La trayectoria de esta banda pamplonica siempre ha avanzado, desde sus inicios en el 2014, con paso firme y seguro, haciendo buena la metáfora con el gran mamífero al que hacen referencia en su nombre. Una condición que se manifiesta en ocho años de existencia jalonados con la publicación de cuatro discos, contando el actual. Una agilidad compositiva, que más allá de escenificar una fertilidad creadora, conlleva una calidad intrínseca a la hora de ejecutar su característica y clásica afinidad con los sonidos primigenios del indie-rock, aquel que tiende puentes recios entre melodía y tensión eléctrica.
Más allá del respeto escrupuloso a dichos dogmas, su nuevo álbum se significa por expresar un ambiente, tanto en la forma como en el fondo, más crudo y rugoso que pretéritas realizaciones. Una identidad particular que al mismo tiempo ratifica el ADN de este terceto formado por Edu Ugarte, Luis Gómez y Ion Minde, quien atiende a nuestras preguntas.
En ocho años de historia éste es vuestro cuarto disco, y aunque se haya demorado más de lo habitual respecto a otras entregas, seguís demostrando vuestra naturaleza prolífica..
Las canciones que componen este disco estaban ya preparadas para ser grabadas en Enero de 2020. Ha habido algunas ligeras modificaciones respecto a esa versión anterior, por supuesto, ya que en casi los dos años que hemos tenido que esperar para grabarlas hemos quedado para ensayar, aunque sea poco.
Y si, además de eso, tenemos la determinación de ser prolíficos. Más que nada porque la primera idea para un tema nos sale rápido y del tirón, por lo general, y tras llevarlo a ensayar, y darle cuatro o cinco vueltas, ya está casi como se va a escuchar definitivamente. Y si no es así, la descartamos.
Vuestro sonido se caracteriza por estar muy ligado a ese indie-rock originario de los años noventa, ¿es el sitio musical común en el que confluís los tres miembros?
Nos gusta la música de todas la épocas, somos muy musiqueros. Este punto de convergencia que comentas es más porque al tratarse de un trío de guitarra, bajo y batería, y encima hacer canciones sencillas y ruidosas con melodía pop, nos lleva a esas características de bandas de los ochenta o noventa tipo Dinosaur Jr., Hüsker Dü, Nirvana... No es que busquemos hacerlo así, nos sale solo porque es lo que llevamos décadas escuchando.
Al margen de esos referentes clásicos que manejáis, y por el tipo de sonido que desarrolláis, ¿incluye vuestro abanico de influencias bandas estatales como pueden ser Los Planetas, Nueva Vulcano o El Inquilino Comunista?
Por supuesto. Como he dicho escuchamos un montón de música, y estas bandas que comentas no son una excepción, nos flipan. Además, Edu, nuestro batería, al haber formado parte de Half Foot Outside compartió escenario y giras con muchas de ellas, o incluso con algunas de las bandas anteriores de esos mismos componentes, como pueda ser Aina, por ejemplo.
En ese sentido estilístico, "Son los demás los que están equivocados", no apunta grandes cambios, pero sí parece trasladar la búsqueda de un sonido más oscuro y envolvente...
Hemos intentado ser más críticos con lo que nos rodea y aportar un poco de mala leche. No hemos querido ser introspectivos, nos hemos dejado llevar por las emociones, algo que siempre ha sido así, sólo que esta vez los estímulos para hacerlo han venido desde fuera, y por eso, tanto en las letras como en las propias canciones en sí, hemos decidido salir a la contra, o mejor dicho, luchar a favor, como dice Anari en "Naufragoak".
“Hemos intentado ser más críticos con lo que nos rodea y aportar un poco de mala leche”
Pese al sonido que habéis elegido para el disco, y que de alguna manera rompe con el del anterior, habéis contado con el mismo productor, ¿por qué habéis apostado por repetir experiencia con Guillermo Mutiloa?
A la hora de hacer un disco es esencial conocerse. Y con Guille ya nos conocemos del anterior disco (a nivel grabación musical claro, a nivel personal de antes), lo que ayuda a pulir detalles, probar cosas nuevas sobre anteriores experimentos, ser más relajados y acertar más. Nos encantó el trabajo que hizo con nosotros en el anterior y en esta ocasión consideramos que es nuestro mejor trabajo a nivel producción. Nos encanta nuestro nuevo sonido.
Siempre manejáis títulos de discos y portadas muy llamativas, ¿es ya parte de un signo identificativo vuestro buscar desde el principio llamar la atención del oyente?
Estamos siempre al acecho de frases evocadoras, y la verdad es que casi todos los títulos de nuestros discos, quitando el segundo, han salido de leer entrevistas a otro músicos. El primero, "Esto tiene que doler", salió de una a Sleater-Kinney en la cual respondían a preguntas sobre una canción suya que se titula "Entertain", del disco "The Woods". El escogido para el anterior, "Cosas que salvar de una casa en peligro", proviene de un articulo sobre la banda Family, y este último de una entrevista al ex-Surfin Bichos Joaquín Pascual, en la cual comentaba que lo que había aprendido de Fernando Alfaro en esa época era a "pensar que son los demás los que están equivocados". Ya ves que vamos a la caza y captura de frase chulas y encima de gente a la cual admiramos, ni tan mal.
La canción inicial, “Otro día en la tierra”, parece dejar claro a base de ironía que estáis cansados de tantas lamentaciones, ¿es un disco que pretende escapar de ese sentimiento de tristeza tan instalado en este tiempo?
Es un disco con el cual nos reafirmamos en nuestras ideas y principios: Ser libres, autónomos, sencillos, persistentes y un poco salvajes. Vamos a lo nuestro, dos o tres minutos de canción, una melodía chula y mucho ruido basado en un concepto simple pero que amamos; guitarra, bajo y batería. Repito que no es ir a la contra o huir de algo, es ir a favor de tu forma de ver y vivir la vida.
¿Es la ironía y el ácido sentido del humor del que hacéis gala una manera que facilita hablar de ciertas cosas o una característica natural en vuestra manera de escribir?
No sé... sale natural, yo creo. No es que nos expresemos necesariamente siempre así, pero hablar y escribir una letra son dos cosas muy diferentes, y nos sale de esta forma. También pienso que decimos las cosas de manera bastante clara, la verdad, no creo que haya segundas lecturas, o por lo menos no me lo parece a mí, pero es cierto que no soy muy objetivo con esto. (Risas)
El disco se caracteriza por encadenar piezas directas y contundentes, siendo “Feliz violencia”, pese a su maraña eléctrica, la primera que pausa un poco ese ritmo, ¿siempre os gusta añadir ciertas canciones que aportan un respiro a la contundencia?
Si, en ese sentido baja el tempo pero no la intensidad. "Feliz violencia" sigue siendo una canción ruidosa, pero más arrastrada y con una melodía de guitarra muy "Mascis", como decimos nosotros; muy ornamental y cargada, pero hecha con una sola guitarra, que aunque aparezca doblada, es el mismo riff en las dos.
“Consideramos que es nuestro mejor trabajo a nivel producción. Nos encanta nuestro nuevo sonido”
En ese aspecto más pausado lo más llamativo llega con la última pista, “La fiesta de nuestras vidas”, grabado como si de una toma casera se tratara y en acústico, ¿cómo surge esa idea? ¿Tiene el significado simbólico de reflejar el momento de apagar las luces y señalar el final de la fiesta?
Es un poco una metáfora... Te lo estás pasando muy bien en la fiesta, es todo súper intenso y emocional, te sientes libre y feliz y de repente, ¡bum!, encienden las luces y todos a casa. Es un poco la sensación que tenemos al hacer un disco, e incluso a cuando tocamos. En un momento dado hay parar y bajarse de la nube en la que estabas.
Tanto por dicha canción ("La fiesta de nuestras vidas") como por otros momentos parece haber una continua mirada al paso del tiempo, a los cambios en la vida, ¿en ese sentido diríais que hay algo de nostálgico en este álbum?
Es normal, vamos entrando en edades más adultas y cada vez somos más conscientes del paso del tiempo. Vivimos el presente, o intentamos hacerlo, no somos nostálgicos, y el hecho de seguir al pie del cañón con la banda así lo demuestra, yo creo. No nos bajamos del carro; tengamos o no reconocimiento o repercusión, nos gusta esto que hacemos y el paso del tiempo no afecta a nuestros planes.
El tema que grabasteis junto a Gorka Urbizu, ”Suzko bola”, lo habéis decidido incluir regrabado, ¿no queríais dejarlo en el olvido o pensabais que encajaba en el repertorio elegido para este disco?
El hecho de haber podido hacer "Suzko bola" con Gorka es un placer y un lujazo para nosotros. Nos encanta él como persona y como músico. Ya hablamos de la posibilidad de hacer esta canción juntos entre nosotros, íbamos a proponérselo en 2020, justo antes de la pandemia, cuando entrábamos a grabar el disco. Luego pasó lo que pasó y con Pamplosound nos propusieron esta historia, y ahí ya se lo dijimos a Gorka. Aceptó y fue toda una experiencia; ensayar juntos, tocar juntos... Como el plan del disco estaba antes y el tema es un temón, no íbamos a dejarla sin formar parte de él.
En varios temas como “Siempre” o “Abajo los buenos estrategas” se muestra de diferentes formas la idea de conformarse, de no estar bajo la presión constante de que hay siempre que alcanzar nuevas metas, que la zona de confort no siempre es tan mala...
Más que conformarse, la cosa es huir de toda esa presión sistémica por alcanzar metas que parece que nos autoimponemos, seguramente promovida por estímulos que recibimos desde fuera. Estos estímulos en forma de publicaciones idealizadas en redes sociales, series de televisión sobre gente súper guay, documentales de súper deportistas, etc. dejan en el receptor un sabor amargo, una sensación de vacío, como de que tú no eres válido o no estás "haciendo lo suficiente" para superarte y ser "mejor". Y vale, está muy bien la superación personal, pero nada más lejos de la realidad; no queremos mirar ese brillo, somos más de observar la mierda que deja a su paso, analizarla y ver que después de todo, estamos dónde y cómo queremos, que nos gusta lo nuestro, ¡leñe!
"Feliz violencia" se centra incluso en ese aspecto de vernos en la necesidad de exponer lo estupendas y excitantes que son nuestras vidas...
Sí, es un poco la misma idea. Yo creo que cada vez más gente nos estamos dando cuenta de que no es oro todo lo que reluce. Nadie quiere estar jodido, pero sin duda, se aprende más que siendo feliz todo el rato.
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