Mulero es un titán del techno, nuestro mayor estandarte nacional en el género y todo un señor que se viste por los pies. A sus cuarenta y un años, después de darle la papilla a todos los Dj’s patrios y tras más de dos décadas tras los platos, el madrileño acomete su segundo trabajo en largo, un “Black Propaganda” en el que vuelve a su techno más duro, musculoso y oscuro.
Tras más de veinte años de carrera y cerca de una treintena de maxis, en 2011 Óscar Mulero daba por fin el salto al formato largo con “Grey Fades To Green”, un disco en el que desplegaba todas sus influencias, del techno oscuro al jazz futurista, pasando por el acid y, cómo no, el Detroit más puro. “Hasta entonces estaba mucho más familiarizado con los doce pulgadas, que, aparte de los dos álbumes firmados como Trolley Route, es lo que básicamente había sacado. Un largo debe tener otro planteamiento, un enfoque distinto. Así que creo que llegó en el momento en el que estaba preparado para hacerlo, cuando tenía algo interesante que contar en formato larga duración”. Ahora, sólo un año más tarde, nuestro artista techno más internacional se anima a contarnos más cosas en “Black Propaganda”. “La idea de este era hacerlo mas orientado a la pista de baile, así que el proceso ha sido mas fácil y corto en términos de tiempo comparado con el anterior en el que había más estilos, canciones ambientales o básicamente enfocadas a la escucha”, me explica Óscar. “Con ‘Black Propaganda’ hay otro planteamiento: al estar todo enfocado a la pista, ha fluido todo de forma más natural y se ha agilizado, ya que es algo con lo que estoy más familiarizado. De hecho, el cincuenta por ciento de las ideas estaban hechas hace un año y las había ido probando en mis sets”. Seguro que han funcionado de maravilla, porque los nueve temas que conforman este nuevo trabajo son puro Mulero y traen al madrileño de vuelta a un sonido más oscuro y musculoso. Si hubiera que usar dos palabras para definir este disco, podrían ser músculo y esqueleto, y es que lo que también se nota en “Black Propaganda” es cierta depuración, un giro hacia lo esencial, hacia la columna vertebral de los temas. “Quería que el disco se acercase al techno más actual sin perder matices de identidad porque creo que a la gente que está familiarizada con mi música le es fácil reconocer mi sonido. Hay menos elementos, secuencias y beats más repetitivos, la velocidad es algo más lenta…”. No obstante, pese a querer sonar actual, Mulero no se deja llevar por las modas, como por ejemplo ese revival que parece que empieza a vivir en nuestro país el house en sus diferentes palos. “No son sonidos que tome como referencia: me interesa aportar algo o tratar de hacer algo que resulte interesante para la gente que sigue el techno y en concreto mi sonido. No me importa mucho cuál pueda ser la moda musical de ese momento. Aunque hay una cierta evolución con el tiempo, es muy importante para mí mantenerme fiel a mi sonido”. Esta filosofía casa a la perfección con la frase que tiene escrita en la cubierta de su laptop: “Only dead fish go with the flow”. Creer en lo que haces hasta el final, sin importar lo que te rodea. “Exacto. Es fundamental para que la gente que tienes delante y va a escucharte lo reciba de este modo y crea también en ello. No importan las modas: habrá épocas en que tu sonido no esté tan de actualidad y tengas que en cierto modo ir en contra de la corriente”. No hay duda de que Óscar Mulero siempre ha hecho lo que ha querido, sin importar lo que dijeran los demás. Un claro ejemplo fue cuando, hace tres años, se pasó a pinchar en digital y talibanes de la escena de clubes pusieron el grito en el cielo. “Para mí todo se reduce a que me aporta buenos resultados: es un concepto nuevo de set y me divierte. Sin lugar a dudas si pudiese contar con la misma cantidad de material en vinilo que hace años lo seguiría utilizando a nivel profesional, pero no es el caso, y para alguien que hace una media de cien actuaciones al año, eso te limita bastante. Además, todos los top Dj’s extranjeros (Dave Clarke, Surgeon, Aphex Twin…) se han pasado al digital y no se ha montado tanto escándalo al respecto”. Un tipo en sus cabales y lógico donde los haya que prefiere que en sus sets abunde la materia prima de calidad a satisfacer a unos cuantos fundamentalistas por puro guayismo. “Es que parece ser que ahora todo el mundo es cool porque defiende el vinilo, pero me gustaría saber dónde estaban todos esos puristas a la hora de comprar los discos. Quizá si hubieran aparecido muchos de los sellos de techno no habrían tenido que cerrar o empezar a editar material en digital”.
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