Los números abruman: quince discos en solitario y nueve con su vieja banda, centenares de conciertos, miles de entrevistas, colaboraciones, premios, todos los escalones del éxito, curiosidad, experimentación, incontables mutaciones y cambios de estilo… Un trabajador incansable que, por primera vez en su carrera, se permite echar la vista atrás y volver a grabar veinte canciones de su gigantesco repertorio rodeado de veinticuatro compañeros de profesión: de Andrés Calamaro a Amaia, de Enrique Bunbury a Ángel Stanich, de Iván Ferreiro a Anni B Sweet, de Eva Amaral a Xoel López y de Diego Vasallo a Santi Balmes, por citar solo algunos. Está demostrado: el mundo de la música ama a Erentxun con la misma intensidad con la que Erentxun ama la música.
En 2020 cumpliste tus primeros treinta y cinco años de carrera y ahora lo celebras con un disco doble y un montón de invitados. ¿Cómo ha sido la génesis de este proyecto?
A comienzos del año pasado yo estaba en mitad de la gira de "El último vuelo del hombre bala" (Warner Music Spain, 2019). Teníamos por delante el tramo americano, los festivales de verano… Venían cosas muy apetecibles. Y me di cuenta de que ese año 2020 era un año curioso porque se cumplía el trigésimo quinto aniversario del "Por tierras escocesas", el primer disco de Duncan Dhu. Me pareció que era una efeméride bonita para celebrar. Se me ocurrió hacer un pequeño paréntesis en la gira del Hombre bala y preparar un concierto con algunos invitados, con la posibilidad o no de grabarlo, eso estaba en el aire todavía, pero sí hacer un evento que repasase estos treinta y cinco años, mezclando sin ningún pudor el repertorio de Duncan Dhu con el mío, hacer una cosa simpática, anecdótica y conmemorativa, para luego seguir con lo mío. Lo comenté y a todo el mundo le pareció bien. Pero claro, nos cayó la bomba del Covid y se fue todo al traste: la gira del Hombre bala, la celebración del Por tierras escocesas… todo.
¿Entonces?
Entonces, ese proyecto, en vez de suspenderse, mutó hacia algo más ambicioso, empezó a coger mayor peso específico. Ni siquiera habíamos puesto ciudad ni fecha para el posible concierto, era solo una idea, pero, como era imposible hacer nada en directo, empezamos a darle otra forma. Me puse en contacto con Ricky Falkner, ya había título piloto, que era Amigos de guardia, y empezamos a acercarnos a la idea final. Ya no iba a ser un directo al uso, sino algo más parecido al "Ajuste de cuentas" de Quique González (DRO Atlantic, 2006), un disco en directo pero grabado en un estudio, con un poco de público para que diese algo de color, pensando en grabarlo… Una especie de MTV Unplugged. Y ahí es donde yo empecé a llamar a los invitados. La idea era grabarlo en abril o mayo, todavía estábamos confinados. Entonces la cosa siguió mutando, eliminamos la idea de meter el público, que iba a ser simbólico, pero tampoco se podía por las restricciones sanitarias. Retrasamos el proyecto a septiembre, pensando que ahí estaríamos ya mejor, pero cuando llegó septiembre todo seguía muy parecido, no se podía meter más de seis personas en un mismo espacio, en nuestro caso en la sala de grabación. La banda ya éramos seis, con lo cual ya no podíamos grabar en directo con los invitados, que era la idea original.
¿Y cómo lo hicisteis?
Tuvimos que inventarnos un sistema que nos funcionó bien, que era grabar en directo el disco sin invitados, solo los seis de la banda. Con formación de directo, una toma y otra toma, hasta que hacíamos la buena. Luego otra canción, luego otra… Así hasta que tuvimos el disco, las veinte canciones. En ese momento se fue la banda del estudio y organizamos la llegada de los veinticuatro artistas en cuatro días. Iban llegando cada hora y media o dos horas, ya sin los músicos. En el control estábamos solo el invitado y yo, micrófono contra micrófono, como se ha visto en los vídeos, y ahí grabamos en directo las voces sobre la música que habíamos registrado la semana anterior. Cantábamos a la vez, mirándonos a la cara, pudiendo improvisar, cambiar cosas… ¿qué te parece si canto yo esta parte? ¿Y si este estribillo mejor lo haces tú? Todo eso se decidió allí sobre la marcha y se hizo en directo. Bueno, salvo las ausencias lógicas que imponía la distancia: Bunbury, que grabó en Los Ángeles, y Calamaro, que lo hizo en Argentina. Se da la circunstancia de que ellos no sabían qué parte tenían que cantar, así que mandaron la canción cantando la canción entera. Hay una versión de Veneno y otra de A tientas cantadas solo por ellos, que es muy curioso.
Has mencionado que el disco lo produce Ricky Falkner. Venías de grabar tres discos con Paco Loco, ¿qué te hizo decidirte a probar con Ricky?
Sí, llevaba tres discos con Paco y me decidí por Ricky porque conocía y había trabajado con gran parte de los invitados. Había hecho discos de Quique (González), de Iván (Ferreiro), de los lesbianos (Love of Lesbian)… Conocía prácticamente a todos. Además, lo primero que hicimos fue diseñar una banda y él iba a ser el bajista. Yo le di las riendas de la producción, cosa que no hacía con Paco, porque con Paco solíamos coproducir. Creo que Ricky ha hecho un gran trabajo, sobre todo a la hora de unificar un repertorio tan disperso, le ha dado coherencia; que en el mismo esté Esos ojos negros e Intacto, por ejemplo, y que no chirríe. Eso es mérito de Ricky Falkner.
Después de este disco, ¿tienes previsto volver a trabajar con Paco Loco en un futuro próximo?
Es posible, sí. Es muy posible. Sigo hablando con mucha frecuencia con Paco. De hecho, hablé mucho con él durante la grabación de este disco. Tenemos una amistad que ya va más allá de lo musical. Cada vez que escucho algo que me gusta, o cuando tengo una idea, le llamo. Incluso le he enviado alguna maqueta, seguimos teniendo mucho contacto y hemos hablado de posibles cosas que se podrían hacer en el futuro. Pero bueno, por ahora me estoy limitando a escribir canciones con idea de que este disco, además de una celebración y un paréntesis magnífico, es un gran punto de inflexión en mi carrera. Me permite, si quiero, alejarme de la trilogía gaditana y pensar muy bien qué es lo que voy a hacer en el futuro. Posiblemente vuelva con Paco, no lo sé. Con Ricky también me he quedado muy contento.
La lista de invitados es muy heterogénea, con artistas de distintas edades y diferentes escenas.
Solo seguí un criterio para elegirlos: que me gustaran. Yo hice una lista de artistas que me gustaban y con los que me apetecía trabajar. Y cuando la escribí me di cuenta de que, efectivamente, era una lista que miraba mucho hacia la juventud y hacia la independencia, pero es que es lo que escucho, no hay ningún tipo de gesto premeditado ni de guiño hacia un lado o hacia otro. Yo creo que es equilibrada. Hay gente de mi generación, como Bunbury o Calamaro, gente algo más joven como Coque Malla o Santi Balmes, y luego ya toda la juventud, Stanich y demás, hasta llegar a Amaia, que podría ser mi hija.
¿Se quedó alguien fuera? ¿Hubo alguien que no pudiese estar?
A todos los que llamé dijeron que sí. Hombre, sí que podría haber mucha más gente, de entrada porque mi repertorio es enorme y se han quedado fuera muchas canciones que también se hubiesen podido grabar y no están. Porque las canciones no las elegía yo, las elegían los invitados. Y en este año, que el disco ha estado guardado en un cajón, sí que se me han ocurrido otros nombres. Pero bueno, ha quedado así, estoy muy satisfecho y no voy a mencionar a otros que habrían podido estar. Porque los que están, están por decisión personal mía. Fue una alegría enorme que se apuntasen de una manera tan inmediata.
Hombre, es que supongo que te dará cierto orgullo ver a gente tan dispar cantando tus canciones y mostrando ese respeto hacia tu repertorio.
Claro. Es que para mí eso es lo mejor. Aunque ahora mismo cayese una bomba y el disco no pudiese salir a la calle (la entrevista se realizó el día antes de su publicación, NdR), yo ya soy feliz. Primero, porque los cuatro días en los que tuve a toda esta gente delante, y encima cantando mis canciones, fue impresionante. Ver cantar una letra mía a gente a la que admiro tanto no tiene precio. Fue increíble. Y luego, de postre, las declaraciones que hicieron, que yo eso no lo sabía. Yo las vi después, cuando Warner fabricó el libreto del disco con las declaraciones de los invitados y pude leerlas. Se me saltaban las lágrimas al ver a tanta gente de procedencias tan destinas poniéndome tan bien. No me lo podía imaginar, estaré eternamente agradecido. Y más que eternamente agradecido, tremendamente orgulloso de ver el respeto que siente hacia mi trayectoria gente tan dispar y tan distinta.
Un par de datos que me parecen significativos: de veinte canciones, solo seis son de Duncan Dhu. Y han quedado fuera hits del grupo o de tus discos en solitario como Cien gaviotas, Una calle de París, Cartas de amor…
Sí. Y además, como te he dicho, las canciones las eligieron los invitados. Por eso esto no es un grandes éxitos. Aquí no están mis canciones más populares. Pero me parece que es una muestra muy real de lo que he hecho en estos treinta y cinco años, porque, al final, la carrera de un artista no son solo sus éxitos. La verdadera carrera de un artista la forman sus éxitos, sus rarezas, sus temas menos conocidos, sus caras b… Me encanta que en un mismo disco esté un pelotazo como En algún lugar y canciones absolutamente desconocidas como Intacto. Yo creo que eso dice más de mí que si solo hubiesen estado los singles. Efectivamente, faltan muchos hits, pero es que la idea no era hacer un grandes éxitos, sino un disco de dúos. Podíamos haberlo hecho de otra forma, pero yo no quise forzar a nadie a que eligiese una canción u otra.
No sé si es una anécdota o algo significativo en ese sentido, pero el disco que más canciones aporta es Eléctrica PKWY (GASA, 2012), que fue una edición limitada que muy poca gente conoce y que hace ya mucho tiempo que no se puede conseguir en ningún lado.
Sí, es curioso. Hay tres canciones de mi disco más raro, del que solo se fabricaron mil copias que están agotadas desde que salió. Y luego hay discos que a mí me encantan, como Te dejas ver (DRO East West, 2000), que no tiene representación. Todo el final de Duncan Dhu tampoco tiene representación, Crepúsculo (Warner Music, 2001) y El duelo (Warner Music, 2013), que es de lo mejor que hicimos, no tiene ninguna representación. No hay nada de Por tierras escocesas (GASA, 1985). No está Supernova (GASA, 1991), aunque bueno, eso igual es más lógico. Es verdad, así ha quedado.
Ha habido otras épocas de tu carrera en las que no sé si decir que se te veía incómodo, pero sí que eras reacio a aceptar una parte de tu carrera. Cuando grabaste el "Tres noches en el Victoria Eugenia" (GASA, 2008), por ejemplo, decías que querías despedirte de todas aquellas canciones que tanto éxito te habían dado. Yo no sé si ahora miras tu carrera completa con más naturalidad. Porque una cosa es no vivir de las rentas, cosa que te honra, y otra muy distinta renegar de tu pasado.
Sí, es exactamente así. Y eso se lo debo a Paco Loco. La persona que me ha ayudado a aceptar mi voz, mi pasado, lo que soy, ha sido Paco Loco. Y es cierto que mi actitud ha cambiado. A mí no me gusta mirar hacia atrás y cuando presento un disco nuevo, me gusta tocar el disco nuevo entero, pero eso no significa que no pueda tocar canciones que he escrito hace treinta años. Hubo un momento que quise huir de esas canciones, pero ahora mi actitud es otra. Y desde luego, los conciertos que vamos a hacer para presentar este disco van a ser conciertos de grandes éxitos. Y eso es algo que nunca he hecho, pero van a ser conciertos de grandes éxitos de Duncan Dhu y de Mikel Erentxun. Y ahí sí meteré canciones que se han quedado fuera de este disco, tocaré "Cien gaviotas", "Una calle de París", "Arde Madrid", "Cartas de amor"… O los últimos singles de mis discos en solitario. Va a ser una gira que hará hincapié en "Amigos de guardia", pero eso nos servirá de excusa para repasar toda mi carrera. Voy a hacer eso: por primera y única vez, una gira de grandes éxitos.
Dividiendo tu carrera en varias etapas, quiero que me digas, sin pensártelo mucho, algo bueno y algo malo de cada una de ellas. ¿Te parece bien?
Claro.
Primera etapa: Duncan Dhu.
De Duncan Dhu no puedo decir nada malo. Creo que es una carrera redonda y que supimos decir adiós cuando lo teníamos que hacer. Hicimos algunos cambios de timón que quizás fueron demasiado excesivos, pero ahora, con la distancia, me parecen entrañables. Yo he renegado de "Supernova" muchos años, por ejemplo, pero ahora me parece bien que exista un disco como "Supernova", creo que eso aporta valor a la carrera del grupo, hace que no sea monótona y que no sea repetitiva. Con lo cual de Duncan Dhu me quedo con todo, aparte de que fue mi escuela de aprendizaje.
"Creo que es mi mejor etapa, cuando mejor estoy cantando y mejor estoy escribiendo"
Segunda etapa: tu carrera en solitario hasta el punto de inflexión del Tres noches en el Victoria Eugenia, en 2008.
Creo que esa segunda etapa arrancó muy bien con un éxito masivo como fue A un minuto de ti. Empecé por la puerta grande y sigo pensando que es una de mis mejores canciones. La primera trilogía estuvo muy bien, tenía un estilo muy marcado ("Naufragios", "El abrazo del erizo", "Acróbatas"), pero luego fui un poco contracorriente, no terminé de encontrar mi lugar. Creo que hay grandes discos y grandes canciones, pero creo que igual es una etapa un poco desaprovechada.
Tercera etapa: tu carrera en solitario desde el "Tres noches en el Victoria Eugenia". Es decir, de 2008 hasta hoy.
En esta última etapa, en la que ya el éxito es otro y me muevo en otros terrenos, me siento mucho más a gusto conmigo mismo. Creo que es mi mejor época de las tres, creo que es cuando mejor estoy cantando y mejor estoy escribiendo. Si me dieras a elegir, que no lo has hecho, te diría que me quedo con esta etapa. Te diría que es, creativamente hablando, la más interesante. Creo que es una etapa dirigida desde el primer momento con cabeza y con pasión, sin altibajos, mirando hacia delante y con grandes discos. Creo que el mejor disco que he grabado en mi vida es "Corazones" (2015), y el segundo "Detalle del miedo" (2010). Y los dos pertenecen a esta etapa. Estoy muy orgulloso.
¿Y a partir de ahora?
Creo que este disco, "Amigos de guardia", no pertenece a ninguna de esas tres etapas que has mencionado, pero a la vez pertenece a las tres. Es una especie de resumen de todas ellas. Casi me permitiría, que no lo sé, empezar una cuarta etapa. Ahora es pronto para pronosticar porque no sé qué va a pasar. Yo me imagino que continuaré en la senda de esta última etapa de la que hemos hablado, pero no lo sé, podría ser una nueva tranquilamente. Este "Amigos de guardia" me deja la puerta totalmente abierta de cara al futuro.
Para terminar, háblame de la gira. Creo que empieza en enero, ¿no?
Empieza en enero y terminará en verano. Haremos las grandes capitales y haremos varios festivales potentes. Intentaremos ir a América también. A nivel de infraestructura, va a ser la gira más potente que he hecho nunca en solitario. Vamos a llevar una banda como la última de Duncan Dhu, seis miembros en el escenario. Con el triple de personal técnico del que llevaba en la gira de antes del Covid. Va a ser un par del peldaños por encima de lo que ha sido habitual en mí en los últimos diez años. Será una gira de éxitos y pensamos que lo merece. Y en verano me gustaría meterme a grabar, porque si no voy a tener que hacer como "El salmón" de Calamaro. Ahora tengo ya material para un triple, así que imagínate con lo que puedo terminar si espero mucho más… ¡Tendré para un quíntuple! (risas). Que te lo digo en broma, pero no lo descarto. El otro día, Diego (Vasallo) me decía que tenía que grabar en mi casa y hacer como un "All things must pass" (Apple Records, 1970), de George Harrison. Como mínimo un triple, que como nunca lo he hecho, es algo que me apetecería.
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.