"En algunas de estas canciones me veo muy desnudo"

Dani “Macaco” edita nuevo disco “Vuélame el corazón” (Sony Music, 22). Quince canciones que eligió entre las más de cuarenta que había compuesto en ese tiempo que se paró el mundo. Y, claro está, con un montón de invitados.

Las canciones de “Vuélame el corazón” tienen en común las relaciones en el amor. Algunas hablan de los inicios de una relación, otras de ruptura, algunas de recuerdos, de complejidad y de transcendencia. Antes de que pudiésemos escucharlas todas, nos adelantó “Quiéreme bien”, junto a Leiva, un alegato al amor consciente que debería escucharse en las escuelas. La de Leiva es una de las múltiples colaboraciones que nos encontramos en el disco y de las que hablaremos más tarde. En relación a ellas, pero también sobre el concepto del disco, sobre esa nueva forma de cantar, sobre la mínima instrumentación, sobre el tempo más lento de las canciones y sobre cómo se conformó todo, le preguntamos a Dani. “Hubo diferentes factores. Primero que en la pandemia no hice gira y tuve mucho tiempo para darle vueltas. Después un día mi manager me dijo algo que me dejó shockeado: ‘¿Por qué no juegas a no ser tú’?’. Así que lo hice cantando muy cerca del micro o bajando el tono de las canciones. Tirtha [su guitarrista y coproductor] y yo cogíamos cacharros, una sartén, guitarras pequeños o sintetizadores analógicos y probábamos sonidos. Al escuchar lo grabado me emocionaba. Poco a poco fueron apareciendo canciones como cortometrajes sonoros. Además, como las relaciones se entienden en plural, pensamos en las colaboraciones y decidimos que era todo o nada”.

"Con todas esas canciones pequeñitas vamos a hacer una gira de teatros en enero. Tengo unas ganas enormes”

Es sabido que un músico popular se expone a que la gente piense que le conoce, cuando en realidad es complicado ver qué hay dentro de cada uno. Sin embargo, en “Vuélame el corazón”, Dani se ha abierto todavía más. “En algunas de estas canciones me veo muy desnudo porque tienen que ver directamente con mi vida, y me reconozco en esas fotos imaginarias. Me confunde la gente que solamente muestra un color. La que solamente es reivindicativa, la que solamente escribe canciones románticas y dice que no habla de política. Yo siempre he ido por esa línea del medio y, claro, he recibido de todas partes”.

Ahora, con estas canciones, por fin va a poder hacer esa gira por teatros que hace tiempo que soñaba hacer. “En la pandemia hice algún concierto y aluciné. La gente estaba sentada, pero se sentía la cercanía. Cantaba masticando las palabras, me emocionaba y al mismo tiempo me divertía. Con todas esas canciones pequeñitas vamos a hacer una gira de teatros en enero. Tengo unas ganas enormes”. Pero ahí no queda todo. Pronto habrá más novedades. “He escrito un cuento que se va a convertir en película. Es una historia de realidad mágica sobre un niño, un piano de cartón y todo muy conectado con la naturaleza”.

Las canciones, los invitados

Vicente García en “Una conexión”: Un maestro conectando la raíz y la antena, y una voz alucinante. Será un clásico de la música latinoamericana.

Ximena Sariñana en “A un paso de baile de ti”: Soy híper fan por su timbre de voz. Le envié la canción, se emocionó y aunque estaba rodando una película, quiso estar ahí.

Estopa en “Me lía”: Son tan bonitos, auténticos y cercanos que les quiero demasiado. David es intuitivo y visceral, Jose meditativo y ordenado. Estar con ellos en el estudio es muy loco.

Leiva en “Quiéreme bien”: Le envié varios temas, pero eligió este. Con ese flow tan lindo que tiene, quedó genial.

Kevin Johansen en “Culpable”: Nos conocimos, fuimos a un italiano a cenar y nos hartamos de reír. Es un intelectual nada pretencioso. Me encantan sus graves de crooner.

Valeria Castro “Un recuerdo”: Muero por su voz, pura expresividad, humildad, cercanía, emoción. Está en ese grupo de voces que llamo almas viejas.

Fuel Fandango en “El cuerpo no miente”: Nita es un ser maravilloso, nervio, efervescente. Ale es más tranquilo. Juntos tienen un color mágico.

Rita Payés en “Arenas movedizas”: Es pura verdad, tan sabia siendo tan joven y no solo en la música, también en la vida.

Pedro Capó, Álvaro Soler, Ky-Mani en “A tu manera”: Me alucina el timbre de Pedro, su rotura tipo Joe Cocker, y muy reggae. Me presentaron a Álvaro, vino a casa con tan buen feeling que grabamos allí mismo. Con Ky-Mani fue una locura, aparecía y desaparecía. Al final metió ese flow que me fascinó.

Conociendo Rusia en “Vuélame el corazón”: Coincidí con Mateo en una cena casi sin conocernos. También acabamos en casa grabando. Un tema a compás de tango flamenco que cuadró perfecto con el tango argentino.

Tanxugueiras en “Tirititran”: Las conocí por Muerdo y me encantaron. Son galácticas, mágicas, vitales y con mucha personalidad. El tema es más flamenco, pero su parte en gallego es brutal.

Ape Scimmione en “Lento y a mil”: Viene a los conciertos y se hace una improvisación. Está un poco loco pero me cae muy bien.


Ana Mena y Bejo en “La guerra de los besos”: Un día escuche a Ana sin saber quien era y me recordó a mi madre, a las chicas ye-yés. Con ella fue muy fácil porque canta ¡tan bien! A Bejo le conocí por el Mondo y me hice súper fan. No me puede caer mejor, no va de nada, muy buen tío e inteligente. Un brother.

Travis Birds en “Amma”: Me gusta su imaginario y como canta en esta canción. Este tema no había entrado en el disco anterior, pero en este me cerraba perfecto con eso de “ama lo que quieras, pero ama algo”.