“Gurb es un pueblo grande,
fundado por payeses y mandado por más payeses. De todos modos no nos influye
mucho… o sí. Es más, en Gurb se lleva el house
de Flaix FM y la rumba, todo mezclado con política conservadora, pero nos
encanta Gurb”. De la pequeña localidad de
Gurb a los escenarios de renombrados festivales (Primavera, BAM, Sant Feliu) y
de ahí a grabar con Santi García este debut, todo ha ido bastante rápido para
Furguson. “Muchos discos que escuchamos
y que nos gustan los ha grabado él. Grabar con Santi era como algo
inalcanzable. Nos hizo mucha ilusión y además fue una semana perfecta que
estuvimos en la playa comiendo buenas paellas”. Para Jordi, Aleix, Garo,
Albert y Eduard la actitud adecuada parece ser el atrevimiento y un puntito
gamberro que sientan muy bien a las canciones de “My Friends Are My Culture”, encuadradas éstas entre el post-punk,
la electrónica y la locura. “Hay
canciones que las empezamos a hacer partiendo de un sampler o algún sonido. De todos modos la mayoría surgen con la
guitarra y mucha distorsión. La electrónica nos gusta a las tres de la mañana,
como a mucha gente, menos a Albert, que le gusta a todas horas. La electrónica
no es el esqueleto del grupo”. Aunque manida, y estando tan cerca de la
órbita B-Core, es casi obligatorio preguntar a estos zagales por la
denominación de origen de la tan traída y llevada escena catalana. “No creemos que estemos en ninguna escena,
aunque vayamos a conciertos. Si la hay no nos hemos dado cuenta y si hemos
sacado un disco es porque La Castanya ha confiado en nosotros. Lo que pasa en
Cataluña es que parece que sólo existen los grupos de Barcelona. Y en verdad
todas las comarcas están repletas de grupos”.
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