Mundo marino
EntrevistasMy Brightest Diamond

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Jordi Nopca — 26-08-2008
Fotografía — Archivo

Shara Worden retoma en su segundo disco como My Brightest Diamond, “A Thousand Shark’s Teeth” (Asthmatic/Touch Me Records), su vertiente más vanguardista y experimental, que le permite mezclar rock, pop, electrónica y arreglos clásicos con la épica impresionista de su voz.

"Cada canción tiene un color distinto: hay un toque de canción francesa, un poco de electrónica …"

“A Thousand Shark’s Teeth” es un álbum de elaboración compleja y dilatada que llega dos años después de su debut: no defraudará a sus seguidores, pero sí les desafía a escucharlo con calma y mucha atención. “La idea inicial era escribir un disco para un cuarteto de cuerda y mi voz, pero a medida que pasaba el tiempo las canciones pedían nuevos arreglos y se fueron transformando”, nos cuenta Shara, que reconoce la complejidad de su nuevo repertorio. Afortunadamente, su capacidad de conmocionar al oyente ha aumentado con los años y aunque ella se empeñe en decir que este disco es mucho más terrenal que su predecesor sigue siendo altamente ensoñador en canciones como “To Pluto’s Moon”, “From The Top Of The World” o “The Ice & The Storm”. “El disco empieza con dos canciones que conectan bastante con ‘Bring Me The Workhorse’: ‘Inside A Boy’ tiene un crescendo rock que puede recordar a ‘Something Of An End’ y ‘The Ice & The Storm’ tiene un desarrollo lento y lleno de detalles como ‘Gone Away’ o ‘Dragonfly’. A partir de entonces el disco se acerca musicalmente al impresionismo, con la influencia de compositores como Debussy o Ravel. Cada canción tiene un color distinto: hay un toque de canción francesa, un poco de electrónica y una presencia importante de elementos orquestales, que en vez de adornar las composiciones –como pasa en mucha música pop– son su columna vertebral”.

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