"Blackest Blue" (Fly Agaric, 21) es vuestro último álbum hasta la fecha ¿Qué tiene de inédito con respecto al resto de discos de Morcheeba? Supongo que fue compuesto durante la pandemia...
Lo cierto es que disfrutamos de la paz que nos brindó la pandemia mientras hacíamos el disco. Ciertamente, tuvimos la oportunidad de escribir y tocar lo que queríamos sin tener que subirnos a un avión para hacer conciertos y tampoco tuvimos otras distracciones. Es un álbum catártico y expresa cómo nos sentimos en aquel momento. Además, trabajamos con algunos nuevos colaboradores como Brad Barr y Duke Garwood.
¿De dónde vino la inspiración para componer las canciones de ese disco?
Vino de todas partes y de todo lo que nos rodea. Nos encantan los paseos por la naturaleza y la natación en territorios salvajes. Y durante la pandemia, nuestras familias fueron una gran inspiración.
¿Qué significó para ti la música electrónica de los noventa y, de manera más específica, ese trip hop que, con más o menos acierto, solía mencionarse para referirse a Morcheeba?
En los noventa me gustaba mucho Aphex Twin, pero pensaba que la mayoría de la música electrónica era para gente a la que no le gustaba la música o que no tenía ningún sentido natural del ritmo. La base 'four-to-the-floor’ es horrible, así que no me gusta nada la música house y techno. El primer disco de Portishead fue un soplo de aire fresco. Crecí con el hip hop y el rock and roll de la vieja escuela, por lo que aprecio la musicalidad adecuada, no la repetitividad mundana.
“Añoro el viejo negocio corrupto de la música porque, al menos, tenían dinero para desarrollar artistas”
Con vuestros primeros discos era frecuente que se os incluyese en la escena del trip hop, pero en realidad teníais poco que ver con grupos como Massive Attack o Portishead ¿Qué hacía de Morcheeba un grupo único?
Supongo que nosotros escribíamos canciones de una manera más tradicional. Y, por otro lado, todas las bandas de trip hop tenían algunos denominadores comunes: a todos nos gustaba el hip hop americano, el dub jamaicano y las guitarras psicodélicas, por mencionar algunos de esos elementos.
¿Qué es lo que se ha mantenido siempre constante y presente en la música de Morcheeba a lo largo de estos veinticinco años de carrera?
Un sentimiento profundo y oscuro que trasciende el momento y te lleva a un viaje que, con suerte, hará que te sientas mejor
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Llegasteis a ser un grupo realmente popular en los noventa ¿Crees que es difícil seguir adelante y avanzar para un grupo tan asociado a una década concreta? ¿Cuáles son vuestras expectativas actuales cuando publicáis nuevo disco?
Es mejor no tener demasiadas expectativas. La música realmente no ha evolucionado mucho desde los noventa, especialmente si la comparas con la evolución que tuvo lugar en los treinta años anteriores a los noventas. No ha habido revoluciones como el punk o el hip hop, así que no parece que luzcamos demasiado anticuados ni nada por el estilo. Por otro lado, tengo buenos recuerdos de los años noventa, por lo que es agradable ser asociado con esa década.
En realidad, siempre os habéis movido entre la escena independiente y un público generalista más cercano al mainstream ¿Cuál dirías que es vuestro lugar dentro de la escena musical?
Lo cierto es que no nos preocupamos por ese tipo de cosas. Simplemente hacemos la música que queremos hacer y el público y la prensa pueden decidir dónde debe encajar, dentro de su narrativa acerca de la cultura moderna.
¿Cómo crees que ha cambiado la industria musical desde esos noventa? ¿Qué es lo que más echas de menos de esa década en la que, entre otras cosas, se vendían muchos más discos?
Echo de menos que haya presupuesto para hacer discos con un gran sonido. En la actualidad todo se hace con poco dinero, lo cual resulta limitante. Antes las compañías discográficas solían tener todo el poder, mientras que ahora todo versa en torno a la música en directo. Eso es bueno, pero añoro el viejo negocio corrupto de la música, porque al menos tenían el dinero para desarrollar artistas. En estos tiempos, es muy difícil para los nuevos artistas romper internacionalmente y tener el apoyo necesario para girar alrededor del mundo. Dicho lo cual, la tecnología ha sido una puerta abierta hacia todo y literalmente puedes hacer y lanzar un disco a través de tu habitación y en un ordenador portátil por cien euros.
Y en sentido contrario ¿Cómo ves el futuro de la industria?
De eso no tengo ni idea, pero estoy seguro de que la industria se adaptará. Al final, lo que realmente importa son los buenos compositores... como ha sido siempre.
“Cuando pasas un año en un autobús y de gira, lo que más deseas en el mundo es el silencio”
¿Cuál es el secreto para seguir activo y motivado después de más de un cuarto de siglo en el asunto? ¿Te has cansado alguna vez de la música?
Sí, hay veces que me canso de la música. Cuando pasas dieciséis horas al día en el estudio durante meses, o un año en un autobús de gira tocando música a todo volumen todas las noches, lo que más deseas en el mundo es el silencio. Pero después de un tiempo lo echas de menos y quieres empezar de nuevo. Son todo ciclos.
Antes hablabas de colaboraciones refiriéndote a "Blackest Blue" ¿Hay algún artista con el que te gustaría colaborar en el futuro?
Me gustaría trabajar con Danger Mouse. Tiene buen gusto.
Vais a tocar en un par de festivales (en Sarrià de Ter y Burgos) en España y también tendréis vuestro propio concierto en la sala La Riviera de Madrid ¿Prefieres tocar en sala o en festival?
Es bueno ir cambiando y nos encanta hacer ambas cosas. Pero si tuviera que elegir un favorito, me decantaría por un gran festival al aire libre. Ahora nos divertimos mucho más. Creo que antes solíamos tomárnoslo demasiado en serio.
¿Qué ambiente esperáis encontrar en esa próxima gira española y qué tipo de concierto vais a ofrecer?
Nos gusta convertir el concierto en una fiesta y que el público cante y baile. Todos estamos ahí para divertirnos. Para ello tocamos una mezcla de viejos clásicos y temas nuevos, además de algunas versiones sorpresa.
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