La escena independiente necesita grupos frescos. Japandroids, es decir Brian King (guitarra y voz) y David Prowse (batería, voz y nuestro interlocutor en esta entrevista), lo son. Su desenfadada forma de entender el indie rock, crudo, rápido y eficaz –como siempre debería ser- no sorprende, pero sí hace disfrutar de lo lindo como si fuesen un cruce entre Superchunk, The Thermals, los primeros Archers Of Loaf, Titus Andronicus y Black Sabbath. Procedentes de Vancouver, estos dos jóvenes canadienses no parecen preocuparse en mucho más que hacer lo que les gusta. Euforia, excitación y energía. “Diría que lo que estamos intentando hacer es tocar lo más duro posible y con todo el sentimiento que podamos. Queremos hacer algo realmente genuino, que surja del corazón. Es la música que nos gusta escuchar a ambos y, por tanto, es lógico que sea también lo que toquemos”. Lo que les gusta, y como les gusta. Factura lo-fi para unas canciones que nunca necesitan más. “Es la más divertida manera que sabemos de grabar. Lo hicimos en The Hive, que es uno de los principales estudios de Vancouver y donde han grabado Black Mountain y la mayor parte de los grupos de la zona. Lo que ocurre es que, al final, hicimos un disco ‘lo-fi’ porque es como nos gusta que suene. Nos preocupó mucho más captar la energía de cada interpretación que hacer que cada nota sonase a la perfección. Nuestro disco vendría a ser una buena grabación de un concierto en directo, o por lo menos eso es lo que hemos pretendido conseguir”. Ahora bien, después de dos Ep´s y un primer larga duración de lo más rasposo, falta ver si tras la repercusión obtenida Japandroids cambiarán su perspectiva sobre grabar y acaben dando forma a álbumes llenos de violines y teclados. Dios mío, no, eso no debe ocurrir. “Nos encanta como suena ´Post-Nothing´ y teníamos muy claro que lo queríamos así, pero es complicado saber cómo sonará el próximo disco. Hemos estado escribiendo nuevas canciones, lo que no significa que ya estén acabadas. Eso sí, sabemos que no queremos que se nos etiquete como ´otra banda lo-fi´. Tengo la esperanza de que la gente no espere que grabemos el mismo disco cada uno o dos años. Además, nosotros mismos no tenemos ningún interés es hacer lo mismo una y otra vez. Nos aburriríamos mucho”. Lo que sí parecen tener claro es que Japandroids va a continuar siendo un dúo durante el máximo tiempo posible. “Ambos nos sentimos muy cómodos siendo un dúo. Hace mucho tiempo pensamos en fichar a otro miembro para que fuera el cantante solista, pero jamás hemos pensado en añadir más instrumentos. Ser dos nos da mucha flexibilidad para sonar tan fuerte y tan caótico como nos parezca”.
Aunque han apuntado en varias ocasiones ser fans de Guns N´Roses (“bueno, Brian lo es, pero no del material nuevo”), cuando listamos referencias su nombre no suele aparecer y sí los de The Thermals, No Age o ese referente que siempre serán los Superchunk de los primeros tiempos. “Se nos ha comparado ya con Superchunk en alguna ocasión, pero no les he escuchado. Lo que ocurre es que siempre ha habido bandas anteriores que hayan sido influidas por los mismos artistas. Por ejemplo, aunque no hayamos escuchado a Superchunk o The Thermals, me da la sensación de que nos gustan la misma música y los mismos grupos”. De todos modos, ese sonido revolotea sobre el sesenta por ciento del material de Japandroids, mientras que el restante es mucho más pesado, heavy y crudo.“Es cierto que la segunda mitad del disco engloba los temas más ruidosos, pero al mismo tiempo los más lentos y más tranquilos como ´I Quit Girls´ o ´Sovereignty´, que podría ser lo más cercano a una canción pop que hayamos escrito. Intentamos equilibrar las cosas y si incluíamos una composición lenta, también tenía que ser ruidosa. Intentamos mezclar distintas caras, lo que convierte todo esto en algo más divertido. Hacer algo de pop y a continuación una jam lenta y pesada... Es una forma de explorar las distintas caras que podemos tener siendo solamente un guitarra y un batería”.
Los chicos tampoco se plantearon nunca buscar un sello discográfico y tenían suficiente con autoeditarse. Así vieron la luz sus primeras canciones y así llegó a la calle inicialmente “Post-Nothing”, por lo menos hasta que Unifamiliar Records les echó una mano en Canadá y posteriormente el boca-oreja provocó que una discográfica tan respetable como Polyvinyl les acogiese en su parrilla de grupos. “Contactaron con nosotros cuando empezaba a haber movimiento a nuestro alrededor. Escucharon el disco, les encantó y no tardaron nada en llamarnos. Son gente auténtica, honesta, que cree en nuestra música y confía en nosotros desde el punto de vista creativo, lo cual es una situación ideal. La verdad es que hemos tenido mucha suerte”.
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