Luces de metal
EntrevistasNeon Neon

Luces de metal

Lara Sánchez — 12-05-2008
Fotografía — Archivo

La excesiva vida de un icono de los ochenta, John DeLorean, sirve al prolífico cantante de Super Furry Animals, Gruff Rhys, para cambiarse al electro pop de brillos retro junto al productor Boom Bip. Juntos, lanzan un primer disco, “Stainless Steel” (Pias), que recuerda, entre otras horteradas de entonces, la velocidad, la discoteca y las mujeres de pelo rubio cardado. Neon Neon estarán tocando en el Summercase.

Cerremos los ojos y pensemos por un momento en todo tipo de cosas que sugieran un viaje por los ochenta más glamourosos: las chicas del vídeo de Robert Palmer, la cocaína, el American Dream, jets privados, la revista Playboy, neones multicolor en la pista de baile, largas uñas rojas, el Martini con la aceituna y cientos de bikinis de talle alto rodeando la piscina de una mansión.

"El hombre comete muchos errores…como DeLorean"

“El hombre comete muchos errores…como DeLorean, cuya vida parece un estudio de criminología, una vida de plástico, siempre obsesionado con lo superficial. Todo eso ha inspirado los sonidos de este disco, una vida inspirada en la superficie, en el ‘Acero inoxidable’”. Con este idea, Gruff se pasa del rock al pop electrónico junto a Boom Bip y sus amigos MC’s, inventando unas letras e himnos, a veces en homenaje al italo disco, al electro o al pop, otras dando un salto al hip hop, que profundizan en algo universal, personas que, por mérito propio o un golpe de suerte, pasan de la normalidad a una dimensión nada ordinaria, libre pero excesivamente peligrosa. “Stainless Steel” trata de esa falta de luces del mítico creador del automóvil “DMC-12” (es la máquina del tiempo en “Regreso al futuro”), el chico de Detroit, hijo de emigrantes rumanos, que llegó a ganar una fortuna para gastarla en hacerse con el título de “primer ingeniero playboy” del mundo. Este trabajo recorre la vida de la estrella de la automoción con temas que hablan del culto a la celebridad (“I Lust You” o “Trick For Treat”), las amantes de alto standing en “Steel Your Girl”, las gafas de sol de “Michael Douglas” o el frívolo gesto de DeLorean al rebautizarse por la iglesia católica en “Luxury Pool”. Gruff, que “quería hacer un disco completamente distinto a todo lo que he hecho hasta el momento”, confiesa su gusto por Prince, Gainsbourg o el italo disco, “ha sido toda una experiencia trabajar por primera vez con voces femeninas y MC’s como Yo Majesty”. El resultado es algo vago en temas que parecen menos elaborados aunque bien interesante en otros como “Raquel”, narración del romance que DeLorean mantuvo con la actriz Raquel Welch. En general, un disco donde la música ejerce de magnífica compañía del concepto central, la vida de DeLorean. Más aun contando con la voz de Gruff, que acierta definitivamente en incitarnos a un viaje en el tiempo, por el vicio, la velocidad, la incoherencia emocional del “todo vale”, el lujo y la caída, a través de todo el álbum. ¿Qué pasó con John pues? Siguiendo la historia tema a tema del “Stainless Steel”, hay un último verso al pobre playboy que acabó acusado de tráfico de cocaína y arruinado. El fin del disco, como el de DeLorean, titulado “Belfast”, recordando a la ciudad donde se hacían los coches y abundan lo sueños rotos, reza en boca de Gruff Rhys “construí mi propio imperio para acabar tirándolo a la basura”. DeLorean murió a los ochenta años de edad aún pensando en que volvería a fabricar un nuevo modelo.

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