"Tenía claro el sonido que quería"
EntrevistasMaria Jaume

"Tenía claro el sonido que quería"

Toni Castarnado — 27-08-2022
Fotografía — Archivo

Maria Jaume pasó de cero a cien en apenas unos meses. Por eso, de cara a este “Voltes i voltes” (Bankrobber, 22), se dio un tiempo para recapacitar y para tomar las riendas de su futuro.

Antes de pensar en la confección de su segundo disco, Maria Jaume tuvo que poner en orden muchas cosas. De un día para otro, para lo bueno y para lo malo, se encontraba en una situación que no había imaginado. Tenía que asimilar el que tanto público –quien al final tiene la llave– como prensa e industria musical se hubieran encaprichado con ella, con su talento infinito y su naturalidad a prueba de bombas. Por eso se planteó supervisar cada paso del proceso de creación de “Voltes i voltes”. Tenía el disco en su cabeza, así que solamente le faltaba plasmar sus ideas en canciones completas. “Le di muchas vueltas, por eso elegí este título. La verdad es que tenía claro el sonido que quería, ahí no había dudas, iba a ser más pop. Era lo que me apetecía porque en el fondo es lo que más me gusta. En ese sentido, el trabajo de Lluís Cabot ha sido clave, hemos tenido muy buena sintonía. También la tuve con Victor Ayuso. De hecho, Renaldo y Clara eran uno de los referentes para mí”. Aunque se tomó su tiempo para redondear el disco, al final el proceso se aceleró. Acostumbrados en la actualidad a quemar las naves con singles, Jaume confiesa que se siente más segura grabando discos largos. “Estuvo bien tener una fecha en el calendario para acabarlo, porque si no me subo a la parra. Además no quería que coincidiera con otras cosas, aunque tuve algún concierto de por medio. Y buscaba presentarlo en conjunto. No me gusta esa nueva moda de lanzar cinco singles previos al disco. De esa manera pierde su magia y el misterio”.

"Por suerte, ahora hay muchas chicas que buscan su propio espacio sin atender a las normas que nos marcan otros"

Uno de los factores diferenciales de “Voltes i voltes” son sus letras, un asunto vital para Maria Jaume. Por eso es un disco que apetece escuchar con el libreto en la mano y con los cinco sentidos dedicados a descifrar su contenido. “En las canciones hay un recorrido personal, eso siempre estará ahí, pero al mismo tiempo hay mucha ficción. En canciones como ‘2008’ o ‘Ni Picassos ni Dalís’ dibujo mis propias historias. Creo que hay muchas diferencias con las canciones del primer disco, que era una especie de recopilación de mis primeros discos en la que estaba reunido todo mi aprendizaje. Ahora esto va más allá. No tiene nada que ver”.

Maria Jaume huye del prototipo de cantautora dulce y cándida. No se identifica para nada con esa imagen. Ella tiene una gran personalidad y, según ella, mucha mala baba. “Me da rabia que algunos solo me ubiquen ahí. Tanto a mí como a otras compañeras. Por suerte, ahora hay muchas chicas que buscan su propio espacio sin atender a las normas que nos marcan otros. Fíjate en Bad Gyal, tiene mucho mérito lo que ha logrado, es muy valiente”.

Maria Jaume nació en Mallorca, aunque reside en Barcelona desde hace unos años. Pero sigue orgullosa y en contacto con una escena balear a la que cada semana se suman nuevos nombres, si bien hay uno que marca un antes y un después para todos ellos: Antònia Font. “Es el grupo que marca la frontera entre los músicos que estaban antes que ellos y los que hemos llegado después. Por la importancia de las letras de Joan Miquel Oliver y la sabiduría con la que defienden su propia lengua. Su irrupción nos ha permitido a los demás gozar de una libertad que, de otra manera, nos hubiese costado más conseguir”. Ejemplos de ello podrían ser Miquel Serra –quien colabora en “Tombats en es sol”– a una Anna Ferrer que no para de crecer. “Tengo ganas de ver su ‘Parenòstic’. Mucha gente me ha hablado del espectáculo. Pero ten en cuenta, eso sí, que los menorquines aún están más locos que los mallorquines, que ya es decir [risas]”.

A pesar de las dificultades, ella también es firme defensora de poder cantar en el idioma en el que se siente más cómoda. “Para mí es lo natural. Es la opción que prefiero para expresarme y, de momento, es así como lo contemplo”. Eso no impide que, en “Magnetic Fields”, combine con acierto su idioma madre con el inglés. “Esto surge de la obsesión que tuve en un momento concreto por otra canción, ‘I Don’t Want To Get Over You’ de The Magnetic Fields, así que acepté el reto de ir metiendo frases en inglés. Al final, aunque es extraño, creo que cuaja”.

Si antes hablábamos de la colaboración de Miquel Serra, en “A final de mes”, hace un dueto con Núria Graham, una pieza con mensaje encubierto. “Es la única canción que escribí durante el confinamiento. La idea partió de Lluís Cabot. Necesitábamos a alguien para hacer el dueto, así que yo se lo propuse a Núria, que era ideal para el tema. Durante ese período no pude, ni quise, crear nada más. Me estresaba ver a tanta gente en Instagram haciendo cosas mientras yo estaba agazapada”. De hecho, Maria Jaume es muy prudente en el uso de las redes sociales. Les dedica tiempo desde una vertiente profesional, no para contarnos su día a día. Quien quiera hurgar no descubrirá sus secretos personales ahí. “Eso no va conmigo, aunque respeto a quien lo hace. A veces, desde mi propio entorno o, incluso mi discográfica, me animan a colgar más cosas. Pero para mí es suficiente. Anuncio lo que va a suceder con el disco, con los conciertos... Prefiero mantener en el anonimato las cosas que hago de manera privada, no me interesa contar mi vida en redes”.

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