El músico ilicitano alude a la nostalgia, aunque siempre como algo positivo. El amor por el cine y una estética muy particular en su obra, complementan un trabajo laborioso que se desmarca de lo habitual en nuestra escena musical. “Disco Bleu” es su último álbum, otra oportunidad para descubrir a un músico que en la charla que viene a continuación, explica los porqués de sus canciones y el camino a seguir con ellas.
Para empezar, podrías explicar cómo fue el proceso de creación de “Disco Bleu”.
Voy a intentar sintetizar... Después de terminar mi segundo disco “Amor, música & lágrimas” o más bien, mi primer musical, cómo me gusta llamarlo, sentí que todavía había mucho que explorar pero nos pilló la pandemia y fue fatal, también para el disco aunque por suerte gustó en Japón y por ahí pude salvar un poco la situación. En plena cuarentena me dediqué entre otras cosas a componer un disco para mi hijo que era muy pop setenta a lo McCartney y poco después llegó una gran noticia proveniente de Estados Unidos para que participara con una canción en un álbum, el cual debía entregar después del verano, así que pensé en coger las ideas que más me gustaban y ponerme a trabajar en un nuevo álbum y grabarlo al mismo tiempo. Mi forma de componer es tocar en la cocina o el dormitorio de casa, buscando ese momento en el que las ideas están claras. Escogí las mejores canciones y grabé una demo con todos los arreglos. Suelo hacerlos con voces pero ya imagino lo que busco. El disco se volvió muy confesional y retrospectivo, en definitiva muy personal. Los temas del disco giran alrededor del perdón, el deshacerse del yo, el mundo que dejamos a nuestros hijos y el canto al amor.
"Los temas del disco giran alrededor del perdón, el deshacerse del yo, el mundo que dejamos a nuestros hijos y el canto al amor"
Y en cuanto a la grabación, ¿qué destacarías?
Llamé a mi amigo y productor Jaime Beltrán, con quien ya trabajé en el disco anterior. Me gusta mucho la idea de tener un productor y alguien que entienda lo que buscas y el sentido de mi música, Jaime y yo nos entendemos genial. Él quería trabajar en los estudios Gismo7 en Motril y así lo hicimos. Como en el anterior, fuimos toda la familia y aprovechamos para estar juntos, entre baño en la piscina y sesiones, que la verdad fueron bastante intensas para los músicos. Nosotros grabamos como en los sesenta, buscando la primera toma, tocando juntos, a veces el tiempo es buen aliado para no perderlo en cosas superficiales. Todo el equipo fue el mismo y creo recordar que fueron cinco días. Trabajamos mucho ya que son discos un tanto ambiciosos para hacerlos en periodos tan cortos de tiempo. Nosotros volvimos a casa y Jaime ya trabajaría las mezclas a distancia porque todavía estábamos en periodo Covid.
A mí me gustaría destacar los arreglos de las canciones. Las revisten de una elegancia que les sientan muy bien.
Gracias. Como decía antes soy un fanático de la música de los cincuenta y sesenta, cuando los arreglos no son un colchón sino aportan pasión, tensión, ayudan a la canción en su narración. También estoy muy influenciado por el cine, crecí en la época del videoclub y he visto tanto cine de todo tipo que veo la música como un medio visual. Es más, me encantaría hacer música para cine o documentales, creo que tengo una visión concreta. Desde George Martin a Morricone o Burt Bacharach… y otros que no tuvieron tanta difusión.
En comparación a tus discos anteriores, creo que “Disco Bleu” es una continuación muy coherente.
Sí, y buscada y consciente, porque quería seguir experimentando con el sonido del anterior y creo que voy encontrando un sello en lo que hago. Es muy confesional y siento que no tengo nada que demostrar, solo quiero sentir y hacer sentir con mi música. Estoy muy emocionado porque veo mi sello y como quiero conectar y hacer cómplice al oyente. Quiero compartir las cosas que me gustan, a veces son detalles o cambios de acordes y guiños que hago buscando transmitir emociones. ¿Sabes esas cosas que encuentras en artistas diferentes pero te gustan porque tienen algo en común? Pues un poco eso. Es algo que estudio de los grandes como Morricone, Brian Wilson o Tom Jobim.
En cuanto a las letras, tienen ese punto de nostalgia. Pero no tanto como “Lo de antes era mejor que lo de ahora”, sino como recuerdos vivos y bien bonitos.
Me encanta que lo hayas pillado porque es justo eso. Muchas canciones son recuerdos o vivencias propias, otras son juicios que me hago a mí mismo como hombre, persona y padre. Para mí cantar al amor es importante porque te digo que lo necesitamos para mantener esta conexión al mundo y a la vida. El amor siempre nos acerca a los demás y a lo que somos.
En el primer single, “Mediterralia”, hay un momento en que dices “nada cambia”. ¿Cómo te ha cambiado a ti la vida en los últimos años con todo lo que hemos vivido?
Ha sido terrible para todos, pero piensa que mi generación solo hemos vivido crisis económicas, conflictos bélicos mundiales, la era del miedo. Siempre he sido una persona bastante introvertida, dejé de ver la televisión hace muchos años porque me quitaba el sueño, me afectaba de verdad. La pandemia era algo que no parecía posible y creo que nos ha dejado tocados en muchos sentidos. Espero que la vida que llevamos capitalista e insaciable se haya visto tocada también porque nos necesitamos los unos a los otros y la pandemia nos acercó a eso. Hay gente muy buena en el mundo que vela por nosotros de forma desinteresada, pero falta mucha empatía. Se rechaza todo lo diferente y es que realmente no somos nada diferentes. Lo malo del ser humano es que olvida rápido.
"Yo estoy un poco metido en mi cueva y sigo buscando en el pasado porque hay mucha música increíble menos conocida"
Así es. Por otro lado, me parece muy atractiva la estética de todo lo que rodea a tu música. ¿Qué importancia tienen las portadas para ti? ¿En qué os inspiráis?
Mi intención es que cuando se vea mi obra, se vea con coherencia y estéticamente atractiva. Las portadas de mis discos las veo como otra forma de comunicar visualmente. Yo trato las portadas como cuadros, que puedas enmarcarla en tu casa y te inspire, o cuando entres en Spotify o iTunes se vea esa continuidad. Para mí es igual de importante que la música. La inspiración es de muchas cosas. Para este disco me reuní con Alexia Navarro que es la creadora de todo el arte y estuvimos hablando sobre música, cine, arte, conectamos con la visión. Desde Ibiza en los sesenta o Grecia, los anuncios antiguos, el Mediterráneo claro…
En tu música hay la influencia del jazz (además del lounge y la bossa). Ahora hay una nueva escena muy interesante con músicos jóvenes planteando nuevos horizontes en este estilo. ¿Cómo lo ves tú?
Yo estoy un poco metido en mi cueva y sigo buscando en el pasado porque hay mucha música increíble menos conocida, pero sí he notado que las cosas de ahora que me gustan a veces podrían ubicarse perfectamente en el pasado porque suenan y tienen esa estética. Lo hacen genial, el talento debe salir siempre adelante. Es una pena que el éxito se mida por parámetros muy alejados a un discurso interesante, da igual el estilo.
Antes hablabas de cine y creo que tus canciones tienen un aire muy cinematográfico. Cuéntame, a grandes rasgos, ¿cuál es tu relación con el llamado séptimo arte.
[Risas] Qué maravilla, porque justo lo comentaba antes. Mi bagaje no es tanto la literatura pero sí el cine. Como decía crecí en la cultura de videoclub, también iba al cine pero mis hermanos mayores y mi padre traían muchas pelis a casa, también devoraba el cine clásico con mi madre. El italiano de los cincuenta, esas pelis de La 2 en TVE o “Qué grande es el cine”. Vamos, me apasiona y hago un llamamiento por si algún director quiere que ponga mi visión, porque me apetece muchísimo hacer algún score, creo que podría hacer algo muy bonito. El cine clásico me inspira mucho, la primera canción del disco el título viene de la peli “El Nadador”.
Por cierto, siempre me gusta preguntar por el título de los discos, ¿por qué en este caso “Disco Bleu”?
Es otro de esos guiños que me gusta hacer. Tiene que ver con otro álbum de The Style Council, pero sobre todo con la idea de algo feliz o festivo pero con mucha saudade. Es un poco como considero mi música. Es alegre y eufórica, pero tiene ese toque elegante y cool. Es un gran título que además evoca al mar.
Por otro lado, en España hay muchas escenas, aunque yo la divido entre quienes se mantienen en una misma dirección y quienes se atreven a hacer cosas distintas. Pero también hay artistas, como tú, que se quedan un poco desubicados. ¿Cómo lo ves tú?
No lo sé, España es un país pequeño culturalmente hablando. Los políticos tratan la cultura como algo menor y eso nos está matando como sociedad. Yo siento que hay muchas escenas en las que, por inseguridad, se ve con malos ojos lo que hace el otro. A mí me da igual, hace poco toqué con Helado Negro y a los pocos días con John Myrtle que es un chaval de Londres, y me sentí igual de bien. Yo solo quiero hacer música que resulte importante, que te haga sentir bien, emocionarte recordando a alguien que te importe, o ponerte una sonrisa en la cara mientras vas por la calle. Yo hago mi camino nada más, mientras se suceden fenómenos musicales, pero yo sigo aquí cantando al amor. Si necesitas algo así aquí estoy.
Para acabar me gustaría saber si tienes algunos planes futuros.
Pues tengo esa colaboración en ese disco internacional que saldrá para la primavera del 2023, también hay una idea muy loca de ir a Estados Unidos que ojalá se materialice. Me gustaría ir a Reino Unido, aunque ahora estoy viendo hasta dónde puede llegar la difusión de mis discos en Japón. Igual sale algo y me encantaría ir. Seguir mejorando y explorando. Ya sabes que lo importante es el camino y no la meta.
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