Todo el que ha estado en una banda sabe que cumplir diez años no es fácil. Muchos son los momentos y los motivos que pueden llevar a un grupo a decidirse a tirar la toalla. Desde el desconsuelo ante la falta de atención a las famosas disputas internas, incompatibilidades de agendas, diferencia de prioridades… Enumerarlos todos sería imposible. Pero ahí están Los Mambo Jambo. Contra viento y marea. Manteniendo una propuesta firme y cargada de calidad que paso a paso va haciéndoles hueco, si no lo tiene ya, en la historia del rock and roll de este país. Y no lo tenían fácil. Referencias innegables a medio siglo (o más) atrás, combo instrumental, imagen retro… Aspectos que unos pueden gustar y a otros no, aunque en lo que todo el mundo suele coincidir es en lo buenos que son como músicos, lo buenos que son sus discos y lo buenos que son sus directos. Mucho bueno y mucho de lo que hablar con su alma máter, Dani Nel-lo, para repasar cómo celebran este aniversario.
"Este disco es un juego, una celebración, algo que teníamos ganas de hacer".
Casi me he convertido en vuestro entrevistador oficial. Van unas cuantas charlas ya. No sé si eso es bueno o es malo, pero ahora ya no se lleva.
Yo creo que es bueno, pero como dices ya no es habitual. Antes en las revistas había un periodista que seguía a los grupos y eso te daba una visión más interna y concienzuda de ellos que era difícil ver de otra manera. Pero es que ahora apenas hay espacio para hablar, y las entrevistas quedan reducidas a cuatro líneas.
Pues vamos al lío. Celebráis vuestro décimo aniversario de manera poco habitual, con un disco sorprendente en el que revisitáis algunos de vuestros propios temas acompañados por una especie de big band.
Sí, pero sobre todo queríamos no sonar a big band de swing, fíjate. Fue una idea loca que se nos ocurrió lanzando ideas para celebrar nuestros diez años como grupo. Cuando alguien lo sugirió pensamos que era cojonudo, pero siempre que eso no ensombreciera al impacto y la fuerza que caracteriza a Los Mambo Jambo. Por eso no queríamos sonar a una big band clásica, que me encantan, pero buscábamos otra cosa. Encontrar nuevos horizontes a los temas, jugar con nuevos arreglos, pero mantener intacta nuestra fuerza. Debía seguir sonando como un grupo de rock and roll, y creo que es así.
La selección de temas, ¿fue en esa línea?
Más o menos. Intentamos buscar los temas de nuestros discos que menos se acercaran al swing y a ese sonido. Eso era lo divertido porque con algunos la cosa podía ser ya demasiado evidente en su propia versión original.
¿Y cómo trabajasteis los arreglos?
Ahí fue básica la figura de Ivan Kovacevic. Él es un musicazo tremendo, y está acostumbrado a este tipo de saraos porque dirige hace mucho tiempo la Barcelona Big Blues Band. Así que él se encargó de los arreglos y yo de la producción. Era la parte que más nos gustaba y nos gusta. Nosotros no somos de esos de tirarnos dos meses en el estudio. Es algo que puede estar bien, pero ahora estamos más interesados en esa emoción previa de arreglar las canciones, trabajarlas entre nosotros, jugar con ellas en el local…
De la producción quería hablarte. En el disco anterior, “Jambology”, contasteis con Jairo Zavala, y ahora te encargas tú mismo.
Lo de Jairo fue espectacular. Nos dio una visión nueva del grupo que creo que era necesaria y le estaremos eternamente agradecidos. Pero para esta ocasión buscar un productor, explicarle toda la historia, liarse a pre-producir, etcétera, es algo que no nos apetecía porque lo hubiera ralentizado todo mucho. No es que quisiéramos correr, pero ya teníamos claro por donde ir y solo hacía falta que alguien se encargara de marcar ese camino a seguir.
Es cierto que tu trabajo parece enfocado a mantener el espíritu Mambo Jambo, aunque a veces incluso tu saxo queda envuelto por el resto de vientos, por ejemplo. ¿Te preocupaba eso?
Mantener la fuerza sí. Ante todo quería evidenciar que el grupo seguimos siendo cuatro y esto es un juego, una celebración, algo que teníamos ganas de hacer. El hecho de que a veces la atmósfera envuelva algún instrumento es normal cuando hay tanta gente tocando a la vez, peor creo que el objetivo se ha cumplido porque, independientemente del colchón que te da el resto de instrumentistas, sigue sonando a puro y duro Mambo Jambo.
Es evidente que el título me ha de recordar a Sun Ra, ¿no? Me gusta esa sensación que me dan Los Mambo Jambo de que todo está pensado al milímetro pero sin embargo seguís conservando la frescura. Nunca parecéis un producto encorsetado.
Claro tío. Queríamos huir de los clásicos títulos de Los Mambo Jambo Big Band, Los Mambo Jambo Band, etcétera. "Arkestra" nos pareció ideal porque al final Sun Ra era un vanguardista. Y no es que sea un homenaje a él, sino a una manera de entender las cosas, a una forma de pensar en tu carrera y en lo que haces. Mostrando que se puede trabajar duro y concienzudamente, y a la vez ser innovador, y como dices frescos.
Incluso la portada tiene historia.
Sí. Se trata de una fotografía que llegó a Europa dentro de un saxofón que está en la propia imagen. Son un grupo de gente con máscaras tocando, cosa que los mantiene en el anonimato. Parece una de esas típicas asociaciones norteamericanas de dudosa procedencia. Desde el primer momento supe que quería hacer algo con esa foto, y creo que al concepto del disco, del que hemos hablado, le va muy bien.
Para acabar, Los Mambo Jambo lo tenéis todo para no gustarme. A mí no me suele encandilar la música instrumental, no me dicen nada las big bands…y sin embargo Arkestra me chifla ¿cuál es la razón?
El alma. Lo que te explicaba antes. A ti te gusta el rock and roll y este, lo vistas como lo vistas, sigue siendo un disco de rock and roll.
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