí es necesario cambiar si quiero mantener viva la creatividad. Necesito llevar mi cabeza a otras tierras. Se puede acertar o no, pero es el cambio que yo he elegido y para mí es de provecho”. Nos podríamos quedar con muchas cosas del disco, pero preferimos que elija la propia Anari. No duda un instante. “A pesar de que sea una paradoja, habiendo trabajo con músicos del ámbito rock, lo más bonito de este disco es el silencio. El aire entra y sale entre los acordes y las palabras. Es una sensación que me ha gustado mucho”. Entramos con delicadeza en la comparación –aparentemente sempiterna y ya hasta odiosa– con PJ Harvey, o con otros autores de la talla de Tom Waits o Nick Cave. Sin embargo, queda claro en el primer intento que Anari no se mueve en parámetros de bueno y malo. “Dejemos a un lado el juego de ´el mejor´ y ´el peor´. Ya están otros para estos cuentos. No existe la mejor canción, ni el mejor cantante. Quizás, la que más guste, pero no la mejor. No somos quien para juzgar qué es bueno y qué malo. Yo me fijo en si esa persona lo ha visto desde el mismo punto de vista que yo, si me ha enseñado algo nuevo o si me ha emocionado. ´La mejor canción´, ´la mejor película´, ´la chica más guapa´… es asqueroso”. Tajante. Escribir sigue siendo la gran afición de Anari, en el tiempo libre que le deja su trabajo como profesora de filosofía. “Esta vez, las letras pedían otra dureza que no recogían los discos anteriores”, que se refleja en el tema que cierra y resume el disco. Las letras, cercanas a la prosa –que han sido rematadas por Iñigo Aranbarri–, forman un pequeño libro necesario de leer para entender de qué va todo esto. Curiosamente, todo nace de una cita que incluyó el escritor Joseba Sarrionandia en uno de sus libros. Dice así: “Alguien se encontró con una cebra y le preguntó si era blanca con rayas negras o negra con rayas blancas, a lo que la cebra le respondió: Y tú, ¿qué eres? ¿Alegre con días tristes o triste con días alegres? ¿Bueno con cosas malas o malo con cosas buenas?”. Blanco o negro. Blanco y negro. Nada de grises.
That insight solves the prmobel. Thanks!