Steve Cradock yace sobre una tumbona de la piscina de un hotel madrileño cercano a la M-30. El sol de mayo está acompañado de rachas de brisa tan incómodas que disuadirían a cualquiera de "ligar bronce" en traje de baño, pero ya se sabe que los británicos aprovechan cualquier resquicio del astro rey para despelotarse y combatir la nívea palidez del norte. Me da la mano y responde al porqué del título de su nuevo álbum. "En las letras, Simon -el cantante y guitarrista de la formación- ha escrito "Mechanical wonder, mechanical thunder". Es una especie de obsesión que tiene por los coches, las motos, los aviones, los barcos, o sea todo ese ruido que mueve la vida cotidiana. Básicamente reflejan lo que siente hacia el ruido que hace lo mecánico". Su reciente creación no difiere mucho de lo ofrecido en trabajos como "One For The Modern" (99), "Marching Already" (97), "Moseley Shoals" (96) u "Ocean Colour Scene" (92). Pop de clara ascendencia anglófila. Y es que Ocean Colour Scene debe mucho estilísticamente a uno de los puntales del pop británico: Paul Weller. Cradock ha sido guitarrista del que fuera líder de The Jam y Style Council desde hace casi una década. "Estoy tocando con él desde 1992 o 1993. Nos llevamos muy bien y somos buenos amigos".
"No me gustan mucho bandas como Coldplay y Travis porque son muy lentas y deprimentes, no es música que te anime mucho la vida" |
Tampoco debemos olvidar los grupos en los que se curtió Steve inicialmente: The Boys, con los que empezó a la temprana edad de diecisiete años, y The Fanatics, grupo pre-Ocean Colour Scene que no sobrevivió al año de su creación, 1.989. Pese a su expresividad y fluidez musical, Cradock es parco en palabras. Parece que está más interesado en su cura de sol que en extenderse en explicaciones sinuosas. Centrémonos en la grabación. "Todo fue muy fácil. Grabamos las canciones y las estructuras principales en Gales. Los arreglos los hicimos todos en Londres y Birmingham. Trabajamos con Max Hayes, que ha sido nuestro productor en otros discos. En el caso de "Mechanical Wonder" sólo se encargó de las labores de ingeniero de sonido porque teníamos todo tan claro que nosotros mismos hicimos de productores". En esta nueva vuelta de tuerca se han rodeado de músicos como Steve White (timpani), Mick Talbot (teclados) y Mark Feltham (armónica). "Steve ha sido el batería de Paul Weller desde los dieciocho años. Mark y Mick son músicos de sesión. Siempre es una buena experiencia contar con esta clase de músicos". "Mechanical Wonder" está dedicado a la persona de Ned Reynolds. "Era una persona que trabajaba en la compañía discográfica de Inglaterra. El día después de Navidad tuvo un accidente de coche y murió cuando estaba de vacaciones en Sudáfrica". Triste destino para un obituario de lo más pop, aunque la irregularidad planee a lo largo de los cortes del disco. ¿De dónde procede la inspiración? "Se trata básicamente de escribir las canciones y tocarlas, creo que la inspiración nos llega sola. No partimos de un punto de vista determinado. Obviamente lo que lees, lo que ves, lo que escuchas va a ser una influencia para inspirarte, pero en el fondo no lo tenemos como una referencia". Ocean Colour Scene también han hecho sus pinitos en el mundo de las bandas sonoras, como atestigua su participación en la película "Lock, Stock & Two Smoking Barrels" de Guy Ritchie, partenaire de Madonna. "Utilizaron una canción nuestra llamada "Hundred Mile High City" y después de la película se hizo una serie en TV en la que metieron la canción "July". El director la había escuchado en el disco, le gustaba y la incluyeron en la banda sonora". Nos preguntamos ahora cual es la banda sonora favorita de Cradock. "Básicamente escucho mucho mi colección de cajas de CD´s. Me encantan los Stone Roses y The Lurks. Oasis suelen estar bien. No me gustan mucho bandas como Coldplay y Travis porque son muy lentas y deprimentes, no es música que te anime mucho la vida. Suelo escuchar mucho a James Brown". Ocean Colour Scene han batido un récord recientemente, un precedente que no había conseguido ninguna banda de rock hasta la fecha. "Hemos estado cinco noches seguidas en el Barrowlands de Glasgow y hemos vendido todas las entradas. Es un sitio estupendo para tocar y lo que vivimos allí fue impresionante".
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.