"Aunque Madee nos separamos, nosotros siempre hemos seguido siendo amigos"
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"Aunque Madee nos separamos, nosotros siempre hemos seguido siendo amigos"

Oriol Rodríguez — 04-03-2021
Fotografía — Noemi Elias

Banda crucial del emo en nuestro país, Madee retornan de largo catorce años después de su separación (silencio temporalmente roto en 2007).

Sensitivo, intenso y vibrante, Eternity Mingled With The Sea (BCore, 21) es el disco con el que Ramón Rodríguez (The New Raemon), el bajista (y nuestro interlocutor) Pep Masiques, los guitarristas Capi y Adam Vives, el teclista Marc Prats y el batería Antonio Postius (sustituyendo a Lluís Cots) certifican su retorno.

Y la pregunta es...
Es... Inevitable.

Exacto. ¿Por qué ahora, catorce años después de separaros?

Pues porque teníamos ganas de volver. Madee nos separamos en 2007, tras publicar “L'Antarctica” (B-Core/Cydonia, 07). Años más tarde nos volvimos a juntar y de aquella reunión salió el single “Age Of Ruin” (B-Core, 14). Ya entonces nos quedamos con ganas de más: aquella excitación de subir a la furgoneta para salir a tocar, es pura droga.

¿Qué pasó?
Pasó que lo fuimos hablando y la cosa se fue gestando poco a poco, porque cada uno de nosotros teníamos ya nuestras vidas con nuestros compromisos: familia, trabajos... Hasta que en marzo del año pasado todo empezó a rodar de nuevo.

"Tenemos una personalidad sonora marcada y definitoria a la que no renunciamos. Tampoco lo pretendemos".

Visto en perspectiva, decidisteis separaros en vuestro mejor momento.
Seguramente así sea, pero nuevamente, la vida te va deparando compromisos que no puedes eludir y que son muy difíciles de compaginar con un grupo de música. Y sí, estábamos ahí, pero no dejábamos de ser una banda relativamente pequeña.

Pequeña pero que hizo grandes cosas.
Vivimos momentos muy, muy chulos que no hubiéramos vivido de no haber sido por Madee. Experiencias como viajar quince días a Chicago para grabar un disco –“Orion's Belt” (BCore/Cydonia, 04)–. Nos gastamos un pastón en aquello, pero la vivencia valió la pena. Y el disco que salió de ello, también.

En realidad, salvando el retorno momentáneo en 2014 con el single, pese a la separación, nunca habéis dejado de estar en contacto.
Aunque Madee nos separamos, nosotros siempre hemos seguido siendo amigos. En nuestro caso, nuestra amistad era lo más importante. Con Ramon y Lluís venimos tocando desde que somos unos críos, con trece o catorce años. Siempre hemos estado muy unidos, como se demuestra en el hecho que somos la misma formación de siempre a excepción de Lluís a la batería.

¿Por qué no se ha sumado a este segundo inicio?
Cuando grabamos el single en 2014 ya planteamos la posibilidad de grabar un disco. Ya entonces nos avisó de que él un single sí, pero que grabar todo un disco y después plantearse salir de gira, no. Y así ha sido. Finalmente ha grabado algunas partes de batería, pero su lugar lo ha acabado ocupando Antonio Postius.

Que era el batería de Mourn, el grupo de las hijas de Ramón Rodríguez. ¡El padre le ha robado el batería a las hijas!
¡Sí! (ríe). Más allá de la broma, lo cierto es que ha sido una media casualidad. Antonio ya había dejado Mourn antes de unirse a Madee. Y cuando surgió el dilema de sustituir a Lluís, fue la primera opción, porque Lluís fue su profesor de batería cuando era un crío de diez años. Antonio es como un Lluís más joven. Puedes reconocer en Antonio mucho de los tics de Lluís como instrumentista. Ha sido un relevo de lo más natural.

Emotivo, pausado pero intenso, con The Cure y Sunny Day Real Estate como faros y pese al tiempo transcurrido, “Eternity Mingled With The Sea” es un disco puramente Madee.
Pero con veinte años más, y eso se nota en todos los aspectos. Tenemos una personalidad sonora marcada y definitoria a la que no renunciamos. Tampoco lo pretendemos.

"No sé si lo puedo decir pero va... Tenemos como unos veinte temas nuevos y muy probablemente este 2021 sacaremos otro disco".

Y seguramente este sea el principal atractivo de un disco de Madee en 2021.
Es un disco Madee porque es un disco honesto. No seríamos nosotros si hubiéramos intentado sonar diferente, no sería un disco sincero.

Lo que sí es, es un disco pandémico.
Totalmente, y de alguna manera ha acabado marcando la personalidad y sonido del disco. Confinados, trabajando cada uno por separado desde casa, ha hecho que, creativamente, sea nuestro disco más coral. Esta vez, a diferencia de nuestros discos anteriores, hemos participado todos en la composición de los temas.

¿Qué sentisteis la primera vez que os reunisteis para tocar juntos estos temas?
¿Te soy sincero?

¡Por supuesto!
Aún no nos hemos juntado para ensayar tocar los temas del disco.

¿Cómo?
Nos hemos visto, hemos estado todo el grupo junto, pero aún no hemos quedado para tocar. Ni antes del primer confinamiento, ni después. Imagino que no tardaremos, pero tampoco es algo que nos obsesione porque tenemos bastante claro que este 2021 difícilmente daremos algún concierto.

¿No tenéis ganas de salir a tocar?
Muchas pero también hemos descubierto el placer de trabajar desde casa en la composición. De hecho, no solo ya tenemos temas nuevos, sino que muy probablemente...

¿Sí?
No sé si lo puedo decir pero va... Tenemos como unos veinte temas nuevos y muy probablemente este 2021 sacaremos otro disco.

Otra de las grandes curiosidades de este “Eternity Mingled With The Sea” es que las letras las firma un Mark Swanson. ¿Para quien no lo conozca... quién es?
Mark Swanson es un poeta y fotógrafo americano. Vive en Seattle y es muy amigo de Jeremy Enigk, que a su vez es muy amigo de Ramon. Lo conocimos a través suyo. A Mark le gustó nuestra música y la colaboración surgió de una manera muy natural y orgánica. Él nos enviaba sus poemas y nosotros los musicábamos. Ha sido un proceso totalmente novedoso para nosotros, pero con un resultado muy bueno. Sin ser un disco conceptual, las letras sí que tienen cierto común denominador. Son letras muy personales y referenciales a la vida de Mark. Historias, algunas de ellas, muy duras y oscuras, pero con un punto de luz y esperanza.

Madee formasteis parte de la que seguramente fue la generación más excitante de grupos de B-Core juntamente con Aina, Standstill, No More Lies, The Unfinished Sympathy...
Sí, fueron años muy chulos y efervescentes. Pero vaya, aquí estamos. Nosotros hemos vuelto, no tenemos a Aina pero sí a Nueva Vulcano, no tenemos a Standstill pero sí a Enric Montefusco y The Unfinished Sympathy van haciendo sus cosas.

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