Estamos ante el segundo disco ya para Made For Humans ¿Os lo esperabais cuando alumbrasteis el proyecto inicialmente coincidiendo con la pandemia?
Stefan: (Risas) Bueno, no sé, la verdad es que no lo pensamos. Siempre miramos hacia adelante y siempre hay algo que hacer.
Miguel: Es que llevamos ya cuatro discos juntos... entre unos proyectos y otros. Pero, la verdad es que no pensamos en eso, porque cuando hicimos el primero de Made For Humans era un momento muy concreto: la pandemia, el confinamiento, el desafío de ir haciendo prácticamente una canción por día... y terminarlo dentro de un plazo concreto. Después tardó en salir por lo que tardó, pero el disco se terminó en esos dos meses. No pensábamos en qué pasaría luego.
“Made For Humans II” se me antoja a la vez un disco clásico (en aspecto) y muy contemporáneo (en consecuencias y en lo que transmite). Me refiero a que es disco de formas clásicas, pero muy representativo del mundo que hay ahí fuera.
Stefan: Ya, desde los propios títulos de las canciones, hemos basado un poco este disco en una temática en torno a la existencia, a la vida y a la relación con nuestros padres. Y en torno a esa idea de que la vida puede ser muy bonita, pero también misteriosa. Ese era un poco el concepto. También con la primera canción, “Xistence”, que es la primera canción del disco e introduce un poco el concepto presente en todo el álbum.
Miguel: Nosotros hemos hecho nuestra historia, pero es cierto que, quizá, viéndolo desde fuera, exista esa visión de la existencia humana y esa comprensión que es habitual en gente de nuestra edad. Quizá sí que haya más consciencia de lo cambiante que es el mundo, de lo leve que es la existencia, de intentar aprovechar el momento, de cómo todo puede cambiar en cualquier momento. A nivel mundial, social, económico o de todo tipo. Puede que haya una conexión entre el mundo y lo que he hemos hecho, aun sin nosotros pensar en eso. Tenemos la edad que tenemos, con nuestros padres mayores y a los que queremos homenajear. Es una perspectiva diferente a la del primer disco, que también hablaba de la naturaleza, pero en este caso es una naturaleza más humana.
“El silencio es una nota musical fantástica que realza la siguiente que llega”
¿Hay, entonces, un concepto más marcado de la fragilidad del ser humano en este disco que en el anterior?
Stefan: Sí, yo diría que sí. Y todo a pesar de que es un poco raro hablar de estos temas porque estas canciones no tienen letras. La música es siempre algo un poco abstracto. La música llega, se forma y ya, al final, sólo te queda poner los títulos (Risas). Creo que, musicalmente, hemos seguido la misma línea del primer disco, aunque quizá haya momentos más delicados y más silencios en este disco, explorando un poco el tema de la fragilidad de la existencia de la vida.
Miguel: En este disco hemos tenido más tiempo. Pero, sobre todo, porque el anterior nos planteamos hacerlo en un momento concreto y lo queríamos cumplir. Sin embargo, en este disco, hemos tenido bastante más tiempo. Eso se nota en la orquestación y también en que están más polarizadas cierto tipo de canciones (como “Reincarnation” y “Distance”, en las que hicimos algo realmente lento) que intentar detener el tiempo, pausar y encontrar esos silencios que siempre nos han atraído: el silencio es una nota musical fantástica que realza la siguiente que llega.
Precisamente, creo que este disco se desarrolla sin prisa y que, escuchándolo, queda la sensación de que se para un poco el tiempo. Que, mientras suena, no sucede nada más ahí fuera ¿Queríais aislar al oyente de todo durante el tiempo que dura esta obra?
Stefan: Sí, yo lo veo así también. Es un poco una forma de meditación. Es una música que te lleva, pero que a veces no eres del todo consciente de que estás escuchando algo. Crea un cierto universo de escape.
Miguel: Es un refugio, claro, pero nuestro refugio. Si eso llega a alguien más y lo toma como tal y se puede aislar con él (se recomienda escucharlo con ojos cerrados, luces apagadas, cascos y mucho volumen), es algo fantástico. La música le estará haciendo tanto bien como a nosotros: la música te aísla y te salva, te lleva a otro sitio mejor.
“Incluso los sonidos de donde vives te influencian sin parar”
Supongo que eso tiene que ser algo muy gratificante para vosotros como autores, en este proyecto o en cualquiera de los otros que manejáis. Que vuestra música sea un salvavidas.
Stefan: Sí, bueno, nunca lo había pensado así, la verdad, porque la música viene sin pensar en los demás, esa es la verdad (Risas). Yo creo que hay que tener una relación muy personal con lo que estás haciendo, porque si tienes una conexión muy personal con la música, eso quiere decir que otras personas podrán conectar de igual manera con lo que haces.
Miguel: Es lo que comentaba antes: no piensas tanto en el mundo exterior. Lo hacemos para nosotros y no esperamos nada. Después, todo lo que viene, es muy bonito. Con el disco anterior hubo buen feedback, pero el mejor fue el de nuestros padres, que, de repente, les gustaba Made For Humans. Y eso sí que fue gratificante. Ya había pasado con la música que hacíamos en otros grupos, pero... (Risas)
Pero no tanto ¿no? (Risas)
Miguel: es que con Made For Humans fue algo muy claro. Y eso sí que es algo que te llega. Es algo que no está pagado, la verdad.
Este álbum es, también y evidentemente, muy cinematográfico ¿Hay algunas influencias o referentes específicos en este sentido?
Miguel: No hay nada concreto. Que sepamos. Pero, obviamente, todo lo que ves te influencia. Incluso los sonidos de donde vives te influencian sin parar. O la manera en la que duermes. Todo eso hace que el ritmo sea más rápido o más lento. La gente que dice que no ha tenido ninguna influencia en lo que ha hecho, se equivoca. Te influencian hasta cosas que has escuchado hace treinta años. Es imposible controlarlo. El ser humano es todo influencia y evolución.
Stefan: Efectivamente, somos esponjas y la música es una manera de expresarse; es como hablar. Y, aunque muchas veces no sabes de dónde viene y es más abstracto, sale igualmente y depende de muchas cosas.
Es un álbum que, tal y como ya pasaba con el anterior, se revela al mismo tiempo inquietante y hermoso ¿Cómo entendéis vosotros esa dualidad entre lo bello y lo turbador?
Miguel: Es curioso porque, cuando empezamos este proyecto, nos planteamos hacer una banda muy diferente a la que ya teníamos, que era una banda muy rítmica que puede llegar al club o a un concierto. Esta banda es todo lo contrario: para nosotros Made For Humans es la parte más amable de nuestra música. Y me hace gracia porque, aun así, nosotros tenemos “algo” ahí, dentro de nosotros, que por lo que parece sale fuera queramos o no (Risas). Esa turbación que dices, nosotros la reconocemos más en nuestro otro grupo. Pero donde hay inquietud, hay drama, y cualquier obra tiene que tener una catarsis, claro.
Stefan: Y también caben diferentes opiniones acerca de la belleza, y de lo que es suave o de lo que es dulce.
“El ser humano es todo influencia y evolución: somos esponjas”
Me interesa saber cómo o dónde encontráis la inspiración para componer este tipo de canciones y cuál es la forma de trabajar en Made For Humans. No parece sencillo llegar a este tipo de piezas.
Miguel: Cada uno de nosotros llevamos cerca de treinta y cinco años haciendo música, incluyendo épocas en las que no había ninguna herramienta. Y, aparte, los dos somos muy apasionados de la música y nos gustan todos los tipos de música y las herramientas. Podemos trabajar a distancia o juntarnos en estudio. Utilizamos todos los recursos. En otras épocas hubiéramos tardado mucho más tiempo en hacer esto. A día de hoy no existe la distancia.
¿Cómo trabajáis los arreglos?
Miguel: tenemos a una violinista que trabajó con Stefan mucho tiempo y también tenemos nuestros recursos: utilizamos muchos samples, sintetizadores... a día de hoy se pueden hacer capas y no te hace falta tener una orquesta. Lo máximo que hemos llegado a tener en nuestros discos es un cuarteto, y luego duplicamos, duplicamos y duplicamos. Hacemos muchas tomas, con paciencia y con tiempo. El primer disco tiene menos cuerdas: era de estar encerrados los dos y punto.
Stefan: En este disco hay muchos más detalles. Hay muchas chuches para el oído, especialmente si lo escuchas con cascos. Está más trabajado.
En este proyecto creo hay también un intento de concienciación sobre el estado del planeta (también sucedía con la portada del último disco de Placebo) y de la propia existencia de la raza humana que antes comentábamos ¿En qué punto consideráis que está ese problema que es la sostenibilidad?
Stefan: Hay que tener esperanza ¿no? Pero la cosa no está muy bien. Y luego está también esta revolución tecnológica, que evoluciona tan rápido que no sabemos muy bien por dónde va. Todo va muy rápido: el tema climático, económico, político... es un mundo loco.
Miguel: Parece increíble que el ser humano esté destruyendo el lugar en donde tiene que vivir. Y el avance tecnológico va a una velocidad mayor que la asimilación. Eso es un peligro, porque acerca a lo desconocido y se va de las manos. La tecnología va por delante del ser humano. Y eso es la primera vez que pasa en la historia.
No recuerdo en qué momento decidisteis trabajar juntos, pero lo cierto es que esta colaboración creativa se extiende a lo largo de bastante tiempo y ha dejado como resultado un buen puñado de obras muy sólidas ¿Por qué creéis que funciona tan bien vuestra alianza artística?
Stefan: Somos amigos, pero la pasión por la música y nuestros gustos en común es lo principal. Así es como empezamos a conocernos. Y luego, es que es bastante fácil: cuando nos mandamos ideas vemos que funciona, porque nos encanta lo que acaba de hacer el otro.
Miguel: Cuatro discos ya. Y es bonita la dualidad de los dos proyectos que tenemos. Aunque en realidad nosotros tenemos mil caras, no solo dos (Risas). Es bonito haber podido desarrollar dos de esas caras y ver que, por otro lado, también comparten cosas entre sí.
¿Habrá gira presentación del álbum?
Miguel: No, absolutamente no. Hay temas personales importantes. Además, Stefan empieza otra vez gira mundial con Placebo en marzo. Y nosotros mismos estamos haciendo otras cosas: tenemos un par de canciones, una para un disco que nos han pedido, y otra para una artista de Los Ángeles (que ya colaboramos con ella en el pasado). Y alguna cosa más. Ahora mismo no es el momento. Y no es problema. Nos tomamos nuestro tiempo con las cosas. No lo hacemos como una mecánica. Incluso los conciertos que hemos dado en el pasado con Made For Humans los hemos hecho en muy diferentes formatos, dependiendo de la ocasión. Vamos haciendo las cosas según van surgiendo.
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