Hagamos memoria: en 1995, tras grabar una exitosa maqueta, (con más de mil copias vendidas) el sello navarro Gor los fichó, sacando a la calle su primer disco, que corroboró la enorme importancia de tener un single, algo por lo que la gente pueda identificarte, una tarjeta de presentación. Fue el famoso «Aquí Huele Como Que Han Fumao», auténtico himno adolescente especial para fiestas, metaleras o no, por lo tanto la pregunta resulta obligada: tal y como está el panorama heavy metal, con tanta tecnología, sampler, fusión, diseño, futurismo y demás, ¿dónde se ubican ellos? ¿Metal de los ochenta? ¿Rock de los noventa? ¿Clásicos? «Hacemos rock duro, variado. Hacemos lo que nos apetece, sin seguir una línea muy definida. Hay gente que te define como power-metal-mega-thrash, yo que sé. Nos gusta la caña, pero hemos mamado más rock puro y duro, más clásico. Desde Led Zeppelin, Black Sabbath o Rainbow, al punk de Pistols, Clash o Stranglers. ¡Ah! Y Metallica». Tras la salida al mercado de su segundo Lp, las expectativas se dispararon, de hecho vendieron unas doce mil copias de salida, lo que les llevó a profesionalizarse. «Cuando sacamos «El Infarto» dejamos los curros, nos dedicamos a esto con más tiempo, trabajamos más los temas, les dimos más vueltas...». Sin duda, uno de los grandes aciertos de ese disco fue la inclusión de una versión de Itoiz («Marea Gora»), extinto -y olvidado- grupo pionero en el panorama pop rock vasco, autores de auténticas joyas, como esta canción. Koma actuaron en el Warped Tour de 1997, junto a bandas como Sick Of It All e Incubus -con quienes alucinaron-, lo que sin duda les empujó un poco más. Y llegamos a 1999. Acaban de publicar su tercer disco, «El Catador De Vinagre», producido por Miguel Aizpon y Jean Phocas en los estudios Elkar de San Sebastián. Se trata de un trabajo que si bien no ha variado en lo sustancial sus parámetros thrash rockeros, con la potente y gutural de Brigi al frente, sí ha aportado nuevos elementos a su música, como la inclusión de instrumentos tradicionales vascos (txalaparta), cantaores, secciones de viento, coros, así como un medio tiempo muy ochentas («Deprimido Singular»), todo ello para adornar y dotar de mayor colorido al disco. Y es que la consigna está clara: no repetirse. Por otro lado, las letras pierden el componente tópico-festivo de antes, ganando en profundidad, si es que se puede expresar así. «Las letras son más personales, más intimistas. Hay cosas menos explícitas, de mostrar actitud más que ser panfletario. Me parece que es ir madurando. Tienes que intentar no repetirte, lo principal es no aburrirnos». Tienen intención de presentar el disco por todo el estado, y a medio plazo por Latinoamérica. «Hay un proyecto de ir a Cuba y México para tocar, e intentar publicar en Argentina, Chile y Uruguay». Para acabar, me intereso por su opinión con respecto a los sonidos metálicos de fin de siglo. «Las canciones son canciones, y se pueden hacer de mil maneras distintas. Hay cosas buenas, pero hay mucha morralla aburridísima, y mucha pose, imagen, marketing». Y es que, para entendernos, ellos son más Anthrax que Korn, es decir «vieja escuela».
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.