Tras charlar con Lucía Tacchetti, me queda claro que su música nace de una mente creativa que se me perfila tan inquieta e intuitiva como inteligente y lúcida. Solo así es posible reunir las nueve canciones que conforman “Flaps”, uno de los mejores discos de electrónica introspectiva de espíritu pop, que vas a escuchar este año. Tercer y mejor largo de la artista, que recoge las emociones del viaje que Lucia hizo de su Argentina natal a nuestras latitudes. Pero dejemos que sea ella misma la que nos descubra todas las bazas de su obra.
Tras editar dos discos en tu Argentina natal ¿qué te impulsó a mudarte a Madrid para, en cierta medida, empezar de nuevo?
El primer impulso nace de un deseo, que ya tenía desde adolescente, de probarme viviendo en otro país. Y en concreto España porque mis dos abuelas eran de aquí y siempre tuve mucha conexión. Además suceden dos cosas que fueron definitivas para ello, y es que en Argentina en el verano del 20 al 21, es decir, entre diciembre y febrero, hubo algunos conciertos dentro de lo que se podía hacer por la pandemia, pero luego en el invierno se volvió a cerrar todo y es ahí cuando surge la posibilidad, gracias a Charco, de hacer algunos conciertos aquí y sentí que era el momento y la oportunidad de cumplir ese deseo que tenía pendiente.
"ELETÉ nace de la búsqueda de despersonificar el proyecto y me divertía la idea de encontrar una especié de alter-ego al que darle mi perfil de productora"
De hecho ese traslado queda reflejado en ‘Flaps’ tu nuevo disco ¿verdad?
Totalmente. El disco lo empiezo a hacer en mayo del 21, ya una vez aquí, porque de antes solo tenía un par de maquetas, así que hay mucho, en las letras y en la energía del disco, que tienen que ver con esto de salir de tu zona de confort, de mudarte a otro sitio, de la soledad, de la introspección. Hay muchas temáticas que a mi me interpelan y están ligadas cien por cien a ese quiebre y también al mucho movimiento que tuve ese año de giras, viajes, muchos conciertos y todos esos aviones, trenes, buses quedan reflejados en la esencia y la estética de "Flaps".
Y después de dos años viviendo en España ¿cómo valorarías la experiencia? ¿Ha estado a la altura de tus expectativas?
La verdad es que mis expectativas se han superado ampliamente. Y, sobre todo, lo que más me ha sorprendido es que muchos de los conciertos y festivales no solo suceden en Madrid y Barcelona, sino que son mucho más federales y eso me ha dado la oportunidad de tocar en sitios que ni siquiera hubiese imaginado, además, es algo que me parece como muy enriquecedor. Y, por otro lado, la limitación, entre muchas comillas, de haberme podido traer conmigo tan solo mi set de directo y tener que crear música con eso, me dio mucha más creatividad. A veces tener un número limitado de instrumentos te puede obligar a sacarles el máximo y eso es lo que me sucedió a la hora de componer este disco.
En los créditos del álbum destacas a propósito la figura de ELETÉ a la producción y, al ser un ‘alter ego’ de ti misma, imagino que lo haces para darle un valor extra y trabajar en el futuro bajo ese alias en otras producciones o proyectos ¿no?
Sí, total. ELETÉ nace de la búsqueda de despersonificar el proyecto y me divertía la idea de encontrar una especié de alter-ego al que darle mi perfil de productora y con el que hacer futuros remix o futuras canciones instrumentales. Y, aunque es evidente que somos la misma persona, en ELETÉ quiero volcar mi lado más de experimentación y de producción, porque muchas veces me sucede que tengo muchas demos e ideas que siento que no son tanto para el perfil de Lucía, pero sí para el de ELETÉ. Así que este disco también le da nacimiento a la Lucía productora y me pareció interesante mostrarlo de esa manera.
Como me comentabas antes “Flaps” es un disco en el que empezaste a trabajar hace un par de años, aunque solo lleve unas semanas publicado ¿cómo lo ves en la actualidad al haber transcurrido tanto tiempo desde su génesis?
Lo que me sucede con este disco es que era la primera vez que tenía muchas canciones, y realmente pude ir seleccionando las que para mí conformaban una atmósfera unitaria de disco, para lograr que se notara que esas canciones formaban parte todas del mismo álbum. Entonces, es un disco al que le dediqué muchísimo más tiempo y también el proceso de la grabación, que fue junto a Sergio (Pérez García) en Barcelona, donde montamos todo el estudio con todos los sintetizadores analógicos y todos los efectos para poder darle ese movimiento real y orgánico, pues hizo que el proceso del disco me llevara muchos meses. Y si a día de hoy, que ya ha pasado mucho tiempo, me siguen encantando esas canciones, es porque siento que he logrado algo atemporal. Y precisamente ese es uno de los objetivos que me gustaría conseguir y que tiene que ver con lo que es el arte ¡lograr algo atemporal!
"Me gusta pensar que el disco es ese no lugar en el que cada uno puede identificarse como quiera"
Has mencionado a Sergio Pérez que es un productor e ingeniero que ha trabajado con mucha gente en España como La Bien Querida, Joe Crepúsculo, Medalla o Mujeres además de ser responsable de grupos como los Thelemáticos o Svper… ¿Cómo se produce este encuentro y acabáis trabajando juntos?
Fue curioso porque su nombre me llegó de diferentes lugares. Yo hice una gira con Cariño en México y estábamos hablando de producción y de discos y les pregunté si se les ocurría alguien en España que pudiera manejar muy bien la síntesis analógica y me nombraron a Sergio al que yo ya conocía de Svper y de La Bien Querida, de la que soy muy fan, pero como que no había pensado en él como una opción. Y después conocí a Cabiria y ella también trabaja con él y me comentó que Sergio sería el indicado y, a partir de ahí le escribí y en diciembre ya estábamos grabando en el estudio donde me demostró que es una persona súper talentosa.
Otra de las cosas que le han aportado un plus al disco han sido las colaboraciones que, lejos de buscar el nombre de relumbrón para despertar interés y provocar escuchas, parecen pensadas para darle un valor añadido a la canción. ¿Cómo se produce la selección de esos colaboradores y decides en un momento dado trabajar con Margarita Quebrada, Delfina Campos o Mula?
Es un disco en el que ya tenía claro desde el principio que quería colaboraciones, ya que estas forman parte de mi música, la enriquecen y le aportan frescura, pero a la vez no quería que fueran forzadas, así que ha habido un poco de todo. Un poco de ir buscando yo a la persona ideal y un poco también que la vida me ha llevado a estas personas. Por ejemplo a Margarita Quebrada los conozco al hacer dos videoclips en Valencia con la productora Duelo, y ellos forman parte también de Duelo. A las Mula porque forman parte de mi sello Costa Futura, y compartimos gira e hicimos viajes de avión y de coche donde les iba mostrando demos y a ellas les encantó “Rota”, así que finalmente hicimos esta colaboración. Y con Delfina (Campos), Wiranda (Johansen) y Maika (Loubté) fue que tenían proyectos que yo ya conocía de antes y les envié varios tracks para que fueran ellas las que decidieran si querían o no participar, pero porque había algo que las interpelara y generara interés.
En el disco hay canciones como “Rota”, que acabas de nombrar, pero también “Solos” o “El Modo” que tienen un gran poder de enganche y perduran en el recuerdo, pero de todas las canciones del disco ¿hay alguna que te haya sorprendido por como ha sido recibida?
Me sorprende muchísimo “Inercia”, que es la que abre el álbum. Y es que yo tengo un vinculo sentimental muy fuerte con las canciones instruméntales, porque para mi dejan mucho espacio a la imaginación del oyente y eso es hermoso. Por eso busqué abrir con un tema que representará el despegue, y la verdad es que tuvo una repercusión que no esperaba.
Si uno escucha tus tres trabajos hasta la fecha, es evidente que ha habido una gran evolución en tu forma de hacer música ¿cómo describirías tú ese proceso?
Creo que lo principal es que siempre hice lo que sentía que era mejor en cada momento. Cuando lo miro en retrospectiva, se nota mucho mi aprendizaje en el mundo de la síntesis y de la producción. Los primeros pasos eran mucho más intuitivos y rudimentarios y, a partir de ahí, sí creo que se notan todo esos cambios. Pero lo importante es que siempre fui muy fiel a mí misma. No puedo ir en contra de mi misma y es verdad que siempre estoy en constante búsqueda.
Y ¿hacia dónde crees que vas?
Siento que en este disco encontré una voz con la que me identifico mucho y con la que me siento muy cómoda, así que imagino que voy a seguir por aquí o al menos eso espero.
"Flaps" es un disco que gira alrededor de la idea de la soledad del nómada. De alguien que está en continuo movimiento y quizás por ello se encuentra solo. Pero ¿con qué otras ideas juega el disco que quizás no son tan evidentes?
A mí me gusta pensar que contiene ese movimiento que está muy arraigado con esa electrónica de baile que es un poco mantra y, a la vez, quería hacer unas letras que no fueran tan literales. Algunas canciones son literales como “Dark”, pero en otras intenté que sea el oyente el que libremente piense lo que quiera. Así que más allá de la soledad y la introspección, me gusta pensar que el disco contiene ese movimiento que va asociado con los aeropuertos o las estaciones. Esos no lugares que son sitios donde no existe el tiempo y me gusta pensar que el disco es ese no lugar en el que cada uno puede identificarse como quiera.
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