El último disco de McEnroe se editó en 2015 (“Rugen las flores”) y desde entonces han salido otros proyectos como el disco con The New Ramon (“Lluvias y truenos”, 2016) y tu disco en solitario (“Esperanza”, 2017), has publicado un libro de poemas… La pregunta es: ¿estos proyectos surgen porque los discos de McEnroe se espacian en el tiempo, o son los discos de McEnroe los que se espacian en en tiempo porque surgen estos proyectos?
No lo sé… Después de “Rugen las flores”, nosotros, como banda, sí que tuvimos una sensación de haber llegado a algún sitio. Es difícil de explicar, pero quizás la mejor forma de explicarlo sea esa, que habíamos llegado a un lugar en el que había que parar y esperar un poco, dejar que entrase aire nuevo. Quizás también dedicarnos a otras experiencias vitales, algunos miembros del grupo habían sido padres, otro empezaba una nueva vida en otro país (Pablo Isusi, bajista, se fue a vivir a México, NdR). Pensamos que queríamos parar sin saber si volveríamos a arrancar o no, McEnroe siempre se ha movido por impulsos. Así que, aunque no lo hablamos, decidimos parar. Yo tenía cosas que decir y seguí con ellas, y de ahí nacieron los otros proyectos. Tampoco pensé en aprovechar el parón de McEnroe. De hecho, ni siquiera sabíamos si McEnroe iba a volver a grabar o no.
Y a pesar de esos cambios a los que te refieres, de paternidades y cambios de país de residencia, ¿este disco lo grabáis los mismos o ha habido cambios en la formación?
No, no ha habido cambios, seguimos los mismos. Pablo vive en México pero de vez en cuando viene, así que aprovechamos sus vacaciones de Navidad, que las pasó aquí, para grabar el disco.
¿Cómo se encendió la chispa para que decidieseis hacer un disco nuevo?
Bueno, yo soy muy torpe con las nuevas tecnologías, pero aprendí a grabar con el iPad, con (la aplicación) Garageband, que es muy fácil, y me puse a grabar en casa y llegó un momento en el que tenía nueve canciones. Nosotros, al margen del grupo, siempre hemos mantenido contacto de amigos, de quedar para ir a un concierto, a cenar o a tomar cañas. Y un día, hablando con Gonzalo (Eizaga, guitarrista) y con el resto del grupo, les dije: tengo nueve canciones que me gustan. ¿Nos hacemos un disco? Venga, pues a por él.
O sea, el germen de la composición es tuyo, y luego ya le disteis forma entre todos.
Sí, siempre hemos trabajado así. Yo tenía nueve ideas grabadas con los arreglos que hice con el iPad y luego ya las hemos desarrollado entre todos.
La grabación la habéis dividido en dos partes, la primera en Vizcaya y la segunda en los estudios La Mina, en Sevilla, que es algo así como tu segunda casa, porque, de un tiempo a esta parte, grabas todo allí.
Sí, desde “Las orillas”. Por tema logístico era muy complicado movernos todos y hacer toda la grabación en La Mina, así que hicimos las bases en los estudios Tío Pepe de Bilbao. Allí grabamos en directo baterías, bajos y algunas guitarras. Le pedimos a Raul (Pérez, productor y dueño de La Mina) que subiese a Bilbao para manejar toda la grabación. Y después de navidades bajamos Gonzalo y yo a Sevilla con él y lo terminamos allí.
Respecto al título, “La distancia”, en ‘La distancia del lobo’ cantas que rompes la distancia. En la hoja de promo decís que nunca os habéis separado porque nunca ha habido distancia entre vosotros, y poco después que la distancia “te puede derrotar, te puede vencer, se puede aceptar…”. ¿A cuál de todos estos significados os referís con el título?
Queríamos jugar con todos esos conceptos. “Distancia” es una palabra que se utiliza mucho, a veces para separar, a veces para unir… Es un término muy voluble, sirve para muchas cosas. Nosotros mismos, como banda, siempre hemos estado muy marcados por la distancia, siempre había uno viviendo en Bilbao, en Soria, en Marbella, en México… A veces nos preguntamos si eso nos ha separado o nos ha unido. Si hubiésemos vivido todos en el mismo sitio y hubiésemos tenido un funcionamiento más estándar, de ensayar tres veces por semana, igual no hubiésemos aguantado diecisiete años juntos. Queríamos jugar con esa ambigüedad, ese concepto un poco poético.
"Siempre hemos estado muy marcados por la distancia. A veces nos preguntamos si eso nos ha separado o nos ha unido"
Otra frase de la hoja de promo: “La distancia son nueve canciones de amor. Siempre son canciones de amor”. ¿No se puede escribir desde otros sentimientos como el odio, el rencor o la rabia?
No, a mí no me interesa escribir desde esos otros sentimientos que citas. Toda la música que he escuchado en mi vida eran canciones de amor y es lo que me llama. Creo además que lo abarca todo. Alguna vez nos han preguntado si no hacemos canciones políticas y, en realidad, la política empieza en el amor, no hay nada más político que eso. Se puede escribir de otras cosas, pero a nosotros nos apetece escribir sobre el amor, aunque a veces nos pongan ese sambenito. Pero es que el 99 % de las canciones que he escuchado en mi vida era de amor. Pienso en The Cure, The Smiths… Al final acabas hablando de amor, que es lo más bonito que hay en el mundo, lo único que merece la pena.
Bueno, y hay que decir que abordáis el amor desde una perspectiva amplia: amor hacia tu pareja, amor hacia un padre, hacia un amigo, hacia la naturaleza….
Sí, así es.
Centrándonos en el disco, y enlazándolo con los proyectos al margen de McEnroe a los que nos hemos referido al principio, ¿dirías que el hecho de haber trabajado con otras personas ha podido influir en el resultado de este disco?
Diría que no. En el disco con Ramón (The New Ramon), aprendí algunas cosas al trabajar con él, pero cada uno hizo las canciones por su lado. Y en mi disco en solitario tampoco me alejé demasiado de McEnroe; estaba Edu (Guzmán) en la batería, que es el batería de McEnroe, y los demás eran amigos que siempre habían estado cerca del grupo. El sonido McEnroe al final estaba ahí. Así que te diría que no, no ha afectado demasiado. Creo que ha afectado más el hecho de que Gonzalo haya cogido las riendas del sonido y prácticamente haya coproducido el disco con Raul. Gonzalo es el mejor músico de la banda y tenía ideas que han han explotado en este disco. Si hemos explorado algunos caminos diferentes ha sido por culpa, o mejor dicho, gracias a Gonzalo y a Raul.
Creo que os ha quedado un disco muy equilibrado. Hay momentos luminosos y otros más oscuros. Hay pasajes de tristeza y otros de esperanza. Unas partes más acústicas y otras más eléctricas… Transmite paz, cierta sensación de calma, de serenidad.
Sí, estoy de acuerdo. Es un disco con menos guitarras, más pausado, más sereno. Las letras también han dado un cambio. Creo que son… suena fatal, pero creo que son más maduras. Las cosas están vistas como en la canción ‘Luz de gas’, desde otro lugar, desde otra perspectiva. Es importante la frase que has dicho antes de que no solo hablamos de amor de pareja o de amor romántico, sino también de amor a otras personas, a lugares, a la naturaleza… Creo que, en general, es el disco más sereno que hemos hecho nunca. A pesar de haberlo grabado por un impulso, como siempre hemos hecho, creo que es el más tranquilo y sereno de todos.
"A pesar de haberlo grabado por un impulso, como siempre hemos hecho, creo que es el disco más tranquilo y sereno de todos"
Hay una canción que me parece que destaca sobre el resto, por todo: instrumentación, producción, letra, la forma en que está cantada… Me refiero a ‘Asfalto’.
Sí. En realidad la letra de esa canción está escrita como si hablase mi hija, me pongo en su piel. Es un episodio que vivimos juntos; cuando me contó lo que sintió, escribí esa canción, puse las palabras en su boca. Pero es ella la que habla, no soy yo. Es un poco diferente y sí, tiene mucho peso en el disco. Me gustó mucho que ella la cantase conmigo. Ya lo había hecho en mi disco en solitario y en un single de McEnroe, pero esta ha sido la primera vez que me lo ha pedido ella y me ha hecho mucha ilusión.
Hay algo que creo que es como tu sello a la hora de escribir, y es el uso de muchos elementos de la naturaleza: paisajes, cielos, animales, bosques… ¿Te sale de manera natural? ¿Es un recurso literario?
No, me sale de manera natural. De hecho, no me gusta la palabra recurso porque parece que tienes que recurrir a algo y no es mi caso. A mí me sale hablar de esas cosas porque son las que me impresionan hasta el punto de que me apetece escribir sobre ellas. Soy muy permeable, muy sensible a lo que me rodea, encuentro mucha belleza en los paisajes, siento envidia de la libertad que tienen los animales… Es algo que me inspira mucho y a la hora de escribir siempre termino yéndome ahí, no como un recurso, sino de una manera natural. A veces me quiero rebelar contra eso, siento que igual estoy abusando de ello, pero en el fondo tienes que escribir sobre lo que sientes, no hay otra manera.
Fíjate que incluso en la portada también se ve un paisaje, es como una especie de ladera, aunque en el centro aparece una casa ardiendo que rompe la paz de la escena. ¿Ha sido idea vuestra?
No, no ha sido idea nuestra. Ha sido una cosa muy bonita. Es obra de Silvia Grav, una artista a la que admiramos desde hace mucho tiempo. Nos hizo un vídeo clip hace ya tiempo, concretamente el de (la canción) ‘París encore’ (del disco “Las orillas”). Es una fotógrafa que nos gusta muchísimo. Estábamos en contacto, le mandé el disco y fue lo que a ella le inspiró. Casi siempre hemos funcionado de esa manera con las portadas, nos gusta ver qué sugieren nuestras canciones a otros artistas, sobre todo a artistas que admiramos. Ella nos mandó la casa en llamas con el cartel que pone “vistas al océano” y fue muy emocionante. Además es una artista muy cotizada, siempre está muy ocupada, pero quiso hacerlo porque le gusta el grupo, fue muy importante para nosotros. Nos viene bien porque la distancia también se puede quemar. Nos ha hecho también la portada del single, ‘Las cerezas’, que sale una mano ardiendo. Hizo una serie de fotografías basadas en el disco y todas tienen ese hilo conductor, nos hizo mucha ilusión.
Para terminar, hemos dicho al principio que nunca habéis mantenido una regularidad en los ensayos, siempre ha habido miembros del grupo viviendo fuera, otra vez la distancia de por medio… ¿Cómo vais a preparar la gira?
Estamos planeándolo ahora, viendo cómo lo vamos a hacer. Siempre hemos sido un grupo amateur y la verdad es que estas cosas nos cuestan, no sabemos qué vamos a poder abarcar y qué no. Lo dejamos abierto, haremos lo que podamos. Y lo que nos apetezca, lo que verdaderamente nos haga ilusión. Llevamos mucho tiempo tocando y sabemos de sobra lo que no queremos hacer. Pablo está fuera, no puede hacer la gira y nos vamos a apoyar en otros músicos. Estará Pablo Jaén, de Gringo, que tocará el bajo, y seguramente nos acompañará también Jaime Arteche, teclista de Joe la Reina. Tenemos fechas cerradas ya y creo que va a ser muy bonito.
Fecha | Ciudad | Recinto | Hora | Precio |
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04 mayo 2019 | Azpeitia (Guipuzcoa) | Sanagustin Kulturgunea | 23:00 | 13€ |
07 junio 2019 | Madrid | Círculo de Bellas Artes | 21:00 | 15€ |
28 septiembre 2019 | Bilbao | Kafe Antzokia | 21:00 | |
19 octubre 2019 | Pontevedra | Teatro Principal / Pontevedra | 12:30 | 14€ |
14 diciembre 2019 | Cornella de Llobregat (Barcelona) | Ramón Romagosa / Cornellà | 00:00 |
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