Metal on metal
EntrevistasMeshuggah

Metal on metal

Daniel Rabadán — 20-09-2005
Fotografía — Archivo

Haciendo alarde de su insobornable inconformismo Meshuggah honran su propia madurez con "Catch 33" (Nuclear Blast America), un trabajo de estudio anómalamente planteado y de evidente valentía comercial. La obra distinta por antonomasia de su ya de por si completo y variado catálogo, prueba de que no les importa otra cosa más que seguir el dictado de sus pasiones.

Dentro de su habitual estado de reformas, han abordado sin mirar el vacío bajo sus pies la empresa de acuñar un disco de más de tres cuartos de hora consistente en una única canción dividida a su vez en trece partes. Una sucesión encadenada de piezas desconcertantes a entender como una entidad global, en la que la simplificación y la alteración de patrones es de lo más arriesgado que se ha hecho en años. “Lo que queríamos trabajar en este álbum al margen de las estructuras de las canciones era, a través de esa idea de conjunto, llegar a expresar aquello que habitualmente no puedes hacer en una canción normal. Hasta ahora siempre hemos hecho discos en los que había cosas que ya habían hecho antes otras personas, no sólo musicalmente sino también en el tono, en el sonido. Seguimos sintiendo que estamos evolucionando y todo cuanto sacamos contribuye a nuestro sonido, incrementa nuestra creatividad ya que nos inspira", explica fluida pero tranquilamente su guitarrista Mårten Hagström.

"La música hipnótica está muy infravalorada en el mundo occidental"

Un trabajo tiranizado por el sonido rítmico del bajo y la batería en un primer plano, mientras que los riffs sostenidos sobre una sola cuerda han sido extendidos hasta la máxima tensión, un reto teóricamente sencillo pero largamente planeado para el que han necesitado contar con su propio estudio. Lo que les ha salido es mántrico y obsesivo. "Esa es una de las cosas con las que mucha gente está teniendo algún problema. La música hipnótica está muy infravalorada en el mundo occidental. Hemos procurado hacer música hipnótica que al mismo tiempo te arrope, que sea repetitiva pero que te envuelva. Así que el lado hipnótico de este disco ha sido algo deliberado". Verdaderamente una de las obras sobre las que se hablará en años venideros como un manantial inagotable de guiños y matices por descubrir, todo basado en las composiciones y las ideas, sin empachos de horas y horas de producción. "Cuando utilizas efectos y aspectos técnicos en la música, tiendes a desnaturalizarla, pero no es algo que pueda sentirse como tal en este disco. Es algo con lo que estamos muy contentos. Era muy importante para nosotros tener en cuenta que la experimentación es algo fantástico, algo que adoramos hacer pero no puedes permitir que tome el control global ya que al final lo que pretendes conseguir es hacer buena música, no importa si se trata de Meshuggah o AC/DC. Lo que procuramos es buscar una forma de expresión que sea única para nosotros y que deje una impresión en otra gente". De tan compacto que es, bien podría ser también un álbum conceptual en lo musical que no en las letras. "Sí, ya que se trata de una canción por lo que en ese aspecto es un disco conceptual. Si hablamos de discos conceptuales es algo que tiene significados diferentes para gente distinta. Para mucha gente, ´Operation Mindcrime´ de Queensryche es un disco conceptual. En el caso de nuestro último disco lo es porque las músicas que incluye se pertenecen las unas a las otras”. Y puesto que los trabajos de concepto centrados en la música son poco menos que una rareza, ¿cuáles han sido pues sus musas inspiradoras? Parece que nada tan cambiante ni novedoso como cabría esperar. "Cuando hablamos de inspiración hay dos cuestiones fundamentales. La primera es aquello con lo creces escuchando, lo que siempre coincide con tus inicios como músico. Eso es algo que te deja una impronta para el resto de tu vida musical, pero si nos referimos a influencias contemporáneas diría que lo que nos inspira, al menos a mí en mayor medida pero a los cuatro en definitiva, es escuchar las ideas de todos los miembros". Una de las grandes paradojas de este nuevo esfuerzo ha sido la acentuación de contrastes en una superficie que se muestra simplista y homogénea. La dificultad estriba en cómo entender algo así. "Es algo subjetivo de una persona a otra. Realmente no queremos significar o decir una sola cosa en particular que deba ser asimilado de una determinada manera. Es una interacción entre lo que creas y el oyente. Cuando alguien lee las letras intenta que le digan algo, eso es todo de cuanto se trata. Lo que para esa persona significan las letras es lo que cuenta, no lo que yo quiera decir con ellas". No obstante el pueblo es soberano y en este caso sus seguidores serán quiénes habrán de juzgar la osadía de estas nuevas andanzas. "En cierta forma hemos obtenido muy buenas críticas a lo largo de los años así como también algo de mierda. La cuestión es que la mayoría de nuestros discos son álbumes que crecen en la gente, los escuchan y se dan cuenta que hay mucho más y empiezan a gustarles. Hasta ahora por lo que hemos podido ver en Internet y las críticas que nos están haciendo, es que a la gente le está gustando mucho. La verdad es que no lo esperábamos porque aunque hemos trabajado mucho en él y estamos muy contentos, no pensábamos que fuese a crecer en la gente de esa misma manera".

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