Veinticinco años después de su debut con “Lujo Ibérico” (00), la artista nos demuestra con cada nuevo golpe que la Mala sigue siendo mucha Mala. Se reinventa, aprende y crece ante nuestros ojos a tiempo real, dejando claro que por muchos años que pasen su propuesta continuará conjugándose en presente perfecto. De un tiempo a esta parte, su habitual descaro reivindicativo ha dejado entrar en su lírica sentimientos más íntimos y humanos, como desenlace y consecuencia de una pandemia que emocionalmente lo cambió todo. Prueba de ello es su más reciente LP, “UN MUNDO RARO” (24), el trabajo más catártico que ha firmado hasta la fecha y que muy pronto experimentará una segunda vida en directo. Con motivo de su inminente presentación oficial en nuestro país y en diferentes puntos de la geografía latinoamericana, la jerezana se cita con Mondo Sonoro para hablar del presente, pasado y futuro de su arte.
Estamos charlando cuando apenas quedan unos días para que te marches a América Latina a presentar oficialmente tu disco “UN MUNDO RARO”. ¿Cómo crees que será poner sobre un escenario las canciones de un trabajo tan sentido y personal como éste?
“UN MUNDO RARO” es un disco muy especial y eso automáticamente hará que la gira también lo vaya a ser. Considero que éste es un trabajo muy distinto a cualquier otra cosa que haya hecho antes, con mucha intimidad y sinceridad por medio, y esa vibra estará sin duda muy presente en la puesta en escena. Pero todo saldrá bien, porque yo siempre he sido muy sentida en todo lo que hago. Y como te imaginarás, es un orgullo enorme para mí poder seguir llevando mi música a otros países. Son ya más de 20 años desde que comencé a marcarme este tipo de metas y a conseguirlas, así que evidentemente estoy muy contenta de tener un año más la oportunidad de llevar mi música a personas de diferentes partes del mundo que han crecido escuchándome. Después de tanto tiempo, y coincidiendo precisamente ahora con el aniversario de “Lujo Ibérico”, siento la necesidad de dar las gracias más que nunca a toda la gente que me ha apoyado y ha creído en mí. Esta profesión es muy difícil y para mí es todo un logro volver la vista atrás y comprobar que, pese a las presiones vividas por ser mujer y madre, estoy donde estoy.
"Siempre estoy abiertísima a salir de mi zona de confort y si estoy en el mood adecuado, soy capaz de apuntarme hasta a un bombardeo"
Considerando que “UN MUNDO RARO” es un disco tan honesto y crudo, ¿qué circunstancias hicieron falta para llegar hasta sus ideas?
Creo que el «trigger» de todo lo que se ve en este disco se disparó durante la pandemia, en el momento en el que nos encerraron. Al igual que todos, supongo, pude conectar conmigo misma como hacía mucho tiempo que no tenía oportunidad y me di cuenta de muchas cosas que tenía que sacar de mi vida sí o sí. Como cuando vacías un armario que está lleno de mierda, ¿sabes? Éste es un proyecto que nace de un momento de crisis muy particular y en ese sentido, el disco terminó siendo la excusa ideal para replantearme por entero mi mundo, lo que tengo, lo que quiero y lo que no quiero. En estas canciones está dibujado mi plan de huida y mi intención de sentirme por fin libre de la mierda que encontré en ese armario.
Fue una etapa muy reveladora para muchos, desde luego.
Reveladora y muy loca. A día de hoy todavía pienso en cosas que hice durante aquellos días y no me creo que se me pudiera ir tanto la olla. Pero bueno, en cierto modo es bonito ver cómo poco a poco todos vamos cogiendo conciencia de lo ocurrido y de los sentimientos que experimentamos durante aquellos días. Ha tardado, pero parece que por fin volvemos a la verdadera normalidad.
Volviendo al disco, a pesar de la evidente cohesión que todas las pistas presentan, da la sensación de que cada una de ellas cuenta una historia diferente. Como si cada canción fuera una película distinta, ¿no?
Totalmente, sí. La cosa es que yo soy muy visual y siempre trato de trabajar con imágenes que me ayuden a entender mejor mis discos y aquello que quiero contar en cada uno de ellos. En el caso de “UN MUNDO RARO”, y podréis comprobarlo más adelante cuando el disco salga en formato físico, me imaginé un mapa en el que cada canción se ubicaba en puntos diferentes del mundo. El primer tema lo vinculo con un barrio de Tokio, el segundo con la ciudad del futbolista Sadio Mané, el tercero con un hotel súper-lujoso de Italia, y así con todos. Cada canción me lleva a un lugar distinto y de cada uno de esos sitios he extraído un valor que le ha dado el «punch» definitivo a los temas: humildad, opulencia, sueños… “Fly Glú”, por ejemplo, está vinculada con Ceuta, pues allí hay gente que sueña con volar y otros que simplemente vuelan con pegamento.
Se me antoja pensar que tal vez los fans quieran hacerse su propia ruta “UN MUNDO RARO” cuando dispongan de ese mapa completo.
Es la idea, sí. El arte del disco contendrá la imagen de un globo terráqueo con todos los sitios que cito y la explicación de porqué los vinculo a esas canciones. Como digo, es la forma con la que he logrado comprender mejor las diferentes caras y reversos de este disco y creo que puede dar también mucho juego a quienes lo escuchen.
En la parte más técnica y compositiva, has contado con Bull Nene como pieza fundamental en la dirección y producción del disco ¿Qué dirías que ha aportado su mirada a una propuesta tan consolidada como la tuya?
La verdad es que fui muy afortunada de poder abrirme con él y de que él también lo hiciera conmigo. Fue ahí donde nos dimos cuenta de que teníamos un disco en ciernes. Él quería que yo contara mi historia, volviendo la mirada atrás y haciendo un paneo considerable, y poco a poco confié más en él para hacerlo posible. Por su parte, trajo consigo a mucha gente para trabajar en el disco, tanto a nivel de producción como compositivo, y aunque las canciones sean tan personales, han terminado sintiéndose muy colaborativas y compartidas gracias al clima tan especial que se creó.
Sin embargo, tú estás más acostumbrada a trabajar sola.
Sí, sí, de hecho es lo que más disfruto de hacer un disco, encerrarme yo sola en el estudio y volcarme en mi trabajo sin tener a nadie a mi alrededor. Normalmente no quiero ni que esté el productor conmigo. Pero no sé, supongo que en esta ocasión, y al haber sido un trabajo que nos ha llevado tantos años llevar a cabo, he terminado desarrollando más confianza con quienes se han involucrado. Se generó un sentimiento de comunidad muy bello alrededor del disco y en él hay acreditada gente de mil sitios diferentes que han sentido este proyecto como lo he sentido yo. Lo han hecho suyo y eso se refleja en el hecho de que sea un trabajo tan sólido y honesto.
De hecho, y como prueba de esa buena conexión, me consta que hicisteis muchísimas más canciones de las que luego han terminado formando parte del LP en sí.
Cuando trabajo en un disco siempre hago más canciones de las que debo. Muchas de ellas se quedan ahí para siempre, en el limbo, y otras con el tiempo son revisitadas y renacen de alguna u otra forma. Pero en concreto, las canciones que no terminaron figurando en este disco fueron descartadas porque simplemente no las veía formando parte del mismo. Tienen otra vibra, me gustan y tal vez sea viable presentarlas en otro contexto, pero en lo referido a “UN MUNDO RARO” eran canciones que no sumaban nada a la narrativa y no me servía de nada usarlas. Quería que éste fuera un disco sencillo, potente y directo, sin temas de relleno que no apartasen.
"A pesar de los años, sigo estando muy conectada con aquella energía de la que brotó "Lujo Ibérico"'
Cambiando un poquitín de tercio, y hablando de otros proyectos, me han llegado rumores de que has vuelto recientemente a la actuación y que incluso tienes entre manos un guión propio. ¿Cómo has llevado esto de compaginar facetas artísticas?
Siempre estoy abiertísima a salir de mi zona de confort y si estoy en el mood adecuado, soy capaz de apuntarme hasta a un bombardeo. Igual me dicen "¿quieres venir y meterte un ratón por el coño para una escena?" Y yo, pa'lante. Así soy yo. A veces, ojo, no siempre [risas]. En cuanto al guión que mencionas, eso son ya palabras mayores. Se trata de una serie que he co-escrito junto a Marieta Petchanska y que se titula “Harén”. Es una producción muy grande que me encantaría que finalmente viera la luz, pues estoy muy orgullosa de lo que ambas hemos logrado con esta historia. Todo comenzó a partir de un cuento que ella ideó y al final la cosa ha dado de sí muchísimo. Nos lo hemos pasado muy bien trabajando en esto y ojalá que podáis verla materializada de algún modo u otro pronto. Por el momento ya hay varios países interesados en producirla, pero bueno, ya sabes que estas cosas van despacio.
Mencionabas al principio de esta conversación tu disco “Lujo Ibérico” y su respectivo 25º aniversario. Quienes te conozcan saben que no eres muy de mirar hacia atrás, sino todo lo contrario. Pero claro, una obra tuya no cumple un cuarto de siglo todos los días. ¿Qué planes hay para esta celebración?
Ya se están moviendo algunas ideas, sí. Por el momento no puedo contar mucho, pero invito a que todo el mundo esté atento porque estamos preparando cosas muy bonitas que los fans de siempre van a disfrutar mucho. Lo que más me gusta de este aniversario es que me ha pillado trabajando, ¿me explico? Puedo estar ahora mismo pensando en celebrar una etapa importante en mi carrera pasada, pero al mismo tiempo estoy haciendo cosas aquí y ahora, ocupada y mirando hacia el futuro. Como artista, eso es una bendición.
¿Qué dirías que queda de aquella Mala?
Muchísimas cosas. A pesar de los años, sigo estando muy conectada con aquella energía de la que brotó "Lujo Ibérico". Sigo queriendo hacer música potente y profunda, haciendo gala de mi sinceridad y demostrando a quienes me escuchan que sigo creciendo como persona y artista. Porque la vida es eso, al fin y al cabo.
Siempre se ha dicho que aquellos días tuvieron que ser complicados para una mujer que decide hacer rap dentro de una escena tan masculinizada. ¿Lo viviste así tú también?
Fácil nunca fue, y aunque realmente yo no fuera la única mujer haciendo rap en aquella época, puesto que ya había otras artistas haciendo cosas al mismo tiempo que yo, es innegable que he peleado como una perra para que se me escuche y se me valore. Y mucho más siendo madre, que entonces peleas el doble. Cualquier madre joven que lea esto lo entenderá. Ahora, y visto en perspectiva, me siento más relajada en cuanto a todo lo vivido. Me he visto envuelta en situaciones tan friquis y extrañas a lo largo de estos años que ya no hay nada que pueda sorprenderme. Por ejemplo, recuerdo veces en las que me contrataban para festivales muy grandes en las que yo era literalmente la única artista femenina del cartel y sentía que tenía que expresar esa opresión de alguna forma sobre el escenario. Y entonces salía en bragas a cantar y hacía mucho la punky, porque esa es la única manera que conozco de sacarme de dentro la frustración. Pero de lo que sí que he comenzado a darme cuenta en los últimos años es que cada reconocimiento, nominación o premio que me han dado ha ido construyendo un camino del que ahora soy más consciente que nunca. Ha sido un camino lento y con muchos obstáculos, pero que he conseguido transitar con decisión a pesar de todo. Y saber que ahora hay niñas que lo tienen mucho más fácil de lo que yo lo tuve para crecer en esta profesión me emociona muchísimo, pues eso significa que algo ha cambiado a mejor. Las veo tan bravas, tan sueltas, tan guerreras y pienso que vamos bien.
¿Qué consejo le darías a aquella María de 20 años, si tuvieras ocasión?
Pon la casa a tu nombre, vive tu vida y ocupa mucho espacio.
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