Moderat han regresado con un cuarto álbum, "MORE D4TA" (Monkeytown Records, 2022) que, además, estarán presentando el próximo 16 de junio en el Sónar de Barcelona, el 7 de julio en el BBK Live de Bilbao, el 6 de noviembre en el Sant Jordi Club (de nuevo en Barcelona) y el 7 de noviembre en el Wizink Center de Madrid. Hablamos por la pantalla del PC con Gernot Bronsert, uno de sus tres vértices, quien nos atiende desde su casa en los alrededores de Berlín.
¿Cuál crees que es la diferencia principal entre este disco y los anteriores?
Es difícil decirlo, porque intento no compararlos, pero ya que me preguntas, diría que este puede que sea más oscuro, en un sentido positivo. Las circunstancias en que fue grabado son distintas, desde luego. Empezamos a grabarlo en unos tiempos muy extraños, creo que esa es la principal diferencia, porque en lo musical no sé si hay muchas diferencias con el anterior. Diría que este presta más atención a los detalles, y el título también lo indica. Pero no deja de ser un disco de Moderat, que muestra nuestra madurez y evolución de una forma honesta.
"Algunas de las canciones que Sascha (Ring) trajo al estudio tenían letras muy profundas, pero yo necesitaba ignorarlas. Porque me hubieran sumido en un pozo de depresión"
Cuando dices que es más oscuro, pero en un sentido positivo, ¿te refieres a que es oscuro por los tiempos que vivimos pero al mismo tiempo intenta transmitir un halo de esperanza?
Bueno, creo que siempre intentamos transmitir algo de energía positiva en nuestra música, incluso si suena melancólica en una escucha superficial, pero hay tantas cosas locas ocurriendo ahora mismo en el planeta… cuando empezamos a hablar sobre grabar un nuevo disco, Donald Trump aún era presidente de los EE.UU., lo que era una amenaza, obviamente, porque es un tipo peligroso. Luego la pandemia emergió e inyectó miedo por todo el mundo, empezaron a brotar las crisis por el cambio climático en todo el planeta, y ahora tienes tanques arrasando Ucrania. Ha sido como una sacudida tras otra, después de treinta años muy tranquilos que hemos vivido aquí en Europa. Todo eso nos estaba explotando en la cara, y nos sirvió de inspiración, mucho más que la música de ningún otro artista. Lo nuestro se basa en la interacción entre los tres, y cuando comenzamos a trabajar en el disco, estábamos… no diría que en shock, pero sí paralizados con todo lo que estaba ocurriendo. Las primeras semanas las pasamos simplemente hablando sobre qué diablos estaba ocurriendo, intentando entenderlo. No han parado de suceder cosas increíbles: ahora mismo Elon Musk acaba de comprar twitter solo para divertirse. La locura continúa.
Uno de los temas del álbum es la sensación de aislamiento que vivimos hoy en día como humanos, en cierto modo, puede que por el uso que le damos a la tecnología, tanto a las redes sociales como a todo lo relacionado con el ciberespacio, algo que se acrecentó con la pandemia.
Totalmente. El título de "MORE D4TA" (2022) es nuestro nombre escrito con los caracteres alterados, pero tiene también esa lectura. También han ocurrido muchas cosas buenas, al mismo tiempo: creo que la gente joven ahora es más consciente de los problemas del mundo que la juventud de hace treinta años. Sobre determinados valores, sobre cómo salvar el planeta. Pero el tema de las redes sociales… mi hijo tiene casi quince años, y su forma de comunicarse, incluso de intentar ligar con chicas, es a través de Instagram. Y no puede publicar fotos suyas por su edad, pero publica stories de 24 horas y se comunica por TikTok con su mejor amigo, que vive prácticamente puerta con puerta. Lo mismo ocurre con la digitalización de la música y el streaming. Los chavales tienen acceso a toda la música que existe en el mundo en sus pantallas, pero solo escuchan una cuarta o tercera parte de una canción y pasan a la siguiente. El lapso de atención es cortísimo. No hay un intercambio social real con otra gente, no hay vida social. Lo que nosotros tenemos en el estudio es un proceso, una interacción entre los tres para grabar un disco, pero también como seres humanos que hablan entre sí y reaccionan, y diría que eso hace que este sea el disco el más íntimo que hemos hecho. Algunas de las canciones que Sascha (Ring) trajo al estudio tenían letras muy profundas, pero yo necesitaba ignorarlas. Porque me hubieran sumido en un pozo de depresión (risas). Necesitaba sentir que su voz no era más que otro elemento de la canción, desligado del texto. De algún modo te estoy respondiendo de nuevo a la primera pregunta: este es un disco más íntimo, puede que el más personal que hayamos hecho.
He leído que algunas de las letras que compuso Sascha (Ring) surgían tras visitas que hacía con su hija a la Gemäldegalerie de Berlin, un museo que alberga pinturas clásicas, de los siglos XIII al XVIII. No sé si vuestra música tiene cualidades pictóricas.
Sí, es como el Museo del Prado en Berlín. Creo que sí, que nuestra música tiene mucho que ver con las bandas sonoras de películas, por ejemplo. Nuestros directos también modifican su contenido visual con cada nuevo disco. Hace un par de años que Sascha (Ring) fue padre, y pasó mucho tiempo paseando a su hija con la clásica mochila para bebés, porque por las noches no podía dormir, y se le ocurrió acercarse con ella a la Gemäldegalerie, en la que no había estado nunca. Fue muy inspirador para él, porque aunque ahora hay muchas cosas locas e inexplicables ocurriendo en el planeta, si te fijas en esos cuadros de hace quinientos o seiscientos años, de El Bosco o de Rubens, ya trataban sobre la muerte, el demonio, la guerra… un montón de cosas negativas, y ahí te das cuenta de que la gente en aquellas épocas pasaba por experiencias horribles, y eso te da un nivel distinto de percepción sobre lo que ocurre ahora. Eso le dio inspiración para escribir algunas de las letras. Y todos nos sentimos reflejados. Llevamos veinte años girando por todo el mundo. Tengo más amigos en Nueva York que aquí en Berlín. Nuestra inspiración siempre ha venido por los viajes, el conocer gente diferente y vivir una vida privilegiada. Y como esta vez no pudimos hacer nada de eso, nos aferramos a lo que teníamos en casa, lo que teníamos más cerca. Y eso es lo que hizo Sascha (Ring). Yo tengo la suerte de vivir en el bosque, y podía desaparecer por aquí y pasar el tiempo paseando a mi perro y alimentando a mis pollos (risas). La mayoría de mis amigos no podían escapar de la ciudad. Pero es importante que todos sepáis que este no es un disco pandémico. Intentamos mantener toda esa energía negativa fuera de nuestra música. De hecho, empleamos todo ese tiempo extra que tuvimos en el estudio para olvidarnos de toda esa mierda que teníamos encima. El estudio era nuestra zona de seguridad. Y eso también fue muy inspirador.
"En este proyecto solemos funcionar de forma distinta a como lo hacemos en nuestros proyectos respectivos. Moderat nos da la oportunidad de hacer algo distinto, de sentirnos más libres"
Todos los títulos de canciones, por cierto, se componen de dos palabras. Como transmitiendo mensajes muy básicos y claros.
Con nuestras primeras canciones los títulos eran números, para evitar conversaciones alrededor de ellas y dejar que fueran abiertas a cualquier interpretación, que la gente pensara, que diera rienda suelta a su imaginación sobre lo que estábamos pidiéndoles. Con este disco teníamos diferentes ideas, diferentes artworks para la portada, y queríamos darle un formato distinto a los anteriores. Antes preferíamos mantener cierto misterio, y ahora también, pero de otro modo. Cada título de canción tiene dos palabras que suman ocho letras. Todas tienen una historia que queríamos contar. Queríamos que el aspecto y la idea del álbum, es decir, la portada, el título y toda la información que hay encima del disco, tuviera una estructura. Y usar solo tres colores: rojo, verde y azul. Y negro, claro, que está en todos. Los que utilizan los ordenadores. Y la portada es un mapa del mundo que se desvanece, absorbido por todo eso. Supongo que en España también ocurrirá: demasiada gente hablando al mismo tiempo sobre los asuntos más extraños que te puedas imaginar, conspiraciones un día sí y otro también, que prácticamente no te puedes ni creer. Tanta gente que se toma en serio todas esas patrañas. No diría que todo eso nos inspiró, pero sí nos impresionó. Es impactante, y por eso diseñamos ese artwork, con el mundo yéndose por el sumidero, como si se fuera por el wáter (risas). Es un símbolo para representar la destrucción de la inteligencia del hombre.
Me gustaría saber en qué medida Modeselektor, Apparat y Moderat se influyen o se retroalimentan entre sí.
Creo que intentamos no influirnos los unos a los otros. Al estar los tres en el estudio, obviamente hay elementos de Modeselektor que me influyen, a mí y a Sebastian (Szary), igual que hay cosas de Apparat que marcan a Sascha (Ring). En Modeselektor yo suelo aportar la mayor parte de las melodías, los beats y las melodías también suelen ser cosa de Sascha en Apparat, pero en este proyecto solemos funcionar de forma distinta a como lo hacemos en nuestros proyectos respectivos. Moderat nos da la oportunidad de hacer algo distinto, de sentirnos más libres. Y además en este disco fue diferente porque cambiamos la plataforma de producción. Quise utilizar otro software, y el problema es que me sobrecargué de trabajo porque soy quien más rápido domina ese software, con lo que tuve a Sascha y a Sebastian sentados cada uno a un lado, querían que lo hiciera todo demasiado rápido y me sentí un poco desbordado. Les decía: “tranquilos, tranquilos”. Tuve mucho trabajo a causa de eso, pero cambió el proceso, y eso también cambió la forma en la que escribimos.
Quería saber tu opinión sobre la escena electrónica en Berlín. Quizá desde aquí la sigamos teniendo un poco mitificada, y entiendo que puede que no sea la que fue hace veinte o treinta años.
Todo eso está acabado desde hace unos diez años. Esa escena tan cacareada está vendiendo algo que ya no existe. No es al menos la escena con la que nosotros crecimos. Hay mucho otro material underground emergente muy interesante, de gente muy joven que vuelve a las raíces, pero que no sale en los medios. Hacen raves underground en almacenes vacíos, también bajo puentes o en algunos parques. Pero no tienen nada que ver con lo que los medios cuentan, que es fundamentalmente un solo club, súper famoso, y ya está. No nos sentimos parte de eso.
Bueno, en realidad no es nada que no haya ocurrido antes en Detroit, Ibiza, Valencia o Manchester, ¿no? El gran mercado lo absorbe todo, y acaba por desvirtuarlo.
Sí, al final es una cuestión de tiempo. Pero como te digo, hay mucha gente con ideas muy buenas aquí, que aún no tienen visibilidad. Lo cual es bueno, porque el underground debería mantenerse en el underground, hasta cierto punto, al menos para permitir que surjan cosas nuevas y se desarrollen.
Carlos Pérez de Ziriza
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