"Sin Joana Serrat hubiera sido imposible lograr esa sonoridad"

Surgida de la intimidad de su dormitorio, Marta Delmont representa a una nueva generación de cantautores entre lo tradicional y lo actual. La prueba más clara es “Silver Blaze” (Great Canyon Records, 16), producido por Joana Serrat.

Marta Delmont empezó a estudiar en L’Aula de Música Moderna i Jazz, dentro del Conservatorio del Liceo, pero enseguida vio que aquello no era lo suyo, prefería seguir la senda que le había marcado su hermano escuchando discos de Bob Dylan y Tom Petty. “La oportunidad de empezar en serio con mi proyecto llegó gracias a David Giménez, mi manager y responsable del sello Great Canyon. Es una historia curiosa, porque dio conmigo hace cosa de un año, a través de Instagram. Yo solía colgar fotos de discos y algún que otro vídeo, y resultó que mis referencias le llamaron la atención hasta tal punto que decidió escribirme interesándose por mis canciones. Sigo pensando que es una de las cosas más increíbles que me han pasado nunca, desde entonces ha creído en mí y me ha apoyado en todo”.

“Silver Blaze” es la primera referencia del sello Great Canyon Records, el disco lo produce Joana Serrat, y toca parte del séquito que también le acompaña a ella. “Aquí está muy presente el tema del desengaño. Representa un punto de inflexión para mí en muchos sentidos. No es un disco autobiográfico, pero creo que refleja un momento, una serie de situaciones y sentimientos. De Joana Serrat recuerdo el primer concierto al que asistí dentro de la programación de Primavera Sound, mucho antes de que nos conociéramos. Salí de allí maravillada por su sonido y sus canciones. Pasar de ser una seguidora a trabajar mano a mano con ella ha sido increíble. Sin ella, hubiera sido imposible lograr esa sonoridad tan personal y ese ambiente vaporoso que tanto caracterizan el disco”. El título del disco tiene muchos significados, simboliza una manera de ser y de actuar. “De hecho, tiene tantos significados que es hasta difícil de explicar. Juega mucho con los simbolismos. El concepto ‘blaze’ me tenía enamorada por todo su significado: fulgor, destello… luz, en definitiva. Es además un guiño a Blaze Foley y, consecuentemente, al ‘Drunken Angel’ de Lucinda Williams, un gran referente para mí. Queríamos contraponer a este concepto de luz la incerteza y las sombras que también tienen su lugar en el disco, y de ahí surgió la idea de ‘silver’, que evoca el lado más místico y, a su vez, la tradición western”.