La próxima semana podremos verla bajo su nombre artístico de Museless en el barcelonés Festigàbal (18 agosto) junto a artistas como Hidrogenesse, Me And The Bees, El Petit de Cal Eril, Los Bengala o Playback Maracas.
¿Cómo una doctora en psiquiatría se convierte en una artista emergente de la música electrónica española?
Bueno, me dedicaba a la música antes de convertirme en psiquiatra. Siempre digo que estoy en tierra de nadie. En psiquiatría no tenía la vocación del nivel psicótico y en el terreno musical nunca me decidí a estudiar un master en música. Aunque sí que di clases de piano durante muchos años y, como me aburría, acababa improvisando desde que era muy pequeña. Las grababa con una grabadora de cassete portátil. La colocaba al lado del piano y le daba al rec y me tiraba horas improvisando mis paranoias. Un día de estos debería recuperar esas cintas, pueden tener cosas interesantes (risas).
¿Quieres decir que cuándo todos grabábamos hits de la radio tú directamente grababas tus propios hits con el piano?
También grababa un programa de radio ficticio con mi hermana con dos micros bajo el título de Radio Peu Podent (Radio Pie Maloliente) (risas). Mi hermana me entrevistaba y yo hacía de científica que encontraba seres raros en el microscopio (risas)… Pero volviendo a la pregunta, como la carrera de psiquiatría te roba todas las neuronas, volví a utilizar la música como vía de escape artística. Pasé del piano de pared y me compré un teclado midi que conecte al ordenador y yo solita en mi casa me dedicaba a producir piezas musicales cuando salía de la facultad. Muchas de esas piezas acabarían saliendo en vídeos artísticos de Enric Sant (quien nos acompaña durante la entrevista y es el encargado de las visuales de los directos de Museless y alguno de sus vídeos) y algunos amigos suyos videoartistas.
Entonces, para ti siempre ha existido una relación entre música y visual...
Sí, cuando componía mis primeras piezas me inspiraba en escena de películas que me gustaban de aquella época como “El piano” de Jane Campion o… “Gladiator” (risas). Nunca he tocado en una banda y nunca he formado parte de ningún proyecto musical. Tampoco había tocado en directo más allá de algún concierto de piano clásico. Mis primeras experiencias musicales fueron poniendo música a imágenes. Además, Enric ya se dedicaba a hacer video-proyecciones para otros artistas y le interesó lo que hacía y quiso apuntarse al proyecto desde el principio.
En directo os acompaña más gente...
Tengo tres formatos diferentes para diferentes espacios. El principal soy yo a los instrumentos y Enric a las visuales, pero en muchas ocasiones también nos acompaña el guitarrista Toni Feliu. Últimamente hemos incorporado el violón de Toni… y también pega gritos en algún tema (risas). Sí, los entona muy bien. Y ahora he introducido un Microkorg para que me sirva de apoyo en la parte más vocal del show.
¿Consensuáis las visuales entre los dos o es una cosa de Enric?
(Enric) Depende, la mayoría de veces comienzo yo con una idea y luego lo hablamos, aportando más elementos entre los dos. Comenzamos a charlar sobre cada tema, probamos diferentes ambientes y nos influenciamos mutuamente. “Frozen Heart”, un tema que me encanta, me transporta a universos de ciencia-ficción como “Blade Runner” o la nueva de “Tron”. Por eso busqué esa sensación de ciudad futura y la figura de un motorista solitario que conducía por una ciudad sintética.
¿Cuánto tiempo tienen las canciones de “Dichotomic History”?
Muchos de los temas del disco son muy cercanos cronológicamente a los de “Grey Boy EP”. Cuando estaba componiendo para ese EP ya tenía ocho canciones, que han acabado casi todas en el disco. “Bloody” fue el segundo tema que compuse tras “Grey Boy”, pero al final no la incluí allí porque pensaba que no funcionaría… y luego sí que ha funcionado. Es un tema viejo, quizá hace dos años que comencé a componerla, pero el resto de composiciones del disco son bastante nuevas. Piezas que he ido improvisando en los conciertos. “Hybrid”, por ejemplo, nació en el Ciclo Experimental Híbrid de La Garriga, donde toque junto a Balago. “Frozen Heart” tenía dos versiones, una más acústica y otra más rítmica, y las fui puliendo y mezclando en los conciertos hasta convertirse en el tema que sale en el disco.
¿Tu forma de crear es puramente improvisación?
Sí, desde pequeña: sentarme delante del piano y ver lo que sale.
¿Y tus letras también nacen de la improvisación o son más metódicas?
Son bastante espontáneas. Muchas veces parto de alguna experimentación fonética, como en “Frozen Heart”, partir de vocales y consonantes definidas y luego buscar una historia y frases que encajaran con esta estructuras. “Hybrid” se articula alrededor de una sola frase que se va repitiendo. Y hay algunas canciones que son poemas de mi padre traducidos del castellano al inglés, como “477” y “Fiesta nocturna”.
Tu padre escribe poemas, el piano era de tu madre, tu hermana es ilustradora (autora de la portada de “Bloody”). ¿Cuándo dijiste que querías ser doctora en psiquiatría te miraron mal o algo parecido?
Mi padre es físico jubilado… reniega mucho de la educación de “letras”, pero luego escribe poemas muy bonitos… He crecido rodeada de arte y ciencia, como verás, estoy justamente en medio (risas). Creo que he conseguido que las dos crezcan paralelamente poco a poco. Hacer música electrónica no deja de ser muy científico, por eso: ritmos y compases que te hacen ser más matemático.
En tus influencias se habla mucho de bandas como Beach House o Chromatics, pero también veo mucha electrónica de baile en temas como “Última guardia” o “Skyscraper”.
Nace, más que nada, del proceso creativo de improvisar. Nunca he sido muy consciente de mis influencias y, francamente, hay muchos grupos que he descubierto gracias a las comparaciones de amigos o periodistas. Pero realmente no soy una gran melómana ni una gran consumidora de música. No he tenido demasiado tiempo para ello y muchas veces no tengo paciencia para escuchar un disco entero de alguien si no me emociona mucho. Las canciones del disco han nacido cada una en un momento muy definido y son hijas de sus circunstancias, sin pararme a pensar si tal y cual suenan a otras influencias. Por eso el disco es tan variado y lleva el título de “Dichotomic History”.
¿Te has inspirado en tu trabajo para componer alguna letra del disco? ¿”Última guardia”, por ejemplo?
En realidad soy más de hacer temas instrumentales, es donde me siento más cómoda. Mi trabajo siempre ha sido instrumental y Museless nace cuando comienzo a introducir letras. “Última guardia” se titula así porque lo compuse en el ordenador en mi última guardia del hospital antes de casarme. En parte se quedo ese nombre porque fue producida en un montón de horas muertas de las guardias en el hospital, con el busca siempre a mano por si surgía alguna urgencia.
¿Cómo fue el contacto con Luup, un sello bastante femenino que tiene a gente como Marion Harper, Pavvla y tú?
Cuando acabé el primer EP, me seleccionaron para participar en el concurso del festival Embassa’t de Sabadell. Antes de ir al concurso publiqué el EP en Bandcamp y Soundcloud, porque había intentado contactar con algunos sellos sin tener ninguna respuesta positiva. Tampoco había hecho ningún concierto todavía como Museless, y Enric me decía que primero buscara bolos antes de publicar el EP. Siempre he sido impulsiva: hacer una canción y publicarla. Entre la promo que hizo el festival y la actuación en la final del concurso, el proyecto le gustó al dueño del sello (con el que no había contactado, por cierto) que contactó con nosotros dos días después del concierto. En junio ya firmamos un contrato y en julio publicamos "Grey Boy EP". Pero lo de ser casi todas mujeres no está hecho adrede. Es un sello muy joven y hemos empezado Marion, Paula y yo casi a la vez… y creo que han fichado dos proyectos más femeninos.
¿Te gustaría colaborar con Marion y Pavvla en un futuro?
¡Claro!… y ya hay hablada alguna cosilla…
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.