Boikot, un grupo con casi dos décadas a sus espaldas y con varios cambios de formación, afronta este final de siglo con la energía renovada que supone encontrarse ante la mejor acogida del público de su historia. Pero no nos engañenos, el camino no ha sido fácil. «La verdad es que ha sido duro. Sobre todo porque hemos intentado que en este camino cada disco sonase distinto». El cuarteto presenta estos días su más reciente trabajo «No Callar», un disco que ellos mismos definen como punk latino y que ha sido precedido por seis álbumes. El primero llegó en 1990 («Los Ojos de la Calle»), dos años después vendría «Con Perdón de los Payasos», ambos editados por Discos Barrabás, un pequeño sello independiente madrileño. Eso sí, el resultado no debió ser el esperado, puesto que al poco tiempo se quedan en la calle. Será el año 95 en el que se lanzarán a la aventura de la autofinanciación, creando su propio sello, BKT. En él publicarán «Cría Cuervos» (95) y «Tu Condena» (96). Al año siguiente pondrán en marcha el proyecto de «La Ruta del Ché». «Nosotros lo que queríamos era hacer un proyecto musical diferente. Era un poco para reflejar nuestras ganas de evolucionar y por ello decidimos hacer tres discos en dos años e ir a diferentes países para grabarlos allí. No hemos querido coger la imagen del Ché como una historia política, sino más bien porque el Ché significa libertad, revolución y un poco esa búsqueda de intercambio cultural que nosotros queríamos». La trilogía queda así completada con tres álbumes de claras influencias latinas: «No Mirar» (97), «No Escuchar» (98) y «No Callar» (99). «Esa es la parte esencial del proyecto. Lo que queríamos era aprender a introducirnos dentro de esa cultura, tocar allí, grabar allí… y eso al final se ha notado».«No Callar» presenta como novedad el fichaje de la banda por el sello madrileño Zero Records. «Queríamos dar un paso adelante en la distribución y eso requiere tener el apoyo de un sello discográfico». Sobre todo si tienes un disco como éste, más abierto y más plural. «Cuando llegamos a Buenos Aires fuimos a ver conciertos en salas, y grupos de teatro, de percusiones… y se nos ocurrió usar estos instrumentos, que no son los de siempre. Conectamos con grupos que nos orientaron para conseguir dar otro toque a las canciones». Pero si hay algo que no haya cambiado en Boikot es su compromiso social y su continua crítica en forma de canciones protesta. «Nosotros no nos consideramos de ningún partido, ni de ninguna bandera o rollo de esos. Lo que pasa es que queremos cantar sobre la injusticia que nos rodea en la actualidad… En el fondo nuestras letras son tan válidas en un lugar como en otro. Son problemas comunes que existen en todos los lugares». El caso es que aquí acaba este proyecto denominado «La Ruta del Ché» y, vista la acogida y la velocidad de trabajo de estos chicos, intuimos que pronto entrarán en una nueva dinámica. «Hemos cerrado una etapa, pero no significa el principio o el final de algo, sino un antes o un después en la evolución de Boikot. Ahora proyectos concretos no tenemos, pero sí ideas como por ejemplo un libro con fotos y opiniones de quienes nos encontramos en nuestro viaje por Latinoamérica... también puede que editemos un disco en directo». Esta última propuesta parece la más fuerte. No en vano, tras siete discos y haber tocado en todos los rincones del planeta, esa sería su única deuda con el público. «Es algo que, entre nosotros, hemos comentado muy a menudo en la furgoneta. No sería mala idea porque tocamos mucho en directo al cabo de un año y podríamos recoger temas de discos anteriores, y así la gente que nos conoce por los últimos discos los escucharía». Pero eso es adelantarse, olvidémoslo y centrémonos en el hecho de que Boikot acaban de editar su séptimo disco de estudio. «Ahora estamos en plena promoción, pero a nivel estatal intentaremos presentar toda la trilogía al completo por todas las ciudades que nos sea posible. Pero también consideramos que es importante trasladar nuestro proyecto al resto de Europa. De hecho ya tenemos fechas confirmadas en Italia e intentaremos ir a Francia, Alemania…». Siete discos son toda una proeza en un escena musical (la de todos) que ellos valoran positivamente. «Cada vez hay mejores bandas, mejores temas, mejores producciones. La peña se preocupa más… existe también mucha fusión. De la misma manera que a nosotros se nos ocurrió mezclar punk con ritmos latinos, a otros se les ha ocurrido mezclar rap con metal, funk con pop… y eso a nuestro modo de ver es muy positivo y enriquecedor. No, si al final conseguiremos que España deje de ser el país de la pandereta».«No Callar» está publicado por BKT/Zero
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.