“La sangre del mundo” es un disco que grabaste en Buenos Aires justo cuando estalló la pandemia. Esa circunstancia te obligó a quedarte allí más tiempo del que tenías pensado. ¿Cómo se ha visto afectado el disco por esta situación?
Se ha visto afectado totalmente. El disco todavía no estaba terminado de componer y el contexto de la pandemia me ha generado un espacio de focalización e introspección que de manera normal hubiera sido difícil de conseguir. El proceso de grabación se ha hecho de manera remota con músicos de diferentes lugares del mundo, no hemos podido hacerlo como siempre con los músicos en el estudio. Además, hemos tenido que buscar profesionales que tuvieran posibilidad de grabarse desde su estudio en casa, ya que el disco se grabó durante los momentos más duros de la pandemia.
"Muerdo no es una música solo de entretenimiento, sino que tiene un componente cultural. De hecho, no es la primera vez que le pongo música a poemas y textos que no son míos".
Para este nuevo disco has trabajado con Matías Cella, ingeniero y ganador de un Grammy Latino; Diego Pérez, músico y productor, en el estudio; y colaboras con artistas como Niño de Elche o Perotá Chingó. Juntos habéis creado un trabajo iberoamericano que mantiene tu particular personalidad sonora. ¿Consideras que esta alianza entre España y los países latinoamericanos ha sido fundamental para poder conseguir tu tan característico sonido?
Sí, yo creo que mi sonido ya no se puede desvincular de Latinoamérica. Son seis o siete años que vengo viajando por ahí y, bueno, sobre todo este último y “Viento Sur” (16) son los más influenciados por esto. Latinoamérica forma parte del ADN de Muerdo, la mayoría de los géneros que trabajamos provienen de ahí, desde el reggae hasta la chacarera, el son cubano… Géneros que se van repitiendo dentro de mis discos y provienen de Hispanoamérica. Y la otra parte, la Mediterránea, la llevo innata. Soy del sur de España y hay muchos dejes que también llevo dentro.
La canción “Coplas”, la colaboración con Perotá Chingó, también está a modo de bonus track con un remix a cargo de Chancha Via Circuito. Es un tema que está hecho a base de textos muy importantes dentro de la cultura latinoamericana, que cómo decíamos antes, ha influenciado mucho a tus composiciones. ¿Cómo se os ocurrió la idea?
Teníamos el disco sin terminar y pensamos que era bonito hacer algo que partiera de textos ajenos. Queríamos que fueran muy significativos para la cultura iberoamericana, como es el caso de José Martí (escritor y político cubano) y “El Gaucho Martín Fierro” de José Hernández. Muerdo no es una música solo de entretenimiento, sino que tiene un componente cultural. De hecho, no es la primera vez que le pongo música a poemas y textos que no son míos. En lo musical, utilizamos un género del norte de Argentina, muy arraigado de la cultura popular, y pensábamos que un texto así le iba genial.
Pero esta no es la única referencia clara a esta cultura, porque en el cuarto tema del disco, que también ha sido single, versionas “Yo pisaré las calles nuevamente” de Pablo Milanés. Es una de las composiciones más reivindicativas del disco, si no la que más. ¿Qué te llevo a querer hacer una versión de este tema?
Es una canción mítica de hace más de cuarenta años y que tiene una vigencia absoluta por todo lo que se está viviendo en los últimos tiempos en Chile. La idea de recuperar el tema era para traerlo a este contexto actual, ya que, por desgracia, los tiempos en que Pablo Milanés escribió la canción en plena dictadura de Pinochet y los episodios de represión que se han vivido en los últimos meses tienen mucho que ver. Pero también la hemos actualizado sonoramente, la hemos llevado al candombe electrónico, un género uruguayo que se creó en la mescolanza, muy ligado a la calle y a la lucha social.
¿Y por qué sentiste la necesidad de hacerla single?
Cuando pensábamos en el plan de lanzamiento no la veíamos como single, pero el día 25 de octubre era un día histórico para Chile, se celebraba el plebiscito de aprobación de la nueva constitución, era la culminación de todo el proceso social y dijimos “vamos a sacarla ese fin de semana”. La lanzamos dos días antes y tuvo mucha repercusión en Chile por el momento en que salió. Y la idea era esa, acompañar a la gente en ese proceso histórico.
"Pienso que tanto las canciones como los videos deben tener múltiples significados de lo que se quiere decir y nos gusta eso, dejar abierta la interpretación del oyente".
Al margen de este, has sacado otros tres sencillos con sus respectivos videoclips. Hay dos que van hacía una temática más fantástica, “La sangre del mundo” y “Mensajero”, y otros con unos relatos más mundanos, “Yo pisaré las calles nuevamente” y “Aguacero”. ¿Cómo te surge la idea de estos dos tipos de clips?
Los dos videoclips más fantásticos tienen un tono más críptico, su simbolismo y su trama no son muy evidentes y tienen un lenguaje más cinematográfico. Ambos están hechos por Fardo, una productora argentina que trabajan más cine que videoclips. Estos dos temas tienen un mensaje más difícil de entender. La letra de “La Sangre del Mundo” o “Mensajero” tienen más trasfondo que los otros dos singles. Ya que el mensaje que se quiere transmitir en las otras dos canciones es más evidente. Por tanto, queríamos que fueran más claros, uno con imágenes de los conflictos de Chile y el otro que mostrara al cantante y a los músicos. Los otros dos los quisimos hacer más de “paranoia”. Son muy bonitos estéticamente, pero cuesta entender lo que se está queriendo decir en la parte visual, pero no me molesta que sea así. Pienso que tanto las canciones como los videos deben tener múltiples significados de lo que se quiere decir y nos gusta eso, dejar abierta la interpretación del oyente.
A lo largo de tu carrera has colaborado con una larga lista de artistas, desde cantantes con una trayectoria más larga como Luis Eduardo Aute o Amparanoia hasta intérpretes que prácticamente están empezando en ello como Guitarricadelafuente o Travis Birds. De todos ellos, ¿con cuál aprendiste más y cuál fue el que más te sorprendió?
Con la que he aprendido más ha sido Amparo Sánchez. Nuestra amistad y colaboración es muy dilatada, llevamos muchos años trabajando, grabamos un disco y mientras lo hacíamos vivíamos juntos… He aprendido mucho de ella, sobre todo a nivel vocal, yo cada vez que canto me doy cuenta de todo lo que me ha enseñado. Ya que, más allá de la faceta compositiva, es una cantante de la puta madre, hay pocas como ella, tiene mucho dominio de la voz. Y guardo con mucho cariño todo lo que aprendí con Luis Eduardo porque me ayudó mucho, sobre todo con mi primer disco, ya que contar con alguien como él era un aval, una manera de que te abrieran puertas. Y de las más nuevas, Guitarricadelafuente. Grabé con él cuando solo había sacado un tema y luego ha pegado un zambombazo brutal. Es uno de los más talentosos de la nueva generación, tiene una voz muy especial y, sobre todo, las cosas claras.
Este año tu primer álbum, “Flores entre el acero”, cumple diez años. Si pudieras volver atrás, ¿qué consejo le darías a aquel chico que empezaba su andadura musical de una forma más profesional?
Le hubiese dicho que disfrutase más de todo y que no dudase tanto, que todo llega. Pero no cambiaría nada en mi trayectoria, en lo musical, en lo personal probablemente sí que cambiaría muchas cosas. Pero le diría a ese chico que tuviese más fe y más seguridad en sí mismo. Cuando tienes inseguridad te comportas de una manera distinta y eres más propenso a cagarla. Pero no lo puedo cambiar, ya que al final todo eso ha hecho que llegue a donde estoy hoy. Así que mejor dejemos todo como está y listo (se ríe).
Tus letras tienen una sensibilidad muy especial, tanto es así que las has llevado al papel. En 2019 publicaste tu primer libro de poemas “La primera piedra”. ¿Lo consideras un paso natural dentro de tu carrera o era algo que tenías pensado desde hace tiempo?
Todos los poemas que hay en ese libro, son anteriores a mi etapa como cantante. Tengo un amigo que tiene una editorial, Mueve Tu Lengua, y me incitó a publicarlos. Me dijo “vamos Pascu, estoy hay que sacarlo, no se puede quedar en el cajón” y yo soy bastante partidario de esto, ya que el arte está para sacarlo a la luz. Lo publicamos de forma anecdótica, que ahora hay gente que me pregunta que para cuando el siguiente, pero no tengo ningún pensamiento de sacar más libros. Para mí es una anécdota más dentro de mi carrera.
Tuvimos el placer de estar en tu concierto en la Catedral del Mar de Barcelona, sin duda un lugar espectacular para realizar una actuación de ese calibre. Nuestros lectores han podido saber cómo se vivió desde las bancas, pero ¿cómo viviste tú este concierto tan peculiar?
Lo viví con mucha emoción, ya solo por actuar en vivo, que en ese momento era todo un lujo. Tocar en un lugar tan especial me imponía muchísimo, no solo por lo emblemático del edificio, sino porque es un sitio donde ha tocado gente muy consagrada como María del Mar Bonet o Lole y Manuel. Y también hubo incertidumbre porque claro tocar en una iglesia es muy complicado porque hay muchos recovecos donde el sonido reverbera y la acústica es muy mala. La prueba de sonido fue un desastre, tuvimos que alquilar un juego de in-ears en el último momento, porque yo normalmente no los llevo en mis conciertos porque me gusta sentir totalmente al público. Pero bueno, al final lo hicimos y creo que salió un show precioso, lo disfruté mucho, tanto por la posibilidad escénica que tuve, como por lo bizarro que fue cantar en una Catedral.
Hablando de directos, tienes pensado empezar “La sangre del mundo Tour” este año. ¿Cómo te planteas hacer los nuevos directos?
Los directos del nuevo disco estamos preparándolos a un formato similar al de la iglesia, con más programaciones electrónicas. Queremos empezar con un formato pequeño, que sea sostenible económicamente porque yo vengo de tener una banda de ocho músicos, pero esto ya no es lo que era… Tenemos varios conciertos previstos para verano, aunque siempre tenemos la duda de si se harán o no.
Aunque ya te has estrenado este 2021 encima de los escenarios, en Argentina. ¿Cómo fue la experiencia?
Acabar el 2020 tocando en España y empezar el nuevo año haciéndolo en Argentina fue todo un lujo. Fueron dos conciertos, uno en Buenos Aires para quinientas personas, con una producción muy grande, con pantallas gigantes para que la gente lo pudiera ver, porque el espacio era enorme y el público estaba muy separado. Y luego el otro fue en el Teatro Ópera de La Plata, donde fue muy emotivo el reencuentro con el público. Todos teníamos ganas de ese momento, ya que teníamos la espinita clavada de un espectáculo para dos mil personas que tuvimos que cancelar.
Finalmente, si no estuviéramos en esta situación de pandemia, ¿de qué forma te hubiera gustado celebrar esta salida de disco?
Me hubiera gustado hacer una gira en sitios más grandes, ya que después de la última gira en España, con sold out en la Razzmatazz (Barcelona) y en la Joy Eslava (Madrid), íbamos a dar un paso más allá. Pero de momento no puede ser.
¿Y el décimo aniversario de “Flores entre el acero”?
Pues me gustaría hacer algo especial, aunque no de la forma que más me hubiese gustado. No sé si reeditar el disco en vinilo o hacer un documental, puesto que este año el tema de los bolos está más relajado. El álbum salió en noviembre así que algo haremos por esas fechas, porque también son diez años del nacimiento de Muerdo.
Ronda Rápida:
Un artista nacional
Baiuca
Un artista internacional
Lido Pimienta
Un disco para escuchar en el coche
“Clandestino” de Manu Chao
Un disco que todo el mundo debería escuchar
“Pasaje del agua” de Lole y Manuel
Una canción para llorar
“Hallelujah” de Leonard Cohen
Una canción para bailar
“La Tigueresa” de Habana con Kola
Colaboración soñada
Luz Casal
Tu mejor canción
La que escribiré para el próximo disco.
Un lugar para escuchar tu música
En la terraza
Descríbete en una palabra
Mejor con dos: “Hasta pronto”
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