Y es que ya en su primer trabajo como formación, Milky Chance saboreó las agasajadoras mieles de un éxito temprano e internacional de la mano de su archiconocida “Stolen Dance”, la piedra de toque para una banda que no dejaría de perfilar una proyección meteórica, constante y de lo más regular.
Han pasado diez años de su debut y Rehbein y Dausch ya no son unos chavales. Ahora son conscientes de la necesidad de ofrecernos algo nuevo que atestigüe el paso de los años y el pertinente peso de los mismos en su forma de concebir sus canciones. Es por ello que “Living In A Haze” (Muggelig, 23), su primer álbum de estudio completamente original desde “Mind The Moon” (Universal, 19), define muy bien el atrevimiento al que el dueto germano se ha sometido, explorando nuevas líneas con las que redefinir su sonido y confirmando su madurez compositiva. Sobre este giro particular en su sonido y sobre la celebración implícita del diez aniversario de su “Sadnecessary” (12) que la banda hará en sus próximas fechas, hemos charlado con el propio Clemens Rehbein.
"La cosa era tratar de sacar a flote esas referencias que siempre habían estado ahí, dentro de nosotros, y atrevernos a hacerlas realidad como nunca antes lo habíamos hecho"
Parece que en “Living In A Haze” os habéis dejado llevar más que nunca, ¿puede ser?
Tal vez, no te lo discuto. El paso del tiempo ha jugado a nuestro favor y creemos con total convencimiento que ahora gozamos de una libertad y de una confianza en nosotros mismos que nos permite jugar más y mejor con las distintas sonoridades de nuestro estilo y explorar otros sin reparos ni prejuicios. Esa tal vez sea la marca que mejor defina y diferencie este álbum del resto. La cosa era tratar de sacar a flote esas referencias que siempre habían estado ahí, dentro de nosotros, y atrevernos a hacerlas realidad como nunca antes lo habíamos hecho. Pero también te digo que eso es algo que siempre hemos intentado perseguir en nuestros discos. Quiero pensar que cada uno de ellos suena distinto, pues con cada uno de nuestros trabamos siempre intentamos renovarnos.
¿Siempre habéis sido tan “temerarios”?
No diría tanto como temerarios. Más bien confiados. Y sí, lo hemos sido. Nos gusta creer que siempre hemos hecho lo que nos ha dado la gana y hemos dado forma al tipo de música que queríamos y que más nos gustaba en esos particulares momentos. Lo que mejor nos ha venido para terminar actuando así es el hecho de haber sido siempre muy inocentes en esto, lo cual nos ha llevado a actuar desde una indudable libertad y a no estar necesariamente atados a ningún tipo de expectativa. De algún modo, hemos tratado de conservar eso a pesar del paso de los años y de pertenecer cada vez más a la industria. Hemos aprendido muchas lecciones, algunas un tanto amargas, pero a pesar de todo hemos querido que esa libertad a la hora de hacer canciones siguiera estando presente. Aunque obviamente no seamos del todo indepedientes ni vivamos ajenos al mundo del streaming ni a los pasos que dicta la industria, sí que tratamos de olvidarnos de este tipo de cosas una vez nos metemos en el estudio.
Siempre tenéis una gracia muy especial para elegir los nombres de vuestros discos. En esta ocasión, optáis por “Living In A Haze”, ¿qué nos contáis de éste?
“Living In A Haze” proviene de la canción principal del disco y hace referencia a esa querencia innata de no saber muy bien a dónde ir, algo así como estar un tanto perdido. Un sentimiento muy común hoy día, ¿no? Yo al menos me siento así continuamente. No sé, nos pareció un título que resumía muy bien todo lo que queríamos expresar con este disco y a su vez también contiene ciertas connotaciones optimistas. Es decir, que aunque estés metido dentro de una espesa bruma, no significa necesariamente que tu camino no tenga salida, solo es cuestión de echarle algo más de tiempo hasta poder encontrar ésta. También creo que elegimos muy el b-side del single, con “Frequency of Love”, que es más lenta y profunda, pues ambas caras resumen bastante bien las emociones principales que queríamos plasmar en el álbum.
Además, volvéis a repetir estrategia integrando nuevas voces en vuestro registro, en esta ocasión les toca el turno a Fatoumata Diawara y a Charlotte Cardin.
Fue increíblemente agradable trabajar con ellas. Siempre es muy divertido y muy inspirador trabajar con otras personas. Tanto Philipp como yo sabemos que hemos creado con nuestras canciones un universo muy nuestro, pero eso no es óbice para que siempre sea un auténtico placer trabajar con alguien externo. Colaborar con otras personas te ayuda a alcanzar lugares de tu expresividad artística e ideas nuevas a las que jamás habríamos llegado solos o por cuenta propia.
También hay una buena lista de productores externos. ¿Nos os da un poco de reparo poner vuestro trabajo en manos tan diferentes?
No es tanto el hecho de confiar en otros profesionales como sí de confiar en nosotros mismos. Me explico. Cuando las normativas pandémicas fueron aminorando, nos reencontramos por fin en nuestro estudio en Berlín, después de haber estado muchísimo tiempo haciendo música únicamente por cuenta propia y produciendo desde casa. Asimismo, decidimos contar con ciertos colaboradores y gente con la que ya habíamos trabajado previamente, pero con todo, seguimos aprendiendo muchas cosas. Una lección muy importante para nosotros fue la de tener claro qué queríamos desde el principio para nuestro álbum. Y eso requiere mucha confianza en uno mismo. Confiar en nuestro gusto, en lo que oímos, en la idea que queremos transmitir con nuestro sonido… Al fin y al cabo, y a pesar de que haya más gente involucrada, el disco va a llevar nuestro sello y nuestra cara, y por tanto tiene que definirnos, así que es importante hacerse de valer y defender tus propias ideas. Por supuesto, cuando uno trabaja con otras personas es imprescindible ir con la mente abierta y dejarse aconsejar, pero siempre en una línea que realmente te satisfaga y sepas que va a definir fielmente tu proyecto.
"Éramos muy jóvenes cuando “Stolen Dance” salió y en cuestión de meses se convirtió en una canción de lo más radiada en todo el mundo. Nadie está preparado para un éxito así"
Pasó con “Colorado”, pasó con “Stolen Dance”, y ha vuelto a pasar con “Living In A Haze”. ¿Cuál es el secreto para componer un hit? Porque sea cual sea, parece que vosotros lo conocéis.
Bueno, no creo que haya un secreto, honestamente. De haberlo, estaríamos forrados pues lo habríamos repetido muchas más veces, ¿no? La cosa es que compositor acabas teniendo el oído entrenado para detectar cuando una canción tiene potencial para convertirse en hit. Debe ser sencilla, pegadiza, directa… Supongo que esa es la mejor forma de llegar a la gente. Pero insisto, no hay una fórmula mágica. A pesar de haber creado ya algunos hits, la música sigue teniendo muchos secretos para nosotros. Se han dado muchas situaciones en las que creíamos que una canción tenía potencial para convertirse en hit y después no ha sido así. Y al mismo tiempo, también nos ha pasado al contrario. De hecho, siempre nos cuesta bastante elegir qué canciones de nuestros álbumes van a terminar siendo singles. Es un sentimiento que se tiene o no se tiene, casi como un juego de adivinación. Por eso siempre viene bien trabajar con otras personas, para conocer un poco mejor otras perspectivas externas. De todos modos, al final de todo lo único que importa es que la canción realmente te guste a ti y te lo hayas pasado bien haciéndola.
Lleváis ya un tiempo publicando vuestra música de forma independiente. ¿Cuál diríais que es la mejor y la peor parte de tener vuestra propia discográfica?
La peor, sin lugar a dudas, es tener que hacerse cargo de toda la parte administrativa. Es un auténtico aburrimiento, y algo que nos quita mucho tiempo de poder tocar, componer y hacer música, que es a fin de cuentas lo que realmente nos gusta y a lo que nos dedicamos. Pero nos lo tomamos con cierta filosofía. Todo es más personal ahora, trabajamos con las personas que nosotros elegimos, personas que además nos conocen bien y que nosotros conocemos bien. Es un proceso del que también estamos aprendiendo mucho y al final del día es agradable saber que nosotros y solo nosotros tenemos el control de nuestra actividad profesional, así que vale la pena.
"Compartimos todo lo que nos pasa y hablamos de nuestros problemas con el fin de tratar de solucionarlos"
Es increíble que “Sadnecessary” cumpla este año una década de vida. Pero más increíble es que los temas principales de vuestro debut sigan cosechando millones de reproducciones cada mes. ¿Os ha supuesto alguna vez una cierta losa haber alcanzado un éxito tan grande de una forma tan temprana?
Siempre nos hemos sentido muy afortunados por ello. Aunque también lo llegamos a sentir casi como si ese éxito le estuviera pasando a otro. Quiero decir, éramos muy jóvenes cuando “Stolen Dance” salió y en cuestión de meses se convirtió en una canción de lo más radiada en todo el mundo. Nadie está preparado para un éxito así y menos cuando se es un chaval. Con el tiempo fuimos dándonos cuenta poco a poco de que jamás íbamos a volver a tener los números que nos dio “Stolen Dance” y que este tipo de cosas solo le pasan a uno en la vida. Bueno, hay otros artistas a los que les pasa más a menudo, claro, pero en general no es lo normal, ya me entiendes. Hemos aprendido a ser agradecidos con los éxitos inesperados que hemos cosechado y a aprovechar las oportunidades que nos han ido surgiendo para invertir más en nuestro proyecto y seguir creciendo. Como te decía antes, nunca sabes realmente dónde puede estar el nuevo hit pues los caminos de la música son del todo inesperados, y esa bonita incertidumbre a su vez también te elimina mucha presión a la hora de tener que superar unos determinados estándares.
Tanto Philipp como tú os conocéis desde que erais niños. ¿Crees que el despegue de vuestra carrera llegó a afectar a vuestra amistad en algún momento?
De algún modo sí, claro. Pero no necesariamente de una mala manera. Por supuesto, han habidos momentos complicados para ambos a lo largo de estos años, pero la lectura positiva que terminamos sacando de esas situaciones es que, a pesar de todo, no estamos solos en esto. Compartimos todo lo que nos pasa y hablamos de nuestros problemas con el fin de tratar de solucionarlos, pues por encima de la banda, está nuestra amistad. Además, gracias a la música hemos vivido experiencias geniales juntos. ¿Te imaginas cómo habría sido vivir todas esas cosas estando completamente solos? Definitivamente, no habría sido lo mismo.
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