"Fue un tremendo honor hacer esto con este tipo y absorber todo lo que sabe"
EntrevistasMike Patton & Jean-Claude Vannier

"Fue un tremendo honor hacer esto con este tipo y absorber todo lo que sabe"

Adriano Mazzeo — 16-09-2019
Fotografía — Archivo

La búsqueda insaciable de Mike Patton está de vuelta. El 13 de septiembre su propio sello, Ipecac Recordings, editará “Corpse Flower”, la flamante colaboración con el experimentado compositor francés Jean-Claude Vannier. Para celebrar este evento, Mondo Sonoro tuvo acceso al casi inaccesible Patton para charlar del disco de punta a punta y desde una perspectiva de lo más original.

Por distintas pistas que fue dando por el camino, hace un tiempo concluí que Mike Patton es un auténtico foodie. Uno de los pasionales, no exactamente el que fotografía un helado multicolor y lo sube a Instagram. En mi primera entrevista con él para el diario Clarín de Argentina (de donde soy y resido actualmente) hablamos de pasta fresca italiana y le conté que, aparte de trabajar de periodista, también lo hago de cocinero. Como en aquella ocasión venía a Buenos Aires con Mondo Cane, su banda “italiana”, se interesó en que yo me encargara del catering de los ensayos a fuerza de ravioli con salsas scarparo y quattro formaggi. Afortunadamente aquello fue un éxito y ahí mismo se comenzó a gestar una suerte de amistad entre nosotros. Con los sucesivos años fuimos compartiendo algunos eventos en sus visitas a Buenos Aires, dos de ellos, clásicos asados argentinos. En el primero Patton se interesó muchísimo por los cortes de carne que estábamos degustando. “Entraña” fue un nombre que le llamó la atención en especial. Yo le conté que los argentinos posiblemente conocíamos mejor las partes del cuerpo de la vaca que las del cuerpo humano. Hablamos de morcillas, mollejas, vacío, tira de asado, lomo, vamos, del infinito vocabulario cárnico y sus paralelismos en otros países. El tipo estaba totalmente fascinado, como descubriendo un nuevo mundo. “Deberías hacer una canción con esta temática”, intenté redondear el tema, un poco en plan gracioso. Tres años más tarde en segundo asado, esta vez en mi casa, me cogió del brazo y me dijo: “¿Recuerdas lo de la canción de los cortes de la carne? Bueno ¡la hice!”, riéndose de su propio delirio. En medio de mi sorpresa, me sentí por demás halagado y orgulloso, y también asombrado una vez más por los recursos creativos de Don Mike. Allí mismo me mostró la canción y brindamos con un Malbec de seis años de antigüedad.

Total que unos meses después, cuando comenzó la etapa de promoción de este disco, propusimos hacer una entrevista que respondiera a esta pasión en común: la idea fue pedirle a Mike que maridara, que combinara, cada canción del disco con una comida y una bebida, para desde ese puntapié inicial disparar los tópicos que se harán presentes en la charla. Sin ánimo de spoilear, diré que en el término de una hora hablamos de muchas cosas que van más allá del arte de combinar el mundo culinario y el del las bebidas de todo tipo. Espero el menú sea de vuestro agrado ¡Salud!

"A veces, parece que a la gente le gusta que la engañen. Les gusta tener este tipo de experiencias, y es por eso que esta industria existe".

1) “Ballade C.3.3”: Irish cucumber sandwichs, homemade elderberry wine (Sandwiches irlandeses de pepino y vino casero de sauco)
Bien. Elegiste Sandwiches de pepino y vino casero de sauco. Los sandwiches de pepino son algo realmente simple y a veces las cosas simples son las que más talento requieren.
Sí, son una cosa muy inglesa/irlandesa. Los usan para el momento del té, normalmente las clases altas. La razón por las que los elegí es porque la letra de esa canción no está escrita por mí, sino por Oscar Wilde. Es un jodido irlandés, y alguna vez escribió algo sobre estos sándwiches de pepino. Le gustaba hablar de cuán elegantes eran. Personalmente no es algo que yo suela comer, pero creo que encajaban perfecto con la canción (risas). Él hablaba de comerlos junto a otro poeta, Walt Whitman, y en ese texto contaban que solían hacer su propio vino de sauco.

Bien. La idea que se me viene a la cabeza a raíz de esta elección es: si tienes que hacer un plato con muy pocos ingredientes, no tendrás margen de error en la manera de combinarlos ¿Fue muy difícil encontrar los sonidos correctos para acompañar este poema de Wilde?
No. Al contrario. La canción se hizo primero y luego encontramos el poema. En la mayoría de mis experiencias escribiendo música, la música viene primero y luego “las letras” (nota: lo dice en español). Pero esta fue más una creación de Jean-Claude que mía, él básicamente escribió la mayoría de la música y trajo las letras, yo sólo dije: “ok, hagámoslo”. Así que él sabría responder a esto mejor que yo.

2) “Camion”: Poulet Basquaise, fromage blanc, pastis. (Pollo a la vasca, queso blanco francés y pastis)
Eliges un menú de cocina casera, clásica, con el sutil sabor del queso blanco, y el pastis… bueno, no parece una buena opción para un camionero que baja la montaña, como dice la letra del tema.
Bueno, ¡quizá sí! (risas) La razón de porqué la elegí es que, a ver, es una canción sobre camioneros. Hay todo un tema sobre lo que comen los camioneros... En mi país, comen mierda. Están todos gordos a base de comida rápida y basura. La idea de la parada de camiones es una cosa realmente horrible y tendría que cambiarse. Pero en Europa es un tema un poco distinto. En Italia, está muy bien, en Francia es aún mejor, tienen esa cosa llamada Relais Routiers que es como una guía hostelera de camioneros. Es una locura. Es su propia guía Michelin. Ahí suelen aparecer lugares de cocina familiar, muy simple y muy baratos en los que se bebe muy bien también, por eso puse el pastis. Eso ocurre en Francia y este disco es de algún modo de allí. Así que tanto en Europa como en Sudamérica los camioneros saben bien donde ir, en Estados Unidos son los peores comensales del mundo: nunca los sigas. Cuando viví en Italia aprendí que sí saben de qué va la cosa. El queso blanco, por cierto, es casi como un yogur.

Parecido al queso Quark, ¿no?
¡Sí! Pero es buenísimo, especialmente con ese pollo, ¡whoah!… ¡Increíble!

3) “Chansons d’amour”: tartare, absinthe. (Tartar y absenta)
Después de ver el vídeo, este menú tiene mucho sentido porque allí se pueden ver instintos profundos y extremos de seducción, todo muy francés. ¿Cómo te sentiste al llevar tu interpretación de esta canción de Vannier a ese terreno, a esa vibración de seducción francesa?
No tuve que hacer nada, sólo poner mi voz allí y hacerlo con respeto. No quise cambiarla o adaptarla, sólo intenté ser parte de lo básico del tema. Cuando, al principio, me envió esta canción, era él cantando en francés y tocando el piano. Pensé en que me gustaría darle una vuelta, hacerla un poco más jazzera, y pasé las letras a inglés. Es una rústica canción de amor, con un feeling de tragedia. Se trata de cómo las canciones de amor te suelen mentir, todas son puro bullshit, esta es una manera de mostrar otro camino para las canciones de amor, no es bonita, pero tampoco incluye promesas falsas (risas). Por eso mismo adoro la absenta, porque también es algo muy serio que te puede volver loco y el tartar de carne es muy básico, perfecto para esta canción de amor maldita.

4) “Cold Sun, Warm Beer”: corn dog, Pabst Blue Ribbon or manchamanteles, mezcal.(Perritos rebozados fritos, cerveza Pabst Blue Ribbon o manchamanteles y mezcal)
En este canción, habla un personaje al que parece no importarle para nada lo que pone dentro de su cuerpo, algo así como un villano de la noche o un camionero estadounidense.
¡Claro! O como un turista. Un turista tonto de setenta años que pagaría cualquier cosa por hacer cualquier cosa para comer. No sé tú, pero yo estuve de vacaciones algunas veces y me sentí como ese tipo de persona, ¡y eso apesta! Tú vas a ese lugar hermoso, te dispones a pasar un buen rato pero de repente el menú aparece en formato de corn dogs y puta cerveza mala y caliente. Creo que hay una industria monstruosa a partir de este mundillo turístico. También puse manchamanteles ahí, ¿no? Bueno, si vas a a México te darán un manchamantel y un maldito mezcal.
Para mí esa canción trata sobre la desilusión de viajar. A veces puedes ser estafado, puedes tomar la decisión incorrecta y terminar en un mal lugar. Pero también debo decir que, a veces, parece que a la gente le gusta que la engañen. Les gusta tener este tipo de experiencias, y es por eso que esta industria existe. Y porque el mercado de vivir como un gilipollas también existe. Desafortunadamente la mayoría de la gente sólo quiere estar en una zona de confort, un lugar reconocible. No se abren a aventuras. No pisan fuera del camino conocido. Están igual que en su casa pero en otro lado, ya sea en Venezuela o en Tailandia, ya sabes.

Recuerdo aquella charla sobre un restaurante alemán en Chile al que ambos fuimos y sobre el que acordamos que, si bien fue toda una experiencia, en Chile deberíamos comer comida chilena y no alemana.
¡Así debe ser! Si estás gastando todo ese tiempo, todo ese dinero para ir a un lugar nuevo, diferente, es estúpido no aprovecharlo. Para mí es como estar en Faith No More: allí me rindo, es un lugar al que voy a aprender. Hago a un lado mi voluntad y mis intenciones y aprendo. Eso es lo que quiero hacer. Es la única manera de enriquecerse: entregarse y esperar el incentivo.

5) “Browning”: bucatini cacio e pepe, Negroni. (pasta bucatini con pimienta y queso de oveja y Negroni)
Hablando de una situación mafiosa y con la elección que hiciste, esta canción debería llamarse “Marroni” en lugar de “Browning”, ¿no? (Risas)
Te diré por qué se llama así: Jean-Claude escribió la canción hace mucho tiempo y la razón es que “Browning” es el nombre de un rifle.

Oh, perfecto, no tenía idea, no soy bueno para las armas...
En la letra todo lo que digo es desde el punto de vista de un arma. El título de la canción mientras la estábamos trabajando era “Gangster”.

Claramente tiene una narrativa mafiosa.
Eso. “Browning” me parecía un título mucho más cool, más misterioso que “Gangster”. Tuvimos una discusión al respecto y todo. La mayoría de la gente no sabrá que es el nombre de un rifle.

Respecto a esta idea, me gustaría preguntarte si cuando vivías en Italia te interesaste en la cuestión de la mafia.
No. A ver... Esa cultura se sabe que existe, todo el mundo lo sabe en Italia, pero nadie habla de ello. Nadie. Es muy extraño porque este tema llevó a un director italoamericano, Coppola, a ser muy famoso. Se habla de la mafia en las noticias, casi cada noche, ya sea la Camorra en Nápoles, o la Cosa Nostra en Sicilia o la ‘Ndrangheta en Calabria; cada una de las regiones tiene su propia versión de la mafia. Pero en la calle, nadie habla de esto.

Qué locura...
Así es. Lo aprendí muy rápido. “¿Cual es la mafia en esta ciudad?”, pregunté. Y fue como “sh, sh, shhh. No hablamos de eso.”. Odio pintar a Italia con esa luz, porque, sabes, posiblemente termine muriendo allí, ese es mi país, aún más que Estados Unidos, y me gustaría hacer cosas buenas por Italia. Odio decir cosas como esta. La mafia no es lo que era, pero aún está allí, es más como gente joven trapicheando con drogas y no esos tipos de traje como se ven en las pelis. Como en “Gomorra”. Esa es la versión moderna de la mafia, de lo que está pasando, más que nada marginales callejeros no muy bien organizados, nada que ver con lo que se podría pensar. Yo no lo sentí nunca como una amenaza, pero también depende de a qué lugar vayas. Ese es el problema, la gente puede ser asesinada por hablar, entiendo por qué no lo hacen. Incluyendo a importantes políticos. Ese es el tema: debes respetar la forma de ser de la gente, cuando estoy allí no hablo de esto. Suena a locura, pero es como es.

6) “Hungry Ghost”: Bagna cauda, Grappa. (Bagna Cauda y Grappa)
Ambas elecciones me son familiares por ser de familia italiana emigrada a Argentina. Incluso me llamó la atención la bonita letra del tema y ese puente que suena a tango. Haz algo para quitarme de la cabeza el hecho de que este tema es de algún modo “argentino”.
Nunca imaginé ese puente como un tango, pero ¡sí que algo de razón tienes! Comenzó básicamente desde esa melodía pregrabada, la de la cantante de ópera femenina que canta en el puente (nota: tararea con dificultad esa parte), bueno yo no puedo hacer ese tipo de cosas... Jean-Claude me la mandó, estimé que la habría sampleado que no era una grabación suya, la recibí y fue como “¡mierda, esto es muy bueno!”. Era una soprano y unas cuerdas acompañando esa hermosa melodía. Así que pensamos en escribir una canción alrededor de eso. Él me dio la idea de llevar la letra hacia una suerte de leyenda de fantasmas, una historia de vampiros. Usé la palabra “strigoi” que es vampiro en rumano, un tipo de vampiro muy bestia. Elegí la bagna cauda porque se necesita mucho ajo, ¿no? (risas) y si el ajo no mata al vampiro, la grappa lo hará (risas). Esa mierda es más fuerte que los vampiros.

"En algunos lugares se hacen cosas realmente grandiosas y no puedes replicarlas en otro lado. De otro modo ¿qué tendríamos? ¡Que el mundo sería todo un puto Starbucks!"

7) “Corpse Flower”: asado, Piedra Negra Gran Malbec.
Aquí está claro por qué elegí lo que elegí ¿no? ¿Cómo podría meter otra cosa en una canción que habla de cortes de carne? Sólo pensé, mientras hacía las letras, en que la única cultura que puede hacer un festín semejante con una parrilla son los argentinos. Quizá Brasil pueda competir, pero los argentinos son mejores, ¿no, cabrón? Es la mejor carne del mundo, y la mejor forma de cocinarla en el mundo. No es sólo los ingredientes perfectos sino que saben qué hacer con ellos. Amo el “churrasco” de Brasil, pero simplemente no es lo mismo. Nadie en el mundo los iguala.

En Texas también son muy buenos en esto…
Sí, pero es que simplemente es diferente. Yo no sé cómo o por qué pero pienso que quizá los argentinos tengan una suerte de ingeniería aplicada que nadie más tiene.

(Risas) ¡Ni de coña! Es algo natural para los argentinos.
Me enamoré de la cultura de la parrilla en Argentina, tuve la suerte de estar muchas veces. Cuanto menos explicación le encuentro más fascinante me parece, para mí es un misterio. No puedes poner un pedazo de carne a las brasas y sacar eso. No puedes. Si piensas en alguien amateur, como yo, yo nunca jamás podría lograrlo. Es por eso que tengo este obsesivo respeto por la cultura de la carne en Argentina. Lo hacen todo el tiempo, mejor que nadie en este mundo y sin ningún esfuerzo. Aquí en Estados Unidos está esto de que te haces una parrilla de 10.000 dólares, que debes tener el tipo exacto de carbón, que es todo un rollo y la carne sabe a mierda igual ¿Por qué en tu país no pasa eso? Porque en Argentina hay magia, cabrón. Y esa es una de las grandes cosas para mí sobre el mundo. En algunos lugares se hacen cosas realmente grandiosas y no puedes replicarlas en otro lado. De otro modo ¿qué tendríamos? ¡Que el mundo sería todo un puto Starbucks! Una cosa que se hace exactamente igual no importa donde sea ¡a la mierda con eso! Y sabes, en Oaxaca puedes tener cierto tipo de mole que es sólo de ahí, no debería estar disponible en Nueva York. No debería. Eso es lo que hace al mundo algo hermoso, creo. No quiero empequeñecer el mundo, quiero que se agrande. Ese es mi punto: a la mierda la globalización. No me quiero sentir cómodo en Okinawa, quiero sentirme desafiado, quiero aprender algo nuevo, comer algo nuevo, conocer nuevas personas. No quiero que me pase lo mismo que en la puta San Francisco. ¿Quién quiere eso? No volé unas putas catorce horas para eso, ¿se entiende?

Totalmente, y estoy muy de acuerdo.

8) “Insolubles”: Canard à la presse, vin rose.(Pato a la prensa y vino rosado)
Esta es una canción muy solemne, sentimental y atormentada de algún modo, elegante y tradicional como las elecciones culinarias que hiciste. Me hizo pensar en que actualmente estamos en una época en la que todo es cuestionado y discutido. ¿Crees que es bueno, de tanto en tanto, aferrarse a algunas tradiciones o elementos clásicos? Me refiero en la música, en la comida, en la vida…
¡Sí! Absolutamente. La nostalgia no es el enemigo. A veces puede ser un un cálido refugio o un lindo lugar al que ir, porque el mundo cambia a un velocidad muy loca. Por ejemplo, cuando estoy en casa, muchas veces siento que lo único que quiero es algo realmente simple, por ejemplo, para comer o para hacer. Y ahí vuelvo a viejos hábitos, ¿es eso nostalgia? No sé, pero quizá lo es. Suelo ir a mi lugar favorito de ostras, o a por unos tacos al lugar al que solía ir cuando estaba en mis putos veinte y que ni había visitado por un largo tiempo. La memoria funciona con la comida y en las experiencias en general ¡con la música también! A veces, cuando me siento raro, suelo escuchar Iron Maiden, ¿sabes? o Prince y ese simple hecho me hace sentir mejor. Me hace sentir que estoy de nuevo en el lugar que me pertenece.
Volviendo al plato elegido, el Canard a la presse es una movida muy loca, cocina francesa cien por cien vieja escuela. Se trata de una máquina espeluznante que comprime el pato, todo junto: los huesos, la sangre, todo.

¡Y con la sangre hacen la salsa!
¡Exacto! Es muy complicado, toman los jugos, hacen un caldo con ello, lo reducen, etcétera. Separan los huesos de la carne, es un proceso muy largo. Solamente tuve oportunidad de comerlo una vez en mi vida y me voló la cabeza. Llevó como una hora hacerlo. Se hace la prensada en tu mismísima cara, lo que es jodidamente loco, suena increíble (nota: hace el sonido de los huesos crujiendo), un delirio. Increíble. Y luego toca esperar y esperar. Es una experiencia. Esta canción, “Insolubles”, suena muy nostálgica para mí. Habla de los recuerdos de dos personas que no encajan en este mundo, de las cosas que solían hacer juntos, los lugares específicos a los que iban. Es triste, melancólica. Decadente y muy atada a recuerdos.

9) “On Top Of The World”: Whale sashimi, snake sake. (Sashimi de ballena y sake de serpiente)
Ambas ideas se tradujeron en mi cabeza como esa forma kamikaze de hacer las cosas que tienen los japoneses. Ese extremismo que les puso a la cabeza del mundo en muchos sentidos. Algo parecido a lo que te pasa a ti con la admiración que mucha gente te tiene. ¿Cómo tomas los cumplidos del estilo del que salió publicado hace poco que hablaba de que eres el cantante con mayor rango vocal del mundo?
No lo tomo bien. De hecho, no lo tomo, para nada, en absoluto. Está bien, es un bonito cumplido, pero no lo meto en mi cuerpo. No pasa a ser una parte de mí.

¿Por qué?
No me hace sentir cómodo. Me siento a gusto simplemente siendo yo (risas). Y si alguien dice “Eres el mejor, bla, bla, bla”, bien, cool, pero sé que en el siguiente segundo alguien dirá “eres el peor, bla, bla, bla”. Así que trato de estar en mi centro, ¿sabes? Sé que es una parte zen-yoga que tengo, no quiero estar ni muy arriba ni muy abajo. Vamos a ver, está genial, lo aprecio, no es algo que desestime, pero honestamente no afecta a mi vida. Necesito equilibrio, tranquilidad y foco. Considero a este tipo de cosas distracciones ¡y el mundo está lleno de distracciones! Apenas salir de mi casa puedo encontrarme con algún problema, o con alguien tratando de venderme algo, está en la TV, todo el tiempo el mensaje de “compra esto, compra aquello” o “mírate, mírame”... todas distracciones. En cierto punto de mi vida aprendí que uno debe decidir tratar de eliminar ese tipo de cosas. Los halagos son bonitos, son divertidos, les presto atención por un segundo y luego me voy.

10) “Yard Bull”: snoots, Thunderbird. (Morros de cerdo fritos, vino Thunderbird)</strong
No sabía lo que era el Thunderbird, así que tuve que investigar...
(Interrumpe riendo) ¡Me alegra que no supieras qué es el Thunderbird! Qué suerte tienes, yo crecí con eso… es un vino barato, muy malo. Ese menú es el smorgasbord (nota: banquete escandinavo) de quienes comen de la basura.
La canción se trata de gente que conduce trenes. “Yard Bull” es una palabra en slang para los policías que cuidan, por lo general violentamente, las carreteras. Es una canción profunda, rara. Tuve que explicársela a Jean-Claude. “¿De qué estás hablando?”, preguntó. Tuve un experiencia con este mundo cuando era joven y me entraron ganas de escribir una canción. Viene de la cultura de “esperar el tren”, algo que se relaciona mucho con vagabundos y sin techo. Solíamos hacer esto, Trey y yo, mi amigo de Mr. Bungle, pero lo hacíamos por diversión, y terminábamos aprendiendo algo de esta escena, porque es una escena, es muy serio, increíble. En cuanto a los snoots, son morros de cerdo fritos.

Claro, son un clásico en España.
¡Eso es! Allí los hacen y también aquí, en el Sur, en St Louis son muy famosos. Y muy buenos. Es cocina de los bajos fondos. Los sirven con salsa barbacoa o con patatas fritas. Son un poco fibrosos, pero excelentes y muy baratos.

11) “A School Girl’s Day”: Peanut butter/banana crepe, Ovaltine. (Crepe de plátano y mantequilla de cacahuate y leche malteada Ovaltine)
Esta es una de mis favoritas del disco porque la manera en que crece la tensión es simplemente magnífica.
¡Gracias! Estuvo a punto de ser la que abriera el disco. A mí me gustaba esa idea, pero Jean-Claude pensó que sería demasiado intensa.

Lo es.
Sí, es bastante intensa.

¿Supuso una presión extra para ti haber reversionado algunos temas clásicos de Jean-Claude como en este caso?
¡No! Para nada. Él puede ser rígido en algunos momentos, pero en otros le hago sugerencias y es muy abierto. En esta cambié bastante el arreglo. La base funky es algo que yo hice, bastante diferente a la original. Jean-Claude nunca me hizo sentir miedo a la hora de sugerirle algo. A través de todo el disco hay ejemplos. Sus canciones están muy bien, pero preferí cambiar algunas cosas y si le parecía que mi opción era mejor, no tenía problema en dar su OK. Incluso con las letras, en algunos casos no las había, yo las traje y tuve que explicarle su significado para seguir adelante. Como en “Camion”, a la que sumé los sonidos de camiones y otros efectos que a él le encantaron. “Diste en el blanco, es perfecto”, decía. El punto básico es que confié en él completamente, básicamente entregué mi vida en este disco, y él hizo lo mismo conmigo. Es la manera en que debería ser siempre.

Es interesante la relación porque a pesar de que él pueda ser muy relevante y moderno en su forma de escribir música, seguís siendo de dos generaciones distintas.
Sí, y a mí me encanta esta condición. Es estimulante. Siempre quiero trabajar con gente mayor que yo, que sepa más que yo. Quiero aprender de ellos. Es un desafío maravilloso. Del mismo modo, trabajar con gente más joven también me divierte, es diferente, pero está muy bien. Sé que en cierto punto ahí yo tengo la responsabilidad de ser el mayor, pero en este caso él es el maestro y yo el estudiante. Vamos, que llevé mucha información a la mesa de trabajo, no me malentiendas. Fue un tremendo honor hacer esto con este tipo y absorber todo lo que sabe. Para ser honesto, tuve muchísima suerte.

12) “Pink And Bleue”: Porterhouse Fiorentina, Martini. (Chuletón a la Fiorentina y Martini)
Creo que la nobleza cárnica del chuletón simboliza la simpleza del acto de cocinar, al mismo tiempo el Martini sería el cóctel “seductor” por excelencia. Algo así como cantar “Cuando bebo demasiado, me cago los pantalones” sobre un emocionante y hermoso arreglo de cuerdas, tal cual sucede en el tema. (Patton ríe estruendosamente) ¿Qué tan complicado es sonar romántico, pero no meloso, y al mismo tiempo mantener cierto nivel de sentido del humor?
Jean-Claude me mandó la canción junto a la letra, pero, después de traducirla, porque no podría cantar toda la canción en francés, me di cuenta de que no tenían mucho sentido. Me mandó una pista de voces de referencia y le dije: “voy a tomar lo que me mandaste, respetaré su espíritu, pero lo haré a mi manera, con mis propias palabras”. Para mí es algo así como la canción de Dean Martin o Frank Sinatra que nunca hice. Lo mismo para él. Me dijo: “Quiero que hagas de crooner como un puto chulo estadounidense de los cincuenta”, a lo que contesté: “Bien, creo que puedo hacerlo. Lo intentaré”. Nuestra motivación era crear algo en plan Rat Pack. Algo crooner, sólo con cuerdas y voz. La letra que me mandó decía algo así como “cuando me emborracho demasiado, pierdo el control”, lo cual es muy aburrido.

¡Tú fuiste mucho más gráfico! (risas)
(Risas) Sí, lo hice más a mi estilo, digamos. En general esa canción fue como la más… no diría importante, pero sí que me concentré mucho en ella porque quería que saliera bien. Es muy especial, todo un desafío, algo que ni Jean-Claude ni yo habíamos hecho nunca. De eso se trata.

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