“Mi público me encanta y es un espacio seguro”

A principios de este año, María Escarmiento actuó en el reputado Eurosonic de Países Bajos y poco después puso fin a su “iCandy Tour” en Barcelona, pero no se resiste a ninguna oportunidad de hacer saltar al público. De la mano del Let’s Festival, vuelve a tierras catalanas para actuar en L’Hospitalet de Llobregat (28 marzo, Sala Salamandra).

María Escarmiento y los escenarios son inseparables, eso es algo que no nos pilla por sorpresa. Parece que la palabra “descanso” no forme parte de su diccionario, y en este 2025 lo vuelve a corroborar. El pasado mes de enero, la madrileña actuó en el Eurosonic Noorderslag de Groninga (Países Bajos), lo que para ella ha supuesto un gran paso en su proyección internacional. “Ya había ido a Suiza una vez, y cuando me propusieron ir a Groninga me pareció una gran oportunidad, porque viajar me motiva mucho. Además, conocía el Eurosonic, y fue gratificante ver que al público le gustó mi trabajo”. Más allá de las barreras del idioma, la propuesta de María se entendió, y muy bien. Comenta que “allí les apasiona la música electrónica, y apreciaron mucho las luces, los drops, el sonido, y todas esas cosas en las que yo pongo muchísimo empeño”.

"Quiero encontrar la manera de aportar mi propia visión, sin dejar de abrazar lo que se consume hoy en día”

Últimamente, cuando María crea sus canciones, suele tener muy en cuenta el directo. Nos confiesa que le gusta estar en el estudio y pensar “Cuando suene esto, la gente se lo va a gozar”. Pero entre tanto disfrute, siempre hay espacio para la calma. Apunta que una de las canciones que más le gusta cantar en directo es “Quiero verlo todo azul”, porque “aunque sea una balada, se necesitan momentos desgarradores y viscerales”. Esto contrasta con su lado más desenfadado, que ya vimos en “Sensación de Calor”, inspirado en Caribe Mix. Lo cierto es que la nostalgia millenial es algo intrínseco en la cantante. “Tengo muy en cuenta mis influencias, y siempre voy a defender aquello que he consumido de niña o de adolescente”, explica. Aun así, ella tampoco puede escapar de las tendencias. “Hay muchas cosas que me inspiran, pero a veces se presenta el dilema de que lo que me gusta también es lo que está de moda. Quiero encontrar la manera de aportar mi propia visión, sin dejar de abrazar lo que se consume hoy en día”.

En “iCandy”, nos presentó un mundo de color de rosa con influencias de los 2000. Ahora, María sigue pensando en colores, y dice que “lo que viene suena un poco más azul y morado, porque algunos temas siguen siendo divertidos, pero otros son más intensos y oscuros”. Su intención es que el próximo álbum tenga “unas trece canciones, y haya un poco de todo”, incluso estribillos en inglés. “Me interesa mucho la sonoridad de las palabras, y estoy intentando quitarme un poco el estigma de creer que soy una flipada, porque es un idioma que domino”, explica. Sobre la gente con la que está trabajando, nos adelanta que Vau Boy está encargándose de la producción. Dice de él que es “increíble y sabe materializar todo lo que tengo en mente”. Además, si ya nos tiene acostumbrados a sus colaboraciones con nombres como los de Fran Laoren, BLNCO, detunedfreq o Delgao, para su próximo disco ha puesto empeño en colaborar con más artistas. “De esta forma me divierto más en el estudio, y al no estar sola le quito más hierro al asunto”.

El público es una pieza clave en el engranaje de María Escarmiento, y la artista lo ha podido confirmar durante su reciente gira por festivales y salas. “He sentido muy palpable el amor de la gente en las salas. Me llevo muy buenos recuerdos, como bajarme con ellos para cantar ‘Pretty Girl Swag’. Tengo la suerte de que mi público me encanta y es un espacio seguro”. Los pasados meses no fueron un camino de rosas para la cantante, y reconoce que “durante la gira hubo algunos líos y cambios a nivel de equipo, momentos complicados típicos de la industria que tintaron un poco el proceso”. Pese a las dificultades, el optimismo siempre estuvo presente porque “aunque suena a tópico, es verdad cuando te subes al escenario todo acaba valiendo la pena”.

Su último concierto en sala fue en la barcelonesa Apolo, arropada por familia y amigos. María habla de este momento con especial cariño. “Ese día fui muy feliz. Es algo que me pasa de forma recurrente cuando canto en Cataluña, porque siento mucho el calor de la gente”. Para ella fue “muy impactante salir al escenario”, y entre risas recuerda que incluso llegó a preguntarse “¿Es este el día más feliz de mi vida? ¿Es este mi peak profesional?”. Ahora, desde la distancia, dice que “en gran parte lo fue”. Este buen sabor de boca, sumado al hecho de que mucha gente se quedó sin entradas tras el sold-out, ha hehttps://youtu.be/2ZJooNPZ0Mc?si=Phi0QNzucdBhmZIncho que la artista vuelva a los directos en el Let’s Festival, aunque quedan por delante otros festivales como Spring Festival, Mallorca Live o Low Festival. “Sé que va a ser una experiencia muy buena, me han dicho maravillas de la sala a la que vamos a ir, así que tengo muchas ganas”.

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