Murina estarán actuando en Barcelona (7 marzo, Sala Slow), junto a Billordo.
La historia de Murina, como la de tantas otras bandas, arranca con un anuncio en redes sociales. El clásico “busco batería”. Así se conocieron la italiana Martina de Lugnani y la finlandesa Laura Vainio, ambas afincadas en Barcelona desde hace años. “Desde el primer momento hubo muy buen rollo y el formato dúo nos pareció una idea interesante para explorar nuestra música”, recuerda la cantante y bajista, siempre dispuesta a desmontar cualquier tipo de clichés referentes a sus lugares de procedencia. “Eso de las diferencias culturales es un poco relativo. Laura es del sur de Finlandia y yo soy del norte de Italia, así que no es tan extremo como suena. En todo caso, nos enriquecen y complementan”.
Su primer EP, un trabajo homónimo formado por cuatro viscerales cortes, apareció en el pandémico 2020. El tercero y último como power duo, “Stuff Galore”, a finales de 2021. “Nos sentíamos muy cómodas y sólidas en ese formato. Teníamos una conexión muy especial y disfrutábamos mucho tocando juntas. Sin embargo, siempre estuvimos abiertas a la posibilidad de ampliar la banda”, puntualiza la bajista, defensora a ultranza de la exploración sonora para seguir creciendo musicalmente.
“Nos encanta la idea de darle un impulso al ‘girl power’ juntas"
Con todo, Murina –“gruñido” en finlandés– nunca buscaron activamente un guitarrista, simplemente apareció al otro lado de la pantalla. Otra vez las redes sociales. “Iñigo [Torío] nos contactó a través de Instagram y nos dijo que tenía algunas ideas de guitarras para Murina. Nos pareció interesante y decidimos organizar una jam para conocernos. Su forma de tocar y actitud nos encantó”. ¿Encontraron la pieza que faltaba o con él simplemente son una banda diferente con el mismo nombre? “Sentimos que Murina sigue siendo Murina, pero con una nueva dimensión. Es como si hubiéramos subido un escalón más en nuestra evolución musical”, sostiene Martina, quien considera que el guitarrista encajó como un guante en la banda porque también mamó mucho grunge y noise.
En los once cortes de su largo debut, “Nueva forma de vida”, siguen efectivamente evocando a The Breeders, Hole, Babes In Toyland y sobre todo Sonic Youth. “Esas bandas de adolescencia siempre están ahí, ¡son como el primer gran amor! [risas]. Pero también escuchamos mucha música nueva, bandas como Chat Pile, Margaritas Podridas, Big Brave, DIIV, It It Anita, Lysistrata…”, enumera la bajista.
El setenta y cinco por ciento de las canciones de Murina, explica Martina, siempre partió de improvisaciones en el local de ensayo. Este porcentaje se mantiene tras la incorporación del tercer miembro. “Nos juntamos, empezamos a tocar y dejamos que la música fluya. Y de esas sesiones de improvisación solemos sacar la semilla o la idea principal que luego desarrollamos. ¡Siempre tenemos la grabadora encendida para no perdernos nada! [risas]”. Eso sí, ahora son tres cabezas aportando ideas y dándole vueltas, y “eso enriquece el proceso creativo”, admite.
El título “Nueva forma de vida” rompe con su anterior discografía por el uso del castellano por primera vez en su carrera. “En este disco también tenemos títulos en euskera, finés e italiano. Nos gusta aprovechar todos los recursos que tenemos a nuestro alcance, y los idiomas son uno de ellos”, subraya Martina, quien resta importancia al cambio argumentando que la conexión con la audiencia va más allá de las letras. “La música que nos gusta tiene un lenguaje universal que llega a todos y una energía que hace vibrar cada átomo de tu cuerpo”.
Volviendo al título del disco, este es un reflejo espontáneo de su momento como banda. Querían explorar nuevas formas y texturas, y con ese objetivo cambiaron de estudios de grabación. “Nuestros inicios estuvieron marcados por el sonido de Milo Gomberoff, de Hukot Estudios, y estamos muy agradecidas por haber trabajado con él. Sin embargo, desde hacía tiempo teníamos la inquietud de probar un sonido diferente. Fue Sergio Picón de Aloud Music quien nos recomendó a Daniel Gil [The Last 3 Lines, Ikarie] y su estudio Siete Barbas. Para conocer su manera de trabajar, hicimos una sesión en directo en la que tocamos tres temas. La experiencia fue tan positiva que decidimos grabar el disco allí mismo”.
Después de años de autogestión, Murina se unen a La Rubia Producciones, un colectivo liderado por Núria Castañer del que también forman parte otras bandas y artistas tan interesantes como Bones Of Minerva, Maud The Moth y Veracruz. “Nos encanta la idea de darle un impulso al ‘girl power’ juntas. Creemos que tenemos un discazo entre manos, algo auténtico y que va a contracorriente de la escena musical actual en España”.
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