Pues sÍ; Harper mantiene la querencia al combate, pero únicamente de manera testimonial. Primero fue «Welcome To The Cruel World», luego «Fight For Your Mind» y «Will To Live», y ahora «Burn To Shine»: «Es muy representativo el hecho de elegir el título de un álbum, porque es lo primero que recibe el público; se trata del primer reclamo, en esta ocasión es también el título de una canción, quizá la que mejor refleja el espíritu del álbum». Pero no se lleven a engaño, que aquello de denunciar las injusticias –tan presentes en los dos primeros trabajos- ha pasado a mejor vida. «Me preocupa estar encasillado como una persona que escribe letras comprometidas socialmente. Evidentemente, es una parte interesante, pero no quisiera aburrirme de escribir siempre lo mismo; es muy importante manejar esto para no chocar con la creatividad. Digamos que es un proceso de maduración». Proceso que, por lo oído, pasa igualmente por el abandono de su parte más hip hop e incluso punk -que la hubo-, adoptando como recambio un rock cercano al sureño («Show Me a Little Same» es puro Black Crowes, del «The Southern Harmony And Musical Companion») teñido de blues, como si hubiera salido del Bajo Mississippi y no de los Angeles. «Es cierto que últimamente escuchado mucha música sureña, aunque no me gustaría quedarme en un grupo concreto. Respecto al blues, es una poderosa influencia y como soy un chico con la mente abierta intento llenar todo el espacio musical lo mejor que sé. Pero no diría exactamente que el blues sea el recambio del hip hop, porque son estilos muy diferentes. En general, el blues proviene de la esclavitud, y en el hip hop no está presente esa raíz. Son obra de generaciones distintas, y los resultados son muy diferentes. «Fight For Your Mind» –de su segundo Lp, nrd.- es una canción claramente hip hop, y no tiene nada que ver con temas de este disco como «Suzie Blue», aunque esta canción tiene también un toque muy jazzy».Por supuesto que la estrella absoluta sigue siendo la guitarra, y es que Ben Harper se define como «un guitarrista. No quiero ser cantautor ni nada parecido. Soy un guitarrista por naturaleza; lo demás viene por añadidura». Un guitarrista en acústico, que todavía utiliza algunas veces la Weissenborn, una guitarra de cuello vacío hecha por Herman Weissenborn a finales de los años veinte y principios de los treinta. «También utilizó otras guitarras, mezcla de acústica y eléctrica, con las que se consigue un sonido muy especial. Es fantástico en directo, porque mucha gente no concibe el rock en vivo interpretando en acústico, y se muestran muy sorprendidos». Hablando del directo, este verano Harper se ha paseado por Europa, compartiendo cartel con grupos tan dispares como Metallica, Marilyn Manson, Placebo o Garbage, además de figurar de manera destacada en varios festivales de jazz. «En realidad, trato de no olvidarme de dónde estoy, y si toco rodeado de bandas de jazz, me ajusto a eso, aunque manteniendo siempre mi estilo. Y tocar con Placebo o Marilyn Manson es, sobre todo, algo muy cool y divertido, y más aún cuando son grupos que congregan a mucha gente». Más allá de esto, su mayor preocupación –que ha provocado el adelantamiento de las perceptivas tareas de promoción- es el inminente nacimiento de su segundo hijo, tema del que prefiere no hablar públicamente. En cualquier caso, Ben Harper no se detiene. «Este disco está trabajado inmediatamente después de terminar el anterior, si bien el proceso de grabación ha sido muy largo. Ahora si sigo escribiendo canciones, porque tengo que mantener la mente en actividad. El mejor camino para controlar el futuro es trabajar en el momento». Sí señor, como el mejor de los eslóganes electorales: «Mi futuro es el presente».«Burn To Shine» está publicado por Virgin.
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