Melancolía y verano
EntrevistasÒscar Briz

Melancolía y verano

Carlos Pérez de Ziriza — 20-01-2011
Fotografía — Enric Murilllo

“L’estiu” es una deliciosa ambrosía sonora en la que, por encima de todo, priman las tonalidades acústicas menos obvias, la susurrante voz de Óscar Briz en primer plano, una lírica evocadora y esa serena calidez que sólo los trabajos paridos al son de la calma chicha veraniega puede alcanzar.

Si lo que diga esta publicación les merece algún crédito, no duden en situar “L’estiu” como uno de los mejores álbumes estatales del 2010. En un mundo cuerdo no debería ser necesario recalcar que es el quinto álbum en solitario (y muy posiblemente, el mejor) del músico valenciano, curtido desde mediados de los ochenta en bandas como Banderas de Mayo, Beat Dealers, The Whitlams o liderando a Els Cors d’Aram. El álbum fue vendido gratuitamente con el ejemplar de septiembre de la revista Enderrock, y cuenta con una edición física de quinientos ejemplares, disponibles a través de su web y en ciertas tiendas. El tono eminentemente acústico, hipnótico y estival del álbum, responde a un viejo sueño del autor. ¿Por qué tan tarde? “Era una cuestión de prestigio versus popularidad. El primer disco podría haber sido así, en los tres o cuatro siguientes flirteé con otros tipos de música. Y ahora era el momento de cambiar, y de hacer una acción promocional fuerte al margen de la industria, como inversión, como fue la edición con Enderrock. Luego entró en escena la discográfica”. La idea, austera, esencial y de vuelta a las sonoridades anglosajonas, estaba clara. “Había un concepto muy claro de producción. De algo muy sencillo, básico, sin aditivos. Creo que por eso a mucha gente este trabajo quizá le guste más que los anteriores. En este el mensaje llega mucho, es más cercano a la idea del songwriter” La necesidad del giro se explica por su carácter inconformista. “Yo me crié con el concepto punk de la música que había a principios de los ochenta. La de compartir el concepto de que no hay vacas sagradas y nunca hay que dormirse en los laureles, como hacía Roddy Frame, por ejemplo”.

La mención al líder de Aztec Camera puede descolocar a quien (con razón) vea paralelismos entre “L’estiu” y las propuestas de Nick Drake o Elliott Smith. Asunto engañoso, en todo caso, el de los nutrientes. “Soy remiso a mencionar referentes, porque siempre me olvido de nombres. Por ejemplo, siempre me han gustado Prefab Sprout. No sé si lo que hago tiene algo que ver. Pero igual te podría decir Ray Lamontagne, Bon Iver… lo que no quita que también me gusten Jethro Tull, que tienen cosas acústicas que me encantan. O el primero de Ryan Adams o los principios de Ben Harper. En el terreno acústico hay un montón de cosas”.

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